El Gobierno de Madrid obliga a parte de los directores de Secundaria a incumplir la normativa sanitaria

Al menos 70 centros advierten de que no pueden mantener la distancia de seguridad entre alumnos con las ratios de antes de la pandemia

Una profesora imparte una clase de matemáticas en el IES Simone Veil de Paracuellos del Jarama, el curso pasado.Sebastián Mariscal (EFE)

La vuelta al cole está al caer y tiene a la mayoría de los directores de Secundaria haciendo cuentas. Y pocas les salen. Vuelven las ratios antiguas, esa decisión no se ha movido ni un ápice, pero a la vez deben garantizar una distancia de seguridad entre los alumnos de 1,5 metros (aunque se ha flexibilizado un poco y se permite que lleguen a 1,2). Pero eso solo significa que o estiran las aulas como si fueran plastilina para cumpl...

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La vuelta al cole está al caer y tiene a la mayoría de los directores de Secundaria haciendo cuentas. Y pocas les salen. Vuelven las ratios antiguas, esa decisión no se ha movido ni un ápice, pero a la vez deben garantizar una distancia de seguridad entre los alumnos de 1,5 metros (aunque se ha flexibilizado un poco y se permite que lleguen a 1,2). Pero eso solo significa que o estiran las aulas como si fueran plastilina para cumplir con las instrucciones sanitarias o directamente incumplen esas instrucciones. Incluso teniendo en cuenta la menor distancia interpersonal. “La cuestión es grave porque somos los responsables de que se cumplan las normas en los centros, pero no tenemos cómo hacerlo”, se queja Esteban Álvarez, presidente de Adimad, la asociación de directores de secundaria de Madrid.

El 7 de septiembre se dará el pistoletazo de salida para Educación Infantil, Primaria y Educación Especial, que volverán a contar con 25 alumnos por aula y a mantener los grupos burbuja. Al día siguiente, los de Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional (FP) regresarán a los centros, con 30 estudiantes en Secundaria y FP (pueden llegar, y llegan, hasta 33), y 35 para los de Bachillerato (pueden llegar, y llegan, hasta 38). Como en estos casos, los grupos burbuja no se pueden mantener porque hay asignaturas optativas, les piden que mantengan la separación entre los alumnos para evitar contagios. Ante este problema matemático (misma aula, más alumnos que hace un año, misma distancia interpersonal obligatoria), la Comunidad de Madrid (concretamente las viceconsejerías) ha recibido durante el verano una avalancha de comunicaciones por la vía oficial —al menos 70— de directores alertando de que no podían cumplir con las normas impuestas. “Rogaría instrucciones más precisas sobre cómo proceder en estos casos para no incumplir con la normativa y garantizar la máxima seguridad de la comunidad educativa”, pide el 27 de julio un director en una de las notificaciones a las que ha tenido acceso EL PAÍS. A cinco días de que empiece el curso, silencio absoluto. La pelota sigue en el mismo tejado, el de los centros.

Y no es algo puntual. Según datos de Adimad, al menos el 40% de los institutos cuenta con aulas de 25 o 30 metros cuadrados, lo que significa que es “imposible” que 30 alumnos mantengan los 1,2 metros entre alumnos. Las construcciones previas a los años 90 cuentan con aulas más grandes, de unos 48 metros cuadrados, y tampoco lo tienen fácil, aunque pueden jugar con el Tetris.

El pasado 31 de agosto, el subdirector General de Inspección, Luis Abad Merino, mandó a los centros un correo con unas “orientaciones” para cumplir con lo determinado por las viceconsejerías. Lo curioso, alertan, es que no explica nada sobre cómo actuar en Secundaria y Bachillerato en el escenario número uno, que es el que se va a poner en marcha y que consiste en la presencialidad total de los alumnos. Sí explica, sin embargo, que en caso de pasar al escenario dos (semipresencialidad) los inspectores deberán certificar en el centro que no se puede cumplir la norma de la distancia de 1,5 metros para que una clase empiece a trabajar en modo semipresencial.

Isabel Galvín, representante de Educación de CC OO, considera que las “orientaciones son un juego de trileros destinados a que los centros, bajo su responsabilidad, eludan el cumplimiento de la medida de distancia personal que, con las ratios prepandemia, no se pueden cumplir”.

Es cierto, según ha podido comprobar este periódico, que en esas orientaciones se ha eliminado en el escenario uno, el actual, toda referencia a la ESO, al Bachillerato, a los Programas Profesionales, a las Escuelas Oficiales de Idiomas y a las Enseñanzas Deportivas de régimen especial. Y respecto de la Formación Profesional y las Enseñanzas Artísticas, lo único que se indica es que deben establecer medidas específicas para espacios singulares, medidas de prevención de riesgos y salud laboral.

“¿Por qué en Madrid no se hace nada como en otras comunidades autónomas?”, pregunta Álvarez. “¿Por una cuestión económica?”, reitera.

Galvín, por su parte, responde que es evidente que la única forma de mantener la distancia de 1,2 metros es rebajando la ratio, a lo cual se ha negado en redondo la Consejería, “pese a que dispone de los recursos para ello, en concreto, unos 500 millones de euros provenientes de los Fondos de la UE y del Ministerio”. El consejero, Enrique Ossorio, lleva por su parte varios días haciendo campaña en Twitter por el inicio del curso escolar: “Presencialidad en todas las etapas educativas, medidas sanitarias frente al covid y plan de refuerzo docente histórico”. Se olvida, sin embargo, que con unos 1.600 profesores más para más de 300.000 alumnos entre Secundaria y Bachillerato (según los datos del curso pasado), no se solucionan los problemas de este año.

Mismas medidas covid, mismas aulas, más niños

Según las Instrucciones de las viceconsejeras de 23 de junio de 2021 sobre la organización de los centros en el contexto del covid-19, este curso se inicia en el Escenario de presencialidad I, que supone que todas las etapas y enseñanzas deben impartir sus clases con presencialidad total, pero manteniendo una distancia mínima interpersonal de 1,2 metros, además de otras medidas (mascarillas, ventilación, medias higiénicas...). Esta distancia es ya la mínima de la mínima a la que obligan los acuerdos alcanzados en el marco estatal en materia sanitaria.

En Infantil, Primaria y Educación Especial, las medidas que se deben seguir son prácticamente las mismas que el curso pasado. La única diferencia es el aumento de niños por aula.

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