Bulle, bulle

Por qué en Madrid es imposible quedarse quieto un minuto durante estos días

La diputada Isabel Redondo hace una fotografía de varios diputados del PP con la presidenta en funciones de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, tras el acto de constitución de la Asamblea de Madrid.Eduardo Parra (Europa Press)

Madrid arde. Literalmente. De calor y de ajetreo. Chup, chup. Un no parar. Echa humo como los dos móviles que siempre lleva encima la presidenta Díaz Ayuso. Ya está la Asamblea inaugurada, con Eugenia Carballedo a los mandos. Aunque todavía por las esquinas de la Cámara de Vallecas sólo hay montones de revistas de El notario del siglo XXI con una portada muy elocuente: “Nuevas competencias: expediente matrimonial”.

Por ahora, el bodorrio del PP y Vox ha lle...

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Madrid arde. Literalmente. De calor y de ajetreo. Chup, chup. Un no parar. Echa humo como los dos móviles que siempre lleva encima la presidenta Díaz Ayuso. Ya está la Asamblea inaugurada, con Eugenia Carballedo a los mandos. Aunque todavía por las esquinas de la Cámara de Vallecas sólo hay montones de revistas de El notario del siglo XXI con una portada muy elocuente: “Nuevas competencias: expediente matrimonial”.

Por ahora, el bodorrio del PP y Vox ha llevado como regalo para los de Rocío Monasterio un puesto en la Mesa de la Asamblea, aunque ella se niegue a hablar de pactos. Vaya suerte tienen algunos consiguiendo sillones en votaciones secretas. Ejem, ejem. Días en los que Sergio Brabezo quiere ser el más ‘popular’ tras su pasado naranja, llevando bajo el brazo 2017, la crisis que cambió España. Que se acabó ya Madrid Fusión, pues a inspirarse en el menú de la Cámara, que tiene desde lentejas con matanza hasta solomillo con salsa de mostaza, fritura andaluza y espaguetis al queso azul.

La devoradora política madrileña incorpora cada día personajes. Ahora llega a Podemos Carolina Alonso en esta época de orfandad tras la marcha de Pablo Iglesias e Isa Serra. Que esto sigue y no espera a nadie. Tiempos líquidos, como les gusta decir a los gurús. Ay, pero en el fondo todo es tan berlanguiano… Ahí está la exposición en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando recordándolo. Y todo Madrid está pasando por allí. Americanos, os recibimos con alegría.

La devoradora política madrileña incorpora cada día personajes. Ahora llega a Podemos Carolina Alonso en esta época de orfandad tras la marcha de Pablo Iglesias e Isa Serra. Que esto sigue y no espera a nadie

No hay tiempo que perder. Por el Círculo de Bellas Artes hay sube y baja (y no sólo para la azotea). Por sus bajos fondos se han colado las fotos de Tod Papageorge en Studio 54, ensayo de esta nueva noche madrileña. Un poco más arriba está Supernova, de Ouka Leele, con el piso de Doctor Castelo, con El Hortelano, con Ceesepe, con Alberto García Alix. Mística doméstica, puritito Madrid, Cascorro Factory. Pero nada de nostalgias, que la calle está hoy más que removida. Por una esquina de Espíritu Santo con Marqués de Santa Ana van dicharacheros Javier Calvo, Javier Ambrossi y Álex de Lucas, por la calle Colón viene de la compra Samantha Hudson. Sube el calor.

En Callao se proyectan a tope las ilustraciones sobre Madrid de El Chico Llama y anuncian ya los hits del verano en las pantallas a toda resolución y pastilla, dándole duro Ana Mena y Omar Montes. La cara de Macarena García empapela la Gran Vía con su flúor Paraíso jugando a mirarse en los quioscos con Dudi (y su fondo de las Torres Blancas). Oye, que está también por la ciudad Irene Vallejo, en el Centro Cultural Blanquerna. “Somos Ulises”, “escribir sigue siendo un juego”. ¡Vivan las palabras! No se puede parar, por los teatros del Canal andan reventándolo Belén Cuesta, Ricardo Gómez y David Serrano con El hombre almohada. Madrid bulle, bulle.

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