Ayuso contrataca y denuncia contratos del Gobierno durante la pandemia con “empresas relacionadas con el entorno de Sánchez”
Tras la polémica por los beneficios del hermano de la presidenta de Madrid, el PP llevará a la Fiscalía otros acuerdos de la Administración central
La mejor defensa es un buen ataque. Eso es lo que debe pensar la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuando este jueves llega a la Asamblea de Madrid, empieza a escuchar en el pleno cómo los portavoces de la oposición la martillean con preguntas sobre el contrato de la empresa Priviet con el Gobierno regional, que permitió a su hermano ganar más de 55.000 euros, y decide lanzar una contraofensiva: anuncia que ...
La mejor defensa es un buen ataque. Eso es lo que debe pensar la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cuando este jueves llega a la Asamblea de Madrid, empieza a escuchar en el pleno cómo los portavoces de la oposición la martillean con preguntas sobre el contrato de la empresa Priviet con el Gobierno regional, que permitió a su hermano ganar más de 55.000 euros, y decide lanzar una contraofensiva: anuncia que el grupo parlamentario del PP denunciará ante la Fiscalía Anticorrupción 12 contratos de emergencia (que suman 326 millones de euros) y 14 ayudas en forma de avales (más de 896.000 euros), supuestamente firmados por el Gobierno central durante la pandemia, y presuntamente vinculados, dice, con familiares, allegados o conocidos del presidente, Pedro Sánchez; de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, o del exministro de Sanidad, Salvador Illa.
“Vamos a empezar a investigar a todos”, reta Díaz Ayuso, que en las últimas semanas ha visto cómo Más Madrid, PSOE y Podemos llevaban a la Fiscalía Anticorrupción contratos de la Comunidad supuestamente relacionados con su familia, que ahora se están investigando. “Les anuncio que el grupo parlamentario popular va a llevar a la fiscalía a al menos siete empresas relacionadas con el PSOE, con el entorno del presidente del Gobierno [Pedro Sánchez], el señor Illa [Salvador Illa, exministro de Sanidad], y la vicepresidenta [Nadia Calviño] y su partido”, continúa mientras los diputados conservadores asienten y el resto la observan casi boquiabiertos. “Así vamos a ver si la señora Delgado [fiscal general del Estado] quiere investigar a todos los familiares o solo a los míos”.
“Queremos saber porqué hubo sobrecostes de hasta el 600%”, continúa Alfonso Serrano, el portavoz del PP en la Asamblea, que anuncia para el mediodía de este jueves el registro de las denuncias. “Queremos saber si la Fiscalía va a ser tan diligente con los padres de Pedro Sánchez, y con si se usaron empresas pantalla para asegurarles 800.000 euros”, sigue. “Queremos saber si la justicia es igual para todos, o si la Fiscalía solo va a perseguir a políticos que molestan al Gobierno y al PSOE. Porque si es así, esto es menos una democracia y se parece más a lo que hace Putin con sus adversarios”.
Diálogo de sordos
Un año después de que la líder conservadora decidiera el adelanto electoral del 4-M, todo ha cambiado en Madrid para seguir igual. El PP tiene más diputados. Ciudadanos ya no está en la Cámara. Pero el diálogo de sordos continúa: se lanzan proclamas incendiarias acompañadas por aplausos norcoreanos de las bancadas correspondientes, sin que muchas veces las soflamas sean respondidas por el interpelado. Durante este jueves, son raros los momentos en los que la oposición logra que Díaz Ayuso responda con seriedad a sus preguntas sobre el contrato que benefició a su hermano.
―La única forma de que usted pague por lo hecho, es desalojarla en 2023, venir, abrir los cajones y ver todos sus chanchullos―, arranca Carolina Alonso, la portavoz de Podemos, en referencia a las próximas elecciones municipales y autonómicas.
―Es la primera vez que veo a un dirigente de Podemos respetar la democracia―, contesta, irónica, Díaz Ayuso, agarrándose a esa referencia a las urnas, como si las urnas lavaran todos los pecados de los políticos. ―Que sean los ciudadanos quienes impartan justicia y no ustedes, con medias verdades―.
―Tengo 10 preguntas para usted―, interviene luego Juan Lobato, del PSOE, antes de intentar aclarar todas las dudas que le provoca el contrato con el hermano de la presidenta. ―Tiene que dar la cara. Estamos aquí para exigirle la verdad. Dé la cara―.
―Hay que ver el fiscal que se ha perdido España―, le responde Díaz Ayuso.
―¿Considera que ha dado todas las explicaciones sobre el contrato de su hermano?―, lo intenta Mónica García, de Más Madrid.
―Si, y mil veces más que cuando usted cobró de más en esta Cámara―, responde la presidenta, recordando un episodio de la pasada legislatura que obligó a la portavoz de la oposición a devolver un dinero incorrectamente cobrado.
Ha pasado ya más de media hora del pleno de control. Díaz Ayuso no tiene más preguntas que responder. Nadie le ha planteado concretamente nada sobre los problemas del día a día que afectan a los madrileños (el paro, la luz que falta en la Cañada Real, la desigualdad...). Así, de polémica en polémica, Díaz Ayuso descuenta una sesión de control más en la Asamblea. Y esta vez, además, tras abrir un nuevo frente en su choque continuo con el Gobierno de España.
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