Lobato cambia el paso al PSOE y se abre a pactar las cuentas con el PP

El PSOE se ha abierto este martes a negociar los Presupuestos de la Comunidad de Madrid con Isabel Díaz Ayuso a cambio de neutralizar a Vox y que la extrema derecha no sea necesaria para aprobar las cuentas públicas. Esa fue la propuesta del nuevo secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato, frente al “repliegue democrático” que a su juicio supondría aceptar las condiciones de Rocío Monasterio para sacar adelante el proyecto: por ejemplo, derogar las leyes LGTBI, o pagar con dinero público etapas educativas no obligatorias. El paso resume el nuevo tiempo que abre el PSOE madr...

El PSOE se ha abierto este martes a negociar los Presupuestos de la Comunidad de Madrid con Isabel Díaz Ayuso a cambio de neutralizar a Vox y que la extrema derecha no sea necesaria para aprobar las cuentas públicas. Esa fue la propuesta del nuevo secretario general de los socialistas madrileños, Juan Lobato, frente al “repliegue democrático” que a su juicio supondría aceptar las condiciones de Rocío Monasterio para sacar adelante el proyecto: por ejemplo, derogar las leyes LGTBI, o pagar con dinero público etapas educativas no obligatorias. El paso resume el nuevo tiempo que abre el PSOE madrileño, en el que se mezcla el estilo propositivo de Ángel Gabilondo (que también ofreció al PP negociar el proyecto) con la contundencia frente a Díaz Ayuso que reclama Lobato a sus filas.

“Lo que hemos sabido hasta ahora por los medios de comunicación es que usted se dispone a condicionar estos Presupuestos a diferentes retrocesos alejados de la realidad madrileña, como restringir los derechos de la comunidad LGTBI, atacar colectivos y organizaciones sociales, o dar pasos atrás en materia educativa, no porque exista un problema con las leyes actuales, sino exclusivamente porque está decidida a recabar el apoyo de la ultraderecha para estos Presupuestos”.

Las palabras de Lobato, recogidas en una misiva enviada este martes a Díaz Ayuso, repicaron con el son del nuevo PSOE en Madrid. Instalado en la crisis tras el mal resultado de las elecciones del 4-M, en las que solo obtuvo 24 diputados, el partido se ha puesto ahora en manos de Lobato. Ganador de las primarias a la secretaría general, el exalcalde de Soto del Real debutará este jueves como portavoz parlamentario. Será su primer cuerpo a cuerpo con la presidenta. Mientras el partido descuenta los meses que quedan para que se abra la lucha para seleccionar a los candidatos a las elecciones municipales y autonómicas de 2023, Lobato pretende aprovechar la oportunidad para darse a conocer y ganar peso político.

El primer paso es el ofrecimiento de pactar los Presupuestos. Una apuesta destinada a quedar en nada (“yo no pacto con el desastre”, respondió a Gabilondo Díaz Ayuso), pero con doble intención: también pretende poner los focos en las exigencias de Vox y en que el PSOE tiene un modelo alternativo al del PP.

“Apostamos por un nuevo modelo económico, que crea en la innovación, el emprendimiento, la digitalización y el salto a la economía del conocimiento”, dijo este martes Lobato durante una rueda de prensa en la Asamblea de Madrid. “Máxima calidad en los servicios públicos”, siguió su enumeración. “Salto en el modelo de residencias públicas, para evitar los problemas que hemos tenido”, añadió, en referencia a los 5.000 muertos registrados en esos centros durante la primera ola de la pandemia del coronavirus. “Y actuaciones en asuntos clave, como el parque de vivienda pública en régimen de alquiler, el transporte público y la sostenibilidad ambiental”.

La respuesta del PP fue inmediata. Con Javier Fernández-Lasquetty, consejero de Hacienda, pendiente aún de que Vox recoja sus exigencias en un documento, hubo portazo.

“Me sorprende que haya partidos que quieran aislar a otros partidos cuando llegan a acuerdos con formaciones de dudoso pelaje democrático o ético donde tienen responsabilidades”, dijo Alfonso Serrano, el portavoz parlamentario de la formación conservadora, en referencia a los pactos presupuestarios de Pedro Sánchez en el ámbito nacional. “Nosotros no hemos puesto nunca ninguna línea roja a nadie”, siguió el político del PP. “Hemos puesto líneas rojas en cuanto a los principios y ejes fundamentales de los Presupuestos”, añadió. “Si el PSOE quiere hablar de cómo bajar más impuestos, seguro que nos ponemos de acuerdo”, ironizó.

Pese a todo, Vox vio en el ofrecimiento del PSOE una oportunidad más para tensar la negociación y encarecer su apoyo a las cuentas.

“La dirección del PP parece que quiere tener otros socios preferentes a la hora de negociar los Presupuestos”, dijo Íñigo Henríquez de Luna, el portavoz adjunto de Vox en la Asamblea. “La gran pregunta es si Casado va a imponer a Ayuso que negocie con el PSOE contra su voluntad”, lanzó. “EsTa va a ser la auténtica prueba del algodón para saber si el Gobierno de la Comunidad de Madrid quiere pactar los Presupuestos con Vox o con la izquierda”.

Pero el pacto, si hay, será del PP y de Vox. Así lo indican los últimos acuerdos entre ambos partidos —para la investidura o el refrendo del administrador provisional de Telemadrid— y los precedentes más inmediatos.

El ofrecimiento que hizo Gabilondo provocó un cisma en el Gobierno de entonces, formado por PP y Cs. Ignacio Aguado hizo todo lo que pudo para convencer a Díaz Ayuso de abrir esa vía y cerrar la de Vox. No llegó a ninguna parte. Se convocaron las elecciones adelantadas del 4-M. Y con ellas desapareció Cs. En consecuencia, el PSOE asume que su propuesta no tendrá recorrido, y que el PP y Vox están abocados al entendimiento. El calendario para el pacto está tasado: las cuentas públicas se votarán el 22 de diciembre, con lo que deben haber alcanzado un acuerdo para entonces.

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