20 delitos y una placa falsa: cae en Guadalajara un estafador que se hizo pasar por policía hasta en su detención

Los agentes detienen a un hombre acusado de apropiarse de más de 30.000 euros a través de créditos para los que usaba nóminas falsas e identidades suplantadas

Los agentes no son capaces de determinar dónde acaba su autoconvencimiento de que realmente era un policía y donde empieza su intento desesperado de evitar su detención. El pasado 26 de julio, este hombre de 39 años que llevaba más de un año solicitando créditos con identidades usurpadas se encontró con un callejón sin salida en la localidad de Azuqueca de Henares (Guadalajara). Varios coches de policía iniciaron la operación de su detención. Él se resistió e intentó embestir a algunos de los vehículos. Al no lograrlo, paró el ...

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Los agentes no son capaces de determinar dónde acaba su autoconvencimiento de que realmente era un policía y donde empieza su intento desesperado de evitar su detención. El pasado 26 de julio, este hombre de 39 años que llevaba más de un año solicitando créditos con identidades usurpadas se encontró con un callejón sin salida en la localidad de Azuqueca de Henares (Guadalajara). Varios coches de policía iniciaron la operación de su detención. Él se resistió e intentó embestir a algunos de los vehículos. Al no lograrlo, paró el coche y salió con una placa en su mano. “¡Soy compañero!”, soltó.

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La policía llevaba destrás de este sujeto desde marzo, pero, según las pesquisas, su actividad criminal se extendió durante más de un año. 12 meses en los que ha conseguido hacerse con más de 30.000 euros mediante la solicitud de préstamos a empresas web que nunca devolvía. Se le acusa de más de una veintena de estafas, pero los agentes advierten de que este número puede aumentar porque la policía no descarta que puedan aparecer nuevas víctimas.

La identificación que presentó en el momento de su detención era inequívocamente falsa y a su lado viajaba con su pareja, a la que también se le acusa de estafa. Los agentes se sorprendieron de que hasta ese último momento pretendiera mantener el engaño, incluso frente a policías reales. Los dos detenidos se movían constantemente por todo el territorio nacional, conscientes de que eso haría más difícil su rastreo. “Tomaban medidas de seguridad para evitar ser detectados”, especifican fuentes de la Jefatura Superior de Policía de Madrid. En esta obsesión por ocultarse, llegaron incluso a rematricular algunos de sus vehículos y cambiaron en numerosas ocasiones de domicilio.

El presunto estafador se dedicaba a publicar anuncios de coches, de telefonía móvil y de aparatos electrónicos en diferentes páginas de internet. Productos que no existían. “La investigación se inició con las denuncias de algunos de los afectados, a los que las empresas de crédito les reclamaron una cantidad que ellos no habían solicitado en ningún momento o bien otros que denunciaban haber sido víctimas de una estafa”, explica una portavoz del cuerpo. “Los agentes analizaron toda la documentación y comprobaron que existía un patrón común entre ellas lo que les hizo pensar que podría tratarse del mismo autor”, detallan estas mismas fuentes. Cuando alguien contactaba con él para comprar lo que ofertaba en la web, este les pedía una serie de datos personales en concepto de reserva, que después él utilizaba para pedir los préstamos.

En muchas de estas solicitudes de créditos, incluyó nóminas de trabajo en las que simulaba ser policía. Por este motivo, además de un delito de estafa, se le atribuye otros de falsedad documental y de usurpación de funciones públicas. Una vez identificado, la Policía comprobó que existían 58 requisitorias sobre este sujeto. Se trata de un documento judicial por el que se ordena la localización y arresto de un procesado en rebeldía. Tres de estas requisitorias implicaban el ingreso en prisión. La investigación continúa abierta.

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En las imágenes en las que se le ve tras caer en Azuqueca de Henares camina cabizbajo y esposado, con camiseta negra y pantalones de chándal cortos. Rodeado de dos agentes. Dos de los que él quiso hacer pasar por compañeros hasta el punto final a su huida.

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