Un nuevo modelo de desarrollo para la Comunidad de Madrid

Urge promover un nuevo modelo de desarrollo para Madrid que sea digital, sostenible, diversificado, eficiente e innovador, asegura el portavoz socialista de economía en la Asamblea de Madrid.

Aspecto de la madrileña calle comercial Preciados.Olmo Calvo

La crisis de la covid-19 ha subrayado los problemas estructurales de la economía de la Comunidad de Madrid: falta de competitividad, baja productividad, temporalidad y precariedad laboral, tamaño empresarial excesivamente reducido, focalización excesiva en algunos sectores, decreciente peso de la industria, insuficiente I+d+i, débil transición ecológica, escasa digitalización, crecientes desigualdad y pobreza, carencia de cohesión territorial, debilitamiento del estado del bienestar e insuficiencia de recursos públicos. El modelo de éxito del que nos hablaban era más una ilusión ideológica que...

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La crisis de la covid-19 ha subrayado los problemas estructurales de la economía de la Comunidad de Madrid: falta de competitividad, baja productividad, temporalidad y precariedad laboral, tamaño empresarial excesivamente reducido, focalización excesiva en algunos sectores, decreciente peso de la industria, insuficiente I+d+i, débil transición ecológica, escasa digitalización, crecientes desigualdad y pobreza, carencia de cohesión territorial, debilitamiento del estado del bienestar e insuficiencia de recursos públicos. El modelo de éxito del que nos hablaban era más una ilusión ideológica que una realidad.

La solución a esos problemas no pasa por reducir lo público en favor de lo privado, desregular y competir con dumping salarial o fiscal. Al contrario, urge promover un nuevo modelo de desarrollo para Madrid que sea verde, digital, sostenible, diversificado, más industrial, eficiente, innovador, generador de empleo de calidad, inclusivo socialmente y cohesivo territorialmente.

A riesgo de fracasar, Madrid no puede convertirse en una isla frente a la política expansiva de la Unión Europea para superar la crisis

Tal modelo integral requiere una política económica regional digna de ese nombre que, en el marco de las competencias estatutarias, planifique la recuperación, la transformación y la resiliencia como ejes de presente y de futuro, que son también los del Fondo de Recuperación de la UE y el Plan de España para implementarlo -identificando el interés europeo, nacional y madrileño como un todo- y a los que están orientadas las 214 medidas del Dictamen de la Comisión de Recuperación aprobado por la Asamblea de Madrid, que el Gobierno autonómico debería asumir como hoja de ruta.

La conclusión es clara: si hay voluntad política, se dan las condiciones materiales necesarias para una profunda reforma de la economía madrileña como parte relevante de la segunda modernización de la española, pues contaremos para llevarla a cabo con nuevos e importantes recursos europeos (procedentes sobre todo del Fondo de Recuperación, pero también del Marco Financiero Plurianual) con los que activar y cofinanciar una suficiente inversión pública autonómica que actúe como un potente multiplicador de la privada, impulsando crecimiento y empleo de calidad.

Porque tenemos que ser conscientes de que, a riesgo de fracasar, Madrid no puede convertirse en una isla frente a la política expansiva de la Unión Europea para superar la crisis y transformar la economía de los Estados miembro a fin de hacerla más sostenibles en una globalización que ha recibido la buena noticia de la elección de Joe Biden.

El Gobierno regional tiene que cambiar de registro en ese terreno, promover una colaboración estrecha y leal con los municipios y alentar un pacto social con sindicatos y empresarios para la puesta en marcha del Dictamen de Recuperación y la elaboración Plan Autonómico Generación Europea, que ha de contener de manera articulada y priorizada los proyectos europeos de la Comunidad de Madrid, cuyo impacto en la economía madrileña puede ser extraordinariamente positivo si se trabaja codo a codo con el Gobierno de España, se fomenta la colaboración público-privada y se dota a la administración regional de los medios para gestionarlos.

La economía de Madrid como región capital europea no puede perder esta gran oportunidad: el coste sería histórico. Ni la ciudadanía permitirlo.

Carlos Carnero es portavoz socialista de economía en la Asamblea de Madrid.

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