El apoyo popular le da el último empujón al nuevo Ateneo la Maliciosa

La microfinanciación al proyecto del nuevo centro social, político y cultural ha recaudado más de 30.000 euros en un mes

Serlinda Vigara, de Ecologistas en Acción, y Fernan Chalmeta, de Traficantes de Sueños, en el local en obras del Ateneo la Maliciosa en el distrito de Arganzuela.KIKE PARA

La única Maliciosa de Madrid ha sido durante siglos aquel pico emblemático de la Sierra de Guadarrama, que sobresale con su perfil inconfundible. Desde este año, sin embargo, compartirá nombre con un nuevo espacio social, político y cultural en el distrito de Arganzuela, a unos pasos de la glorieta de Embajadores. La librería y editorial Traficantes de Sueños se ha aliado con ...

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La única Maliciosa de Madrid ha sido durante siglos aquel pico emblemático de la Sierra de Guadarrama, que sobresale con su perfil inconfundible. Desde este año, sin embargo, compartirá nombre con un nuevo espacio social, político y cultural en el distrito de Arganzuela, a unos pasos de la glorieta de Embajadores. La librería y editorial Traficantes de Sueños se ha aliado con Ecologistas en Acción y la Fundación de los Comunes, un laboratorio de ideas de los movimientos sociales, para impulsar el Ateneo la Maliciosa, un espacio de encuentro alternativo y un refugio para los grupos comunitarios de la ciudad. Tras el retraso en las obras a raíz de una inundación por el paso de la borrasca Filomena, una campaña de microfinanciación en línea ha recaudado más de 35.000 euros con unas 500 aportaciones de entre 10 y 500 cada una en apenas un mes. Eso es más que un 150% del objetivo, y todavía faltan unas semanas para que se cierre el portal. Cuando parecía que el final de un proyecto que llevaba años cociéndose se complicaba, el apoyo de gente de toda España le ha dado el último empujón.

El presupuesto total, que todavía no se ha cerrado dados los imprevistos, ha superado el millón de euros para comprar el local y readecuarlo completamente, explica una de las cabezas del proyecto, Fernán Chalmeta, de Traficantes de Sueños. “Ha sido un salto al vacío para unas organizaciones independientes como las nuestras, pero todo lo hemos hecho desde la economía social”, añade. Hubo tres fuentes principales de financiación inicialmente. Por un lado las aportaciones que cada organización pudo hacer, por otro lado donaciones que se pidieron a todo el entorno donde se relacionan, y finalmente un crédito a una entidad financiera cooperativa cuyo objetivo es financiar proyectos sociales.

La última etapa, la colecta por internet, la lanzaron el pasado 12 de mayo. “Lo bueno de este tipo de financiación es que ratifica el apoyo del entorno a proyectos como este en todo el país, pues nos han aportado personas de todas partes”, señala Chalmeta. Estos fondos serán utilizados para costear el final de las obras, los acabados y “vestir” el salón de actos con toda la tecnología que un espacio polivalente requiere actualmente.

Serlinda Vigara, que forma parte del grupo ecologista desde 2015 y actualmente es portavoz del proyecto desde esta asociación, también valora especialmente el apoyo que han recibido desde dentro y fuera de Madrid por el impacto que puede tener. “Este es un proyecto político, social y cultural que tiene una repercusión directa en la ciudad. Cuando vemos que hay interés desde otras partes también esperamos que sea una cosa que se puede replicar y que inspire”.

Aunque en este momento están todavía en obras en el antiguo gimnasio de 800 metros cuadrados, la ilusión de Ecologistas en Acción y Traficantes de Sueños por tener un espacio más grande para organizar actividades ambiciosas y recibir otros colectivos, surgió hace unos años. “Queríamos aportar otro tipo de espacio para generar un pensamiento diferente; un lugar de socialización que no fuera mercantilista, donde se pueda estar de una manera distinta en la ciudad”, explica Vigara, que llevó durante dos años el equipo que se dedicaba a colaborar con movimientos fuera del área estrictamente medioambiental.

Ahora la pandemia ha puesto en evidencia la necesidad de espacios para aportar lo que las administraciónes no cubre. Además, los acontecimientos recientes alrededor de los movimientos sociales comunitarios en la ciudad de Madrid, como el desalojo del Espacio Vecinal de Arganzuela (EVA) o la Casa de Cultura de Chamberí, le ha dado una mayor urgencia al proyecto. “Hay un deseo y una necesidad pues el gobierno ha tenido la punta de lanza sobre este tipo de dinámicas y espacios sociales. Por eso nosotras apostamos por crear una especie de refugio social y cultural que no dependa de que el gobierno de turno te desaloje, porque en eso dan igual los colores”. También hacen hincapié en que un lugar así además podrá hacer frente a los efectos de la especulación inmobiliaria y gentrificación de la zona.

Los planos del nuevo Ateneo la Maliciosa.LA MALICIOSA

Tanto la arquitectura como la construcción se ha hecho a través de cooperativas, lo cual ha mantenido el proceso entero en línea con los ideales de las organizaciones que conforman el proyecto. Asimismo, todas las obras que se han hecho siguieron las últimas tendencias en construcción ecológica, como el doble aislamiento acústico y de calor.

El salón de actos, que tendrá un aforo de 140 personas cuando pasen las restricciones sanitarias por el coronavirus, es el elemento alrededor del cual gira el proyecto, pero la Maliciosa albergará también unas cuantas aulas, las oficinas de las organizaciones y una nueva librería de Traficantes de Sueños. Cuando finalmente abran, en otoño, en el Ateneo la Maliciosa se darán charlas y talleres, se celebrarán eventos culturales, se mantendrán las puertas abiertas para cualquier grupo que tenga una propuesta y se le dará un respiro a los movimientos sociales en un año en el que se han visto obligados a cerrar varios lugares de encuentro emblemáticos de la ciudad.

UN HOMENAJE OCULTO EN EL NOMBRE

La Maliciosa es un nombre provocativo, un guiño a todos aquellos que sospechan de los movimientos sociales que lo impulsan. Sin embargo, el nombre esconde un homenaje a Mariano González Tejada, un compañero de Ecologistas en Acción, alpinista entusiasta, que falleció en 2018 haciendo una ruta en Picos de Europa. La Maliciosa era una de sus montañas favoritas de la sierra de Madrid y ahora también es un lugar para su recuerdo.

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