Detenido el paciente que agredió a la doctora de urgencias extrahospitalarias de Guadarrama
Ayuso intenta desligar el suceso de las consecuencias del nuevo plan, mientras que ningún cargo político se ha puesto en contacto con la médica Guadalupe Pajares para ofrecerle su apoyo
El presunto agresor de la doctora Guadalupe Pajares en el centro sanitario 24 horas de Guadarrama el pasado domingo fue detenido ese mismo día por la noche y ya ha pasado a disposición judicial, según han confirmado a EL PAÍS fuentes de la Guardia Civil. El hombre apareció en el centro de salud durante la guardia del domingo, en la que solo había una médica trabajando, cuando antes de que se pusiera en marcha el nuevo...
El presunto agresor de la doctora Guadalupe Pajares en el centro sanitario 24 horas de Guadarrama el pasado domingo fue detenido ese mismo día por la noche y ya ha pasado a disposición judicial, según han confirmado a EL PAÍS fuentes de la Guardia Civil. El hombre apareció en el centro de salud durante la guardia del domingo, en la que solo había una médica trabajando, cuando antes de que se pusiera en marcha el nuevo plan de las urgencias extrahospitalarias había dos. Eso provocó que las demoras entre pacientes se incrementaran y que el equipo médico, formado también por un enfermero y un celador, tuviera que atender hasta 70 enfermos sin casi descansar para comer. Cuando llegó el agresor, alrededor de las siete y media de la tarde, no quiso esperar a ser atendido y exigió que Pajares le imprimiera una receta, algo que no podía hacer porque el sistema informático no funcionaba desde el pasado viernes, pese a que había avisado a sus superiores de que de esa manera no podía ver el historial de cada paciente ni recetar de forma electrónica. Al paciente, que estaba especialmente nervioso, le ofreció una receta hecha a mano y el agresor la tiró al suelo. Acto seguido, el detenido le pegó un puñetazo y le dio patadas, estando ella en el suelo, mientras gritaba que los médicos “eran unos vagos”, que merecían que les “diera de hostias” y que a ella la iba a matar. Pajares se encuentra ahora de baja, aunque espera poder volver a su puesto de trabajo la semana que viene.
La doctora culpaba de su agresión a las políticas de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a la que reconocía haber votado, y a las palabras que han arrojado ella y su equipo sobre un posible boicot de los sanitarios y la falta de profesionalidad de los médicos que se dieron de baja a partir del jueves, cuando se puso en marcha el nuevo plan. La sanitaria lo dijo, principalmente, por las palabras de odio que recibió del agresor mientras le propinaba golpes por todo el cuerpo. Sin embargo, la presidenta ha defendido este miércoles que se están mezclando cosas “por el orden de los hechos”. “Nada tiene que ver lo sucedido en Guadarrama con la reapertura de los centros 24 horas. Hemos de agradecer a todos los profesionales que ya se han incorporado a estos centros. Lo que nadie entiende es que haya habido un 60 de bajas sobrevenidas”, ha seguido argumentado Ayuso, lo que ha encendido sobremanera al sector, que siente que la presidenta utiliza los medios de comunicación afines para lanzar el mensaje de que si algo no funciona es culpa de los sanitarios, y no de la gestión del nuevo plan.
El desastre del primer día de la reapertura de las urgencias extrahospitalarias de Madrid se cuenta con dos discursos totalmente diferentes. Uno, el oficial, el de la Administración, que aun reconociendo que el 57% de los médicos se dieron de baja el primer día, el 40% de todo el personal, se abrió el jueves “con una cobertura del 100%”. Y dos, el de los propios sanitarios, que vieron en cuestión de horas, a través de correos que llegaban por goteo pocas horas de antes de empezar su turno, algunos de madrugada, cómo sus vidas daban un vuelco, cambiaban de municipio, de horario y de pacientes. Y cómo las guardias que tenían previstas para todo el año saltaban por los aires. Con más días de trabajo. Más solos en los centros. Y más desesperados, puesto que las plantillas se reducían a la mitad debido a que se han reabierto los 37 Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP) que cerraron con el inicio de la pandemia, con el personal de los 41 Servicio de Atención Rural (SAR), que ahora tienen que dividirse para atender a la población de los SAR y la de los SUAP.
El objetivo de la Administración es desligar la agresión del domingo con la gestión del nuevo plan. “El personal agredido fue atendido, puso la correspondiente denuncia ante la Guardia Civil y volvió a su puesto de trabajo. La Gerencia Asistencial de Atención Primaria ha manifestado su apoyo y se ha puesto a disposición de las profesionales de este centro”, expresó un portavoz de la consejería de Sanidad cuando EL PAÍS publicó este martes la historia de la doctora Pajares. Sin embargo, ningún cargo político, ni por supuesto el consejero Enrique Ruiz Escudero, ni el viceconsejero, Fernando Prados, se han puesto en contacto con la agredida, ni telefónicamente ni a través de su correo corporativo, a través del cual ella les avisó personalmente a ambos el viernes que el sistema informático no funcionaba y que podría pasar “algo peor” el domingo si no lo solucionaban.
La tensión entre Administración y sanitarios aumenta conforme pasan los días. Este miércoles, además, los facultativos han empezado a recibir por burofax la planilla con sus nuevos horarios que ya recibieron por correo entre la noche del miércoles y el jueves pasado, a escasas horas de que diera comienzo el nuevo plan de las urgencias de los centros de salud. Pese a que el Gobierno regional y los sindicatos que dieron luz verde al nuevo plan (Satse, CC OO, CSIT UP y UGT) acordaron en una reunión urgente el lunes pasado que todos los centros debían contar con un médico, una enfermera y un celador, este martes abrieron 54 de los 78 centros sanitarios 24 horas sin un médico, dejando toda la responsabilidad en las enfermeras (que no pueden diagnosticar ni prescribir medicamentos) y en los celadores.
El sindicato Amyts mantiene la huelga indefinida a partir del 7 de noviembre.
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