Lavapiés y otras excepciones en la decisión de las restricciones de movilidad

El Gobierno madrileño ha dejado fuera zonas con alta incidencia y ha incluido en las limitaciones otras que no llegan a la horquilla establecida bajo sus propios criterios

Grupo de jóvenes reunidos en la plaza de Nelson Mandela, en Lavapiés.DAVID EXPOSITO

Lavapiés tiene una incidencia acumulada de 1.185,29 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, es mayor que la de Pozo de Tío Raimundo (1.000,56), Humanes (1.053,1) o Entrevías (1.127,63), entre otras. Pero Lavapiés no está entre las 37 zonas básicas de salud a las que se aplican las nuevas restricciones por la covid-19 a partir de este lunes como sí lo están esas otras. Cuando el Ejecutivo de Isabe...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Lavapiés tiene una incidencia acumulada de 1.185,29 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, es mayor que la de Pozo de Tío Raimundo (1.000,56), Humanes (1.053,1) o Entrevías (1.127,63), entre otras. Pero Lavapiés no está entre las 37 zonas básicas de salud a las que se aplican las nuevas restricciones por la covid-19 a partir de este lunes como sí lo están esas otras. Cuando el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso anunció el viernes, tras varios días de incertidumbre, los lugares a los que se limitaba la movilidad y se reducían los aforos, se dejó esta zona en pleno centro de Madrid, bulliciosa y turística, que no verá sus comercios, bares y restaurantes cerrados a las 22.00, donde sus habitantes podrán circular libremente y la capacidad de afluencia en lugares públicos seguirá en el 60% y no en el 50%. ¿Por qué?

Más información

Para decidir qué zonas iban a verse sometidas a las nuevas medidas, el Gobierno madrileño manejó tres criterios que explicó el viernes el consejero de Sanidad Enrique Ruiz Escudero: cuando la incidencia acumulada en los últimos 14 días es superior a 1.000 casos por cada 100.000 habitantes, cuando esta tasa tiene una tendencia estable o creciente y cuando existe una contigüidad geográfica que facilita el control perimetral de la movilidad, es decir, que es más factible la supervisión de dos zonas que lindan y que tienen una incidencia similar.

Según la Consejería, Lavapiés “no cumple el tercer criterio”. Es decir, no tiene al lado ninguna otra área con una alta incidencia que facilite su vigilancia y por lo tanto, ha quedado fuera. Esta zona tiene al lado la de Alameda, con 827,30; Embajadores, con 565,56; Segovia, con 501,08; Martín de Vargas, con 553,92; Acacias, con 447,72; e Imperial, con 549,38. Cifras por debajo de la incidencia media de la región, que este viernes era de 682,57, pero muy por encima de la media del territorio nacional, que es de 267,82. La Comunidad supone un tercio de los contagios de toda España, tiene atención primaria y salud públicas desbordadas y la presión asistencial sobre esas dos áreas que son el primer muro de contención contra la expansión del virus ha pasado ya a los hospitales, con una ocupación de sus UCI por pacientes covid al 64%.

Matizan desde el Gobierno madrileño que “si hubiera que aplicar esas medidas más adelante se haría”, y aseguran que ahí, “la vigilancia y control del cumplimiento de las medidas en los establecimientos y el seguimiento de la colaboración ciudadana, incluido el aislamiento en los casos indicados, se verá reforzada a través de salud pública”.

“Epidemiológicamente es descabellado”

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Bajo un criterio científico, esa es también la opinión de los expertos. Por factibilidad “podría entenderse”, alega Manuel Franco, epidemiólogo experto en salud urbana, sobre la exclusión de Lavapiés. Porque en “la situación aguda de emergencia y urgencia en la que nos movemos en este momento tienes que tomar decisiones que puedas poner en marcha el lunes”. “Además del jaleo obvio que supone conf inar un lugar con el movimiento de gente de Lavapiés”, ironiza. Sin embargo, “epidemiológicamente es descabellado”: “De lo que se trata es de parar la pandemia, más allá de los barrios que dejas y los que no, si la gente va a seguir trabajando, yendo a los comercios, a los bares y los niños a los colegios, ¿cómo vas a frenar el virus?”.

Franco, como el resto de expertos, cree que el problema no es haberse dejado fuera este céntrico lugar —o Doctor Trueta (1.185) y Miguel Servet (1.007), en Alcorcón; Las Fronteras (1.142), en Torrejón de Ardoz; y Sierra de Guadarrama (1.071), en Collado Villalba, que también superan la IA de 1.000 y tampoco tienen restricciones por el mismo motivo, según explica la Consejería de Sanidad—, sino haberse dejado fuera “el resto de Madrid”. “Si ya has montado el show y has provocado miedo, ¿por qué no haces lo que tienes que hacer, pones esas restricciones en toda la Comunidad y así no creas una segregación y una estigmatización en 858.000 personas?”. El experto está convencido de que el objetivo con estas medidas “lights” no se va a cumplir: “Y dentro de 15 días igual estamos confinados todos”.

