El Ayuntamiento da marcha atrás y se ofrece a los vendedores del Rastro a controlar el aforo

Los vendedores barajan dos opciones: o se vuelven a manifestar el domingo o someten a votación la propuesta del alcalde

Manifestación de vendedores del Rastro el miércoles ante el Congreso de los Diputados.Luis De Vega Hernández

El Ayuntamiento de Madrid da marcha atrás en su negativa de no responsabilizarse del control del aforo que exige a los vendedores del Rastro para retomar su actividad tras ocho meses de cierre. Este es uno de los puntos de fricción entre los comerciantes ambulantes y el Gobierno municipal, que han celebrado varias reuniones en los últimos meses sin lograr desencallar la situación en medio de acusaciones de inmovilismo desde ambos lados. ...

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El Ayuntamiento de Madrid da marcha atrás en su negativa de no responsabilizarse del control del aforo que exige a los vendedores del Rastro para retomar su actividad tras ocho meses de cierre. Este es uno de los puntos de fricción entre los comerciantes ambulantes y el Gobierno municipal, que han celebrado varias reuniones en los últimos meses sin lograr desencallar la situación en medio de acusaciones de inmovilismo desde ambos lados. “No es factible” que el Consistorio se haga cargo de supervisar el aforo, dijo este jueves la portavoz municipal Inmaculada Sanz.

“Si la preocupación es el control del aforo, que no haya ninguna preocupación. El Ayuntamiento de Madrid se encargará con sus propios medios de que el Rastro esté debidamente aforado” para así garantizar la seguridad de comerciantes, visitantes y vecinos, ha comentado el alcalde. En todo caso José Luis Martínez-Almeida cree que esa no es una labor que corresponda a la Policía Municipal. El primer edil de la capital no ha dicho si serán los agentes u otro personal el que afronte la tarea.

Todo es “muy contradictorio” reconoce la portavoz de la principal asociación de vendedores ambulantes, el Rastro Punto Es, Malka Torralbo, que recibió este jueves la última propuesta municipal. Esperan anunciar su postura en las próximas horas, una vez que han enviado a sus asociados la información remitida por el Consistorio. Barajan dos opciones: una, seguir manifestándose porque no consideren adecuada la oferta; otra, someter a votación las condiciones que les han puesto sobre la mesa.

En la propuesta enviada este jueves a los vendedores del Rastro por parte del Ayuntamiento se ofrecen los detalles de las exigencias que las autoridades consideran mínimas para la reapertura. Almeida se ha mostrado optimista y no descarta incluso que el mercadillo vuelva este mismo domingo. Insiste en que depende de que los vendedores acepten. Los comerciantes ambulantes, que se manifestaron el miércoles ante el Congreso de los Diputados, dijeron el jueves que han de analizar y votar la propuesta.

En ella consta que solo estarán autorizados a montar 500 puestos (se alternarán la mitad cada domingo, pues son 996 en total) de tal manera que el máximo de personas que pueden estar a la vez en todas las zonas y sus correspondientes sectores es de 2.702. “En caso de picos con afluencia masiva de clientes, se impedirá la entrada al recinto y estos deberán esperar fuera, de forma organizada y guardando rigurosamente la distancia de seguridad”, recoge el documento.

Los puestos, que tendrán un máximo de dos metros de ancho y no de fondo, estarán situados solo en la calzada y separados entre ellos 1,5 metros. Además, deberán dejar libres las aceras para las personas que acudan a los comercios de la zona o que sean vecinos del barrio. Así lo ha explicó ayer la portavoz del Ejecutivo municipal, Inmaculada Sanz, durante la rueda de prensa posterior a la junta de Gobierno semanal.

“No es factible que el Ayuntamiento de Madrid pudiera hacerse cargo de este control de aforos”, ha señalado la portavoz, que ha aludido a los problemas que tiene la plantilla de la Policía Municipal, que a menudo se encuentra “al límite”.

Dispositivo especial para la Vuelta Ciclista

Madrid ha preparado un dispositivo especial para este domingo con 535 policías locales para trabajar en la última etapa de la Vuelta Ciclista a España, que atraviesa varias veces el eje Castellana-Recoletos-Prado y tiene la meta en la plaza de Cibeles. El Consistorio ha hecho un llamamiento público para que, ante las restricciones por la pandemia, los ciudadanos se abstengan de acudir a seguir el final de la etapa.

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