Entre dos culturas

El racismo es un problema íntegro en la sociedad

Mickey Rooney interpreta a un japonés en 'Desayuno con diamantes'.

En una escena de la película biográfica de Bruce Lee del año 1993 interpretado por Jason Scott Lee, le muestran viendo la escena de la película Desayuno Con Diamantes donde aparece el actor Mickey Rooney interpretando a Mr. Yunioshi haciendo yellowface, un personaje creado desde una mirada racista y estereotipada. Durante la proyección de esta escena, la sala, compuesta por personas no racializadas, se llenaba de risas. En esta escena Bruce Lee empieza a mostrarse incómodo, no solo por el contenido racista de la película, sino por la reacción del público, despertando en él el con...

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En una escena de la película biográfica de Bruce Lee del año 1993 interpretado por Jason Scott Lee, le muestran viendo la escena de la película Desayuno Con Diamantes donde aparece el actor Mickey Rooney interpretando a Mr. Yunioshi haciendo yellowface, un personaje creado desde una mirada racista y estereotipada. Durante la proyección de esta escena, la sala, compuesta por personas no racializadas, se llenaba de risas. En esta escena Bruce Lee empieza a mostrarse incómodo, no solo por el contenido racista de la película, sino por la reacción del público, despertando en él el conflicto identitario entre verse a sí mismo como una persona asiática, versus cómo se veía a través de la mirada blanca. Salvando las distancias, William Edward Burghardt Du Bois lo llamó la doble conciencia en el año 1903 en su trabajo The Souls of Black Folk. La doble conciencia “produce una sensación peculiar; un sentido de siempre verse a uno mismo a través de los ojos de otros, de medir su alma propia con el metro de un mundo que le mira con entretenido desdén y pena”.

Para Ana e Inés, dos mujeres españolas adoptadas con origen chino, la autoconciencia de esta doble conciencia vino, respectivamente, durante el Erasmus y durante la adolescencia. Inés, de 21 años, explica que siempre había visto diferencias de trato hacia ella por tener otros rasgos diferentes y que no sabía cómo nombrarlo, porque desde la infancia, la palabra racismo se le hacía muy grande. Pensaba que, para que algo se considerase racista, debía producirse una agresión violenta. “Cuando era pequeña pensaba que las cosas me pasaban por ser yo y me di cuenta de que era un problema que les pasaba a todas las personas racializadas”. Y cuanto más se visibilice esto, sobre todo a las más pequeñas, mejor, para que puedan pensar que “hay personas que sufren lo mismo, que no es algo personal, si no es un problema en la sociedad”.

Aquí es cuando Ana e Inés decidieron lanzar el proyecto Entre dos culturas en las redes sociales, creando un referente como personas asiáticas españolas visibilizando el activismo antirracista asiático. “El proyecto se llama Entre dos culturas porque no nos sentíamos ni de un lado ni del otro, nos encontramos en medio”. Crearon un espacio donde otras mujeres chinas adoptadas pudieran sentirse seguras y aprender unas de otras y donde pudieran compartir experiencias que habían vivido.

Además de crear un espacio para la comunidad asiática, destacan que este proyecto también va dirigida a las personas no racializadas. “Cuando les dices que el racismo está en la violencia la gente te apoya, pero cuando dices que el racismo también está en tu expresión y se lo señalas, empiezan a llamarte exagerada”. Desean que, con este proyecto, las personas escuchen más, “no tienes por qué sentirte ofendido sino verlo como un proceso de aprendizaje, construyéndolo día a día”. “Cada generación es diferente y puede que las generaciones que vienen detrás se sientan muy diferentes a cómo nos sentimos nosotras y también tendrán que tener su espacio para que les podamos escuchar”.

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