A veces, dice la epidemióloga María Urtasun, de la Asociación Madrileña de Salud Pública (Amasap), los confinamientos perimetrales pueden tener sentido, pero han de cumplir una serie de requisitos que no ocurren en Madrid: “Que sea una unidad lo suficientemente pequeña como para manejarla, que su incidencia sea muy elevada y significativamente diferente a su entorno y que se haga una intervención sociosanitaria para que los ciudadanos puedan cumplir con lo que les pides, como recursos habitacionales o facilitar el teletrabajo”. A eso, añade Urtasun, “hay que añadir que en estas medidas hay muchas excepciones, por lo que la efectividad puede ser limitada, aparte de ser estigmatizante, injusta y que sobrecarga más a la gente que peor está, y que es esa situación precisamente la que lleva a que esas zonas tengan más incidencia”.

Miguel Ángel Royo, médico epidemiólogo, también de Amasap, es contundente: “No está justificado hacer confinamientos selectivos cuando la incidencia acumulada está disparada en todo Madrid. En los niveles en los que nos movemos, tendrían que tomarse estas medidas en toda la Comunidad”. Tanto Urtasun como Royo añaden algo más para lo que “aún no es tarde”, “reforzar salud pública y primaria”, y estudiar algo “mucho más efectivo” que las limitaciones en estas 37 zonas: “Dar pasos atrás en la desescalada, con algún tipo de revisión de la fase 1 o, incluso, de la 0”.

Getafe pone en duda el criterio de sus dos confinamientos

Policia Local y Protección Civil reparten octavillas en Getafe con las medidas de restricción de movimiento.
Otro caso similar es el de Getafe. Su alcaldesa, la socialista Sara Hernández, no sale de su asombro. Se enteró de que iban a confinar dos áreas de salud de su municipio, Las Margaritas y Sánchez Morate (45.000 habitantes), al mismo tiempo y del mismo modo que el resto de los madrileños, “por la tele y apuntando las medidas y las zonas en un papel en la mesa del salón” de su casa. Nada más conocer la noticia, pidió explicaciones al Gobierno regional, ya que Antonio Zapatero, el viceconsejero de Salud, le había descartado el miércoles por teléfono que las medidas fueran a afectar a Getafe y el jueves por la tarde se lo ratificaron el consejero, Enrique Ruiz Escudero, y Miguel Ángel Rodríguez, jefe de gabinete del Gobierno regional.

“El consejero de Sanidad me recordó que, como yo misma he defendido, las medidas que se adoptan en una zona afectan a las colindantes, así que por cercanía y por criterio de solidaridad se hacía también en Getafe”, cuenta la alcaldesa, que se echó las manos a la cabeza. “¡Pero si a los que habéis confinado no están cerca de Villaverde, le dije. Y se hizo el silencio al otro lado del teléfono”, continúa. Hernández no entiende absolutamente nada, ya que ninguna de las dos zonas de salud con restricciones de su localidad linda con Villaverde. La zona limítrofe, a una calle, es el barrio de Perales del Río, que tiene una incidencia de 405 casos por 100.000 habitantes y que no ha sido restringida. Es más, Las Margaritas tiene 869 y Sánchez Morate 759, por debajo de otras zonas de la región que no han sido confinadas a más de mil. Incluso otras áreas de salud de Getafe tienen más casos: 795.

Hernández reclama al Gobierno regional que detalle qué criterio se ha seguido para determinar qué zonas son rojas y pide medidas “más contundentes" y que afecten a toda la comunidad, ya que “de esto, o salimos todos, o no salimos”, como “más rastreadores y un refuerzo del transporte público y de la atención primaria, que están en cueros”. A su juicio, las medidas adoptadas “llegan tarde y son arbitrarias, ineficaces y clasistas”. “Una limpiadora, un albañil, no pueden teletrabajar, se confina al obrero y al pobre”, denuncia, pero ofrece toda su colaboración para llevarlas a la práctica. Este sábado ya han publicado un bando municipal, han colocado cartelería en las zonas afectadas para informar a los vecinos y unidades de a pie de la Policía Local van a repartir octavillas entre los vecinos. Hernández confiesa que, a pesar de poner todos sus recursos, 250 agentes, a disposición del Gobierno regional, la limitación de la movilidad va a ser “muy difícil de cumplir”. “No puedo poner un policía en cada portal, tengo calles en las que los pares están confinados y los impares, no”, revela Hernández.

En Getafe, según la alcaldesa, el ambiente es de “mucha preocupación y de mucho cabreo” entre la población, que considera que se está “estigmatizando y culpabilizando al sur tras décadas de olvido permanente, en las que no se han hecho inversiones y se han cargado” sobre sus espaldas “todas las incineradoras y depuradoras que el norte no quería”.

Información sobre el coronavirus

- Aquí puede seguir la última hora sobre la evolución de la pandemia

- Así evoluciona la curva del coronavirus en España y en cada autonomía

- Descárguese la aplicación de rastreo para España

- Buscador: La nueva normalidad por municipios

- Guía de actuación ante la enfermedad

Más información

Archivado En