Ayuso emprende una nueva guerra contra el Gobierno por la explosión de covid en China

Nada nuevo bajo la Puerta del Sol. En cuestión de 24 horas, la vorágine política en la que vive permanente la Comunidad de Madrid desde hace dos años ha dado un salto en el tiempo, recordando a los meses de septiembre y octubre de 2020, cuando la presidenta Isabel Díaz Ayuso emprendió una batalla contra el Gobierno de Pedro Sánchez por las medidas a tomar durante la pandemia: si el resto de comunidades cerraba los bares y restaurantes, en Madrid se abrían. Al tiempo, Pedro Sánchez inició también un choque frontal con el Ejecutivo madrileño, decretando incluso un Estado de alarma unilateral en ...

Nada nuevo bajo la Puerta del Sol. En cuestión de 24 horas, la vorágine política en la que vive permanente la Comunidad de Madrid desde hace dos años ha dado un salto en el tiempo, recordando a los meses de septiembre y octubre de 2020, cuando la presidenta Isabel Díaz Ayuso emprendió una batalla contra el Gobierno de Pedro Sánchez por las medidas a tomar durante la pandemia: si el resto de comunidades cerraba los bares y restaurantes, en Madrid se abrían. Al tiempo, Pedro Sánchez inició también un choque frontal con el Ejecutivo madrileño, decretando incluso un Estado de alarma unilateral en la región. Ayuso se negaba a aplicar las restricciones con una incidencia de casos disparada. Dos años después, en plena explosión de contagios en China ―con una falta de información real procedente del país asiático sobre qué está sucediendo realmente allí y ante el temor de la entrada de nuevas variantes del virus en España― Madrid se adelantó al resto de comunidades este jueves a las 14.57 de la tarde.

La Consejería de Sanidad envió una carta a la ministra del ramo, Carolina Darías, donde pedía “intensificar de nuevo los controles en los aeropuertos españoles”, señalando a Barajas como “la puerta de entrada del virus en nuestro país en todas las olas precedentes”. La región exigía también un “control extraordinario” en China con el resultado negativo de una PCR para todos aquellos viajeros chinos que quieran volar hacia Madrid desde cualquier punto del país asiático. Una medida que con cifras en la mano ―y aunque el Gobierno ha tomado esta decisión este mismo viernes por la mañana― ha sido muy cuestionada. Por ejemplo, a través del aeropuerto Barajas entraron a Madrid 32 personas contagiadas por el coronavirus entre el 11 de mayo y el 11 de junio de 2020, durante el pico más alto de la pandemia en 2020.

A esta petición de controles en origen, se sumaba también la convocatoria “urgente y extraordinaria” del consejo interterritorial del Sistema Nacional de Salud, una reunión de los consejeros sanitarios de todas las comunidades autónomas. Cuatro horas más tarde de esta carta, que no obtuvo ninguna respuesta desde La Moncloa, Ayuso lanzó un mensaje en su perfil de Twitter dando un paso más. “Frente a las informaciones alarmantes que llegan desde China, hemos activado el protocolo anti-Covid en las residencias de mayores y reforzaremos el Hospital Isabel Zendal. Hemos solicitado al presidente del Gobierno que establezca controles a los vuelos procedentes de China”. No había detalles. Tampoco se informaba de qué era exactamente ese protocolo “antiCovid” ni a que se refería ese “refuerzo” en el Zendal. El mensaje, eso sí, alcanzó 2,5 millones de visualizaciones. Ayuso acababa de iniciar la enésima guerra contra el Gobierno por la pandemia.

Este mensaje, sin embargo, es muy diferente al que su propio gurú sanitario, Antonio Zapatero, el médico que puso en pie el hospital de campaña de Ifema, y que coordinó la política contra el virus en la Comunidad de Madrid, lanzó unas horas antes que Ayuso. “En relación con lo que está pasando en China, creo que la situación no se parece en nada a nuestra situación en España”, escribía en su perfil de Twitter. “Por tanto, el primer mensaje es de tranquilidad. Solo preocuparía si aparecieran nuevas variantes en ese contexto, pero aun así la inmunidad en España es muy buena. Mi recomendación fundamental es tranquilidad”. Ayuso, sin embargo, calificaba la situación de “alarmante”, contradiciendo al que fuera su gurú sanitario durante la pandemia y ahora responsable de Salud Pública de Alberto Núñez Feijóo. El líder del PP, además, también ha guardado silencio. Solo la diputada Ana Pastor, secretaria ejecutiva de Sanidad en el partido, ha pedido una comparecencia “urgente” de la ministra de Sanidad en el Congreso a las 9.37 de la mañana de este viernes.

La ministra Darías, sin embargo, ya había comparecido 37 minutos antes en rueda de prensa anunciando que España exigirá una prueba diagnóstica negativa o el certificado de vacunación a los viajeros procedentes de China. El Gobierno español sigue así los pasos de Italia, Estados Unidos y países vecinos de Asia como Japón y Taiwán. La Comunidad de Madrid, mientras tanto, convocaba otra comparecencia de su propio consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, con posibilidad de preguntar para las once de la mañana.

Escudero ha sido tajante. “El punto principal donde se han producido los contagios durante la pandemia ha sido Barajas”, ha dicho. “Nosotros entendemos que las medidas tomadas son insuficientes. Pedir la prueba negativa está bien, pero entendemos que es insuficiente y pedimos la prueba a todos los viajeros independientemente de su certificado de vacunación. Todos sabemos que la vacuna allí es relativa. Es una vacuna que no está autorizada”. Madrid, nuevamente, exigía al Gobierno un paso más en sus medidas. Y procedió a detallar el protocolo “anticovid” que había anunciado la presidenta Ayuso sin detalles unas horas antes.

“Hemos activado todas las decisiones de carácter diagnóstico y asistencial”, ha dicho. “Con los hospitales tendremos una reunión con los gerentes ahora y les vamos a decir que revisen los planes de contingencia y, en la parte diagnóstica, alerta especial con los casos de neumonía aguda en los casos procedentes de China”. Escudero ha anunciado también que el Hospital Enfermera Isabel Zendal, un centro sanitario que no cuenta con urgencias, ni plantas, ni especialidades. Es un centro que el Gobierno de Ayuso construyó “para pandemias o grandes catástrofes” y que, durante todo este tiempo, ha servido para derivar a pacientes enfermos de coronavirus de otros hospitales sanitarios, y no casos excesivamente graves. “El pabellón dos del Zendal está preparado ahora mismo con 400 camas y, si la situación se complicara más, podríamos llegar a las 700″. La realidad de la situación sanitaria en Madrid, con datos que ha dado el propio consejero, es la siguiente: “No se ha detectado un incremento en la situación epidemiológica”. O dicho con cifras. En ciudadanos mayores de 60 años la incidencia acumulada a 14 días está en 174 casos por cada 100.000 habitantes y en 78 casos a los siete días. Es decir, en descenso. En los hospitales madrileños, eso sí, ahora mismo hay 179 pacientes ingresados con coronavirus y 17 en UCI. Tampoco, ha dicho, se prevé un aumento de casos durante estas fiestas navideñas.

En referencia al “protocolo anticovid para las residencias de mayores” que había anunciado la presidenta Ayuso el día anterior, el consejero ha explicado que las visitas van a seguir igual, con la obligatoriedad del uso de las mascarillas y que se ha comunicado a los centros mantener el stock de batas, mascarillas y gel hidroalcohólico.

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