Más de la mitad de los extranjeros que llegan a Madrid son mujeres y proceden de Rumania y América
Un estudio elaborado por UGT desde 2019 plasma en datos la radiografía de la sociedad madrileña, con un 22,6% de población inmigrante, que sobre todo trabaja en el sector de las empleadas del hogar y el de servicios
Ni los extranjeros quitan el trabajo a los madrileños, ni copan los servicios esenciales como la sanidad, ni quitan las pensiones. Se acabaron los mitos gracias a un elaborado estudio de UGT, en el marco de su proyecto Por un trabajo digno. El sindicato empezó este proyecto en 2019 en todas las comunidades autónomas, analizando datos oficiales, con el objetivo de hacer frente a los bulos que tienen que ver con la inmigración. Madrid, en concr...
Ni los extranjeros quitan el trabajo a los madrileños, ni copan los servicios esenciales como la sanidad, ni quitan las pensiones. Se acabaron los mitos gracias a un elaborado estudio de UGT, en el marco de su proyecto Por un trabajo digno. El sindicato empezó este proyecto en 2019 en todas las comunidades autónomas, analizando datos oficiales, con el objetivo de hacer frente a los bulos que tienen que ver con la inmigración. Madrid, en concreto, acumula un 14% de población extranjera, aunque si se tiene en cuenta a las personas que han conseguido la nacionalidad española, el porcentaje sube al 22,6%. Una de las principales peculiaridades de la región es que llegan de fuera más mujeres que hombres y que los sectores en los que más trabajan son los del hogar y el de la hostelería.
“Suelen acabar ocupando los puestos que aquí nadie quiere por las condiciones. Se trata de sectores donde no es necesaria una alta cualificación y las condiciones de trabajo son precarias”, explica Ana Corral, responsable del área de migraciones a nivel confederal del sindicato, que lleva a cabo una campaña de sensibilización en el ámbito laboral bajo el título Trabajo libre de Bulos gracias a la financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones (MISSM) y la cofinanciación del Fondo Social Europeo Plus (FSE+).
Los datos presentan una Comunidad de Madrid con 945.933 personas de nacionalidad extranjera empadronadas el 1 de enero de 2022, el 14% de la población. Pero si a esta cifra le añadimos las 578.417 personas empadronadas de nacionalidad española y nacidas en el extranjero, resulta que al menos el 22,6% de los 6.744.456 habitantes de la región tienen su origen en un movimiento migratorio. Eso se explica porque entre los años 2009 y 2020, un total de 1.321.615 personas accedieron a la nacionalidad española en todo el país. De ellas, el 23%, 304.187, lo hicieron mientras residían en Madrid.
Las nacionalidades con más afiliados a la Seguridad Social en la región son Rumania con 39.384, Italia con 23.340, Colombia con 27.690, China con 27.524 y Marruecos con 26.264. Y el dato más relevante de todos: cerca del 53% de la población extranjera total la componen mujeres, que llegan principalmente de países como Rumanía y de América del Sur y América Central. Hay 497.755 mujeres de nacionalidad extranjera empadronadas en Madrid, el 18% del total de mujeres extranjeras de todo el país. Un dato nada desdeñable, ya que es el único territorio que atrae a más mujeres que a hombres. “Otras comunidades, como Cataluña, atraen a inmigrantes que van a trabajar al sector agrario, por ejemplo. Por eso llegan allí más hombres. En Madrid, el sector servicios y del hogar son los que más emplean a los extranjeros”, analiza Corral.
Por eso mismo, las mujeres representan el 49% de la afiliación a la Seguridad Social de nacionalidad extranjera. El 24,1% de todas las mujeres extranjeras afiliadas a la Seguridad Social (231.456) lo estaban al Sistema Especial de Empleados de Hogar. “Cada vez hay menos mujeres españolas trabajando en este sector”, dice Corral. Ya centrados en la Comunidad de Madrid, los datos son claros: el 45,2% de todas las personas afiliadas al Sistema Especial de Empleados de Hogar tienen nacionalidad extranjera. “Y se ha visto que una mayoría del resto de ese tanto por ciento son mujeres que han obtenido la nacionalidad”, explica Corral. En el sector de hostelería, trabajando tanto por cuenta propia como ajena, los afiliados a la seguridad social con nacionalidad extranjera representan el 29,3%. Y el 26% en el sector de la construcción.
Y aquí la gran mentira que quiere desmentir UGT gracias a esta radiografía: los extranjeros no roban trabajo, ya que la tasa de paro de los hombres inmigrantes, 16,55% en el año 2021, supera en más de cinco puntos a la de los españoles (9,71%). En el caso de las mujeres, su tasa de paro, 18,47%, es ocho puntos superior a la tasa de paro de las españolas (11,3%).
Como curiosidad, hay otro dato que sirve para entender cómo son los hogares madrileños: el 14% de los 2.627.000 hogares está formado al menos por una persona de nacionalidad extranjera y el 7% son mixtos (formados por una persona de nacionalidad española y otra de nacionalidad extranjera). “Somos un cúmulo de personas de diferentes sitios”, analiza Corral. Y otro dato además explica “el envejecimiento de la población española y cómo ha ido aumentando la natalidad poco a poco sobre todo gracias a la extranjera”: la edad media de los españoles residentes en la Comunidad es de 44,2 años y la de los extranjeros es de 35,7 años, que son los que más hijos tienen.
La capital y sus alrededores, por tanto, atraen a gente relativamente joven para trabajar y vivir durante sus años laborales más productivos. De hecho, solo el 20,6% de la población española de la región tiene 65 años o más, un porcentaje que en el caso de la población de nacionalidad extranjera baja drásticamente hasta el 4,6%. Los efectos de la pandemia reflejan una consecuencia que puede parecer evidentes: Madrid sufrió una pérdida de población entre el 1 de enero de 2020 y el 1 de enero de 2021 debido al efecto combinado de las defunciones, la caída de los nacimientos, la migración de personas de nacionalidad española a otras regiones y la menor entrada de migrantes procedentes del exterior.
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