El anuncio de los confinamientos desconcierta a los socios de Ayuso

Ignacio Aguado, líder regional del partido de Arrimadas, renuncia a dar la rueda de prensa tras el Consejo de Gobierno

El vicepresidente y consejero de Deportes, Ignacio Aguado, reunido con el presidente de la Fundación España Activa, Jaime Lissavetzky. En vídeo, tregua política entre Gobierno y Comunidad de Madrid para luchar contra la covid-19.Vídeo: EUROPA PRESS / ATLAS

Cs y Vox, los dos partidos que han permitido que Isabel Díaz Ayuso (PP) gobierne la Comunidad de Madrid, quedaron desconcertados el miércoles por el anuncio de que el Gobierno se disponía a ordenar confinamientos selectivos en la región, inmediatamente desmentido. Ignacio Aguado, líder regional del partido de Inés Arrimadas, renunció a dar la rueda de prensa que ofrece todas las semanas tras el Consejo de Gobierno...

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Cs y Vox, los dos partidos que han permitido que Isabel Díaz Ayuso (PP) gobierne la Comunidad de Madrid, quedaron desconcertados el miércoles por el anuncio de que el Gobierno se disponía a ordenar confinamientos selectivos en la región, inmediatamente desmentido. Ignacio Aguado, líder regional del partido de Inés Arrimadas, renunció a dar la rueda de prensa que ofrece todas las semanas tras el Consejo de Gobierno para no ser preguntado al respecto, aunque este jueves respaldó públicamente a la presidenta. Rocío Monasterio, por su parte, criticó sin paños calientes al Ejecutivo, que estudia presentar nuevas restricciones hoy.

“Anunciar un posible confinamiento puntual un miércoles para llevarlo a cabo el fin de semana es inexplicable”, lamentó Rocío Monasterio, líder de Vox, que permitió la investidura de Díaz Ayuso como presidenta, pese a que era la primera candidata del PP derrotada en unas elecciones desde 1987. “Quien puede, huye, algunos con el virus. Se trata de confinar el virus, no de irradiarlo”. Y pidió: “Decisión y ejecución firme, evitemos la incertidumbre”.

Las palabras con las que reaccionó Monasterio al anuncio fallido del Gobierno no fueron una excepción. El martes, durante el debate del estado de la región, la líder de Vox se empeñó con mucha más dureza contra Díaz Ayuso que los portavoces de PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos IU Madrid en Pie. La diferencia estuvo en su frialdad. Donde otros usaron adjetivos, ella aportó datos (el Gobierno no ha aprobado ninguna ley), experiencias personales (le acusó de “mentir” por no respetar un pacto para aprobar una bajada de impuestos) y un análisis descarnado de la gestión de la pandemia.

“¿Sabe lo que está pasando en Madrid?”, le espetó a la presidenta. “Todo lo que le parece mal y critica a nivel nacional, le parece bien y alaba a nivel autonómico”, apuntó. “Dejen de ver la paja en el ojo ajeno y rectifiquen. Llevan meses utilizando a Sánchez como excusa para no ejercer su responsabilidad. Cuando le quitó las competencias con la declaración del estado de alarma, se quejaba de que no las tenía; y cuando se las devolvió, lamenta que no le den el manual de lo que tiene que hacer”, siguió. “Dejen de mandarse cartas para desviar responsabilidades, apriétense el cinturón y empiecen a gobernar, o la crisis social les estallará en la cara”.

Aguado no se empleó con esa contundencia. Donde Monasterio habló, él calló. Tras más de un año de Gobierno de coalición marcado por las discrepancias internas, Díaz Ayuso y Aguado intentaron convertir el debate del estado de la región en la escenificación de la unidad del Ejecutivo. Tuvieron una foto cómplice. La presidenta agradeció una y otra vez el trabajo de los consejeros de Ciudadanos. Usó el plural, y ponderó a su socio (“el vicepresidente y yo”) para defender que en su Gobierno “no sobra nadie”. Aguado, sin turno de intervención en el debate, apenas se expresó en sus redes sociales para frenar cualquier esperanza de que pudiera sumarse a una moción de censura contra la izquierda (“No es momento de partidismos ni de juegos de sillas”).

Aguado, que es el portavoz del Gobierno, además de su vicepresidente, renunció a su momento de mayor exposición mediática de la semana: la rueda de prensa que sigue al Consejo de Gobierno de los miércoles, una decisión inusitