Vox amenaza ahora al PP con tumbar los Presupuestos de Ayuso para el año electoral

La extrema derecha, “humillada” por la negociación de las cuentas, anuncia su voto en contra y no descarta denunciar ante el Tribunal Constitucional que no se hayan tramitado sus enmiendas al proyecto

La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, durante la cena de Navidad del PP madrileño, el lunes.Santi Burgos

Vox, único socio posible del PP en la Asamblea de Madrid, se ha mostrado este martes dispuesto a tumbar los Presupuestos del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para 2023. El partido de Rocío Monasterio se considera “humillado” e “insultado” por la negociación para lograr su apoyo en la votación de las cuentas, y considera que la formación conservadora ha decidido regatear la posibilidad de alcanzar un acuerdo, ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Vox, único socio posible del PP en la Asamblea de Madrid, se ha mostrado este martes dispuesto a tumbar los Presupuestos del Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para 2023. El partido de Rocío Monasterio se considera “humillado” e “insultado” por la negociación para lograr su apoyo en la votación de las cuentas, y considera que la formación conservadora ha decidido regatear la posibilidad de alcanzar un acuerdo, al no aceptar el registro de sus enmiendas al proyecto por haberse producido fuera de plazo. Como consecuencia, da un giro de 180 grados en su estrategia. La extrema derecha ha pasado de garantizar su necesaria abstención, pese al encontronazo por el registro de las enmiendas, a anunciar su voto negativo, que tumbaría las cuentas en la votación del 22 de diciembre. Toda una bomba en el camino de Ayuso hacia las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, puesto que ahora el Gobierno regional se arriesga a tener que prorrogar las cuentas de 2022, cuando su proyecto de 2023 prevé un incremento del gasto de 2.700 millones.

“No podemos votar a favor ni abstenernos en un Presupuesto en el que se nos ha censurado el debate y, en consecuencia, en el que solo se debatirán las propuestas de la izquierda”, ha dicho Monasterio, anunciando el voto en contra de Vox a través de una nota de prensa oficial que su partido ha empleado para endurecer el discurso entonado solo unos minutos antes por su número dos, Íñigo Henríquez de Luna.

“En las circunstancias en las que estamos, cuando se han excluido de forma arbitraria nuestras enmiendas, vemos muy difícil votar a favor de los Presupuestos, e incluso abstenernos”, había dicho el portavoz adjunto de Vox en la Asamblea durante la rueda de prensa celebrada tras la reunión de la Junta de portavoces. “El PP ha utilizado el fallo informático [que según Vox le impidió registrar sus enmiendas a tiempo] como pretexto o coartada para no negociar con Vox”, ha continuado. “En la consecución de sus objetivos, al PP le vale todo, incluso pisotear el reglamento y los derechos de los grupos parlamentarios, también los de Vox, un socio leal”, ha denunciado. Y, en referencia a la posibilidad de acudir al Tribunal Constitucional, ha rematado: “No descartamos ninguna acción legal, lo estamos estudiando. Eso que quede claro”.

La reacción del PP ha reflejado que la formación conservadora no busca un acuerdo con Vox, ni una tregua, antes de la votación del 22 de diciembre. Todo lo contrario. Es la guerra.

“Desde el PP tenemos que decir con toda contundencia que Vox miente”, ha dicho Pedro Muñoz Abrines, el portavoz de los conservadores en la Asamblea de Madrid. “Miente respecto a lo que ha acudido con sus enmiendas, y respecto a su negociación”, ha abundado. Y ha reclamado: “Tendrán que explicarle a los ciudadanos de Madrid que se unen con al izquierda para votar en contra de los Presupuestos (...) Las huidas hacia adelante no son recomendables. Han cometido un error insalvable”.

Una línea argumental dura e inflexible, que no deja ningún resquicio al acuerdo, y que también ha empleado el consejero de Economía y Hacienda regional, Javier Fernández Lasquetty. “Vox no quería dejar que se aprobaran este año los Presupuestos de la Comunidad de Madrid”, ha acusado.

Desde 2019, cuando Ayuso llegó al poder por primera vez, el PP y Vox han protagonizado múltiples desencuentros que siempre se han resuelto a favor de la formación conservadora. Pero muchas cosas han cambiado desde entonces. Las elecciones de 2023 azuzan el choque entre dos formaciones que luchan por seducir al mismo grupo de electores. En ese contexto, el PP ha forzado la máquina para noquear a Vox camino de las urnas, retratándole como un partido ineficaz, poco fiable e incapaz siquiera de cumplir con los trámites parlamentarios. La extrema derecha, además, ha sufrido un inmenso desgaste por una obvia contradicción: estaba dispuesta a aprobar los Presupuestos de Ayuso, sin importar que ni siquiera los hubiera negociado, mientras que se cierra en banda a votar los del alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, que sí le ofrece adaptar el proyecto a sus deseos.

¿Significa esto un punto y aparte en la relación de las dos formaciones? Sí, aunque no absoluto. Vox ha asegurado que mantiene su apoyo a todas las leyes del PP que ya han negociado ambas partes y aún no se han votado en la Cámara. Sin embargo, los ultras parecen dispuestos a pagar en esta ocasión el precio de votar lo mismo que Más Madrid, PSOE y Podemos. Un trago por el que nunca ha querido pasar hasta ahora Monasterio, puesto que facilitaría la campaña del PP contra Vox en el próximo ciclo electoral. Las exigencias de la extrema derecha, y sus votos, quedan por tanto en manos de un hipotético guiño de Ayuso. Y Ayuso lleva todo diciembre dejando claro que no está dispuesta a hacerlo: se juega a todo o nada con los Presupuestos porque quedan apenas seis meses para las elecciones.

Suscríbete aquí a nuestra newsletter diaria sobre Madrid.

Sobre la firma

Más información

Archivado En