Pronóstico severo para la Puerta de Alcalá: está más deteriorada de lo esperado y necesita una intervención inmediata

El Consistorio se plantea reducir el tráfico en los alrededores debido al grado de afección en la piedra, la cubierta de plomo y las esculturas del monumento

La Puerta de Alcalá, cubierta por una lona serigrafiada con una imagen del monumento.MOEH ATITAR

Síntomas: grietas, deformaciones, exceso de humedad, excrementos, metales oxidados, piedra erosionada, suciedad. Diagnóstico: la Puerta de Alcalá está más deteriorada de lo que se esperaba y requiere de una restauración inmediata. Es lo que ha concluido el Ayuntamiento de Madrid después de cuatro meses de estudio sobre uno de los monumentos más icónicos de la capital, cubierto desde el pasado julio por una lona serig...

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Síntomas: grietas, deformaciones, exceso de humedad, excrementos, metales oxidados, piedra erosionada, suciedad. Diagnóstico: la Puerta de Alcalá está más deteriorada de lo que se esperaba y requiere de una restauración inmediata. Es lo que ha concluido el Ayuntamiento de Madrid después de cuatro meses de estudio sobre uno de los monumentos más icónicos de la capital, cubierto desde el pasado julio por una lona serigrafiada. El tráfico rodado, la contaminación ambiental, los agentes meteorológicos ―en especial la lluvia y la nieve―, los residuos orgánicos de los animales, el uso de productos de conservación inadecuados y más de 30 años si una reparación a fondo han dañado la puerta más famosa de España. Para curarla, el Consistorio plantea levantar por completo la cubierta de plomo que recubre el monumento y limitar el tráfico en la zona, entre otras actuaciones que comenzarán en 2023.

Madrileños y turistas tendrán que esperar entre 10 y 12 meses más para volver a hacerse fotos, el tiempo mínimo que durarán las reparaciones y en las que se van a invertir casi tres millones de euros, según ha anunciado este miércoles el Consistorio. “La última restauración de calado fue en 1992. Desde entonces desconocíamos su verdadero estado de conservación”, ha apuntado Luis Lafuente, director general de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento, en la rueda de prensa celebrada para dar cuenta del desgaste de la puerta. Ha detallado, junto al equipo técnico que ha participado en el análisis, que los elementos en peor estado son tres: las esculturas, algunas pesan más de 2.500 kilos, el granito de la fachada y la cubierta de plomo.

Desde su construcción, allá por 1778, la Puerta de Alcalá ha sufrido 10 intervenciones, la primera en 1869, casi un siglo después de que se erigiera. Ya entonces había problemas con el plomo que cubre toda la parte superior del monumento, y varias zonas se han ido sustituyendo a lo largo de los años. La última sustitución, en 1992, fue completa, pero no ha evitado el deterioro progresivo.

Desperfectos bajo la cubierta superior de plomo de la Puerta de Alcalá, provocados por la acumulación de agua.Ayuntamiento Madrid

¿Por qué? El fallo principal es la falta de ventilación de la cubierta y la acumulación de agua siempre que llueve o nieva. Por ejemplo, el temporal Filomena tiñó de blanco Madrid hace año y medio y afectó muchísimo al monumento. El agua se cuela por debajo del plomo y se acumula, lo que provoca una humedad constante que empapa y debilita el granito de debajo, y oxida los elementos metálicos. Con la restauración, el Ayuntamiento quiere volver a cambiar esta cubierta por una que sí permita la ventilación.

Además de la humedad, los cambios bruscos de temperatura también han deteriorado el granito de la puerta, y la caliza de las esculturas. Es lo que se conoce como estrés térmico: la piedra se contrae con el frío y dilata con el calor, lo que provoca descamaciones, grietas y roturas. Después están las intervenciones previas. En muchas de ellas, sobre todo las de principios del siglo XX, se utilizaron productos y técnicas ―como picar directamente la piedra― para quitar la suciedad que no eran las adecuadas. Los resultados son manchas, más humedades, puntos ennegrecidos o esculturas que se debilitaron y perdieron algún fragmento.

Una de las esculturas de la Puerta de Alcalá con partes desconchadas y rotas.Ayuntamiento Madrid

Lafuente ha matizado que el monumento es “estable”, a pesar de requerir una intervención “profunda” que comenzará dentro de un mes: “Nada que no pueda solucionarse mediante la restauración”. Entre las actuaciones previstas, se van a retirar y sustituir todos los elementos metálicos oxidados, por ejemplo los que sujetan algunas esculturas, se va a limpiar la fachada, cambiar los morteros en mal estado o reparar la partes en las que haya riesgo de desprendimientos.

Respecto a si van a modificar elementos externos que afectan al monumento, como es el tráfico, Lafuente ha adelantado que la reducción del número de vehículos que circulan está sobre la mesa: “Se va a proceder a un estudio de la movilidad, donde también entra la plaza de Alcalá. No es fácil y somos realistas, no se va a eliminar todo el tráfico rodado”. El equipo técnico ha remarcado que el tráfico es un riesgo más de deterioro, pero no el que más les preocupa.

El director de Patrimonio ha insistido en que la puerta no está expuesta en un museo, donde las condiciones de mantenimiento están controladas al milímetro, sino que se trata de un elemento urbano y al aire libre: “Es un espacio abierto a la ciudadanía, cerrar para que no le pase nada es impensable”. Por eso, no planean limitar las manifestaciones o concentraciones de diversa índole ―como las celebraciones deportivas o las marchas el día del orgullo LGBTI― de las que son testigos la plaza y la puerta.

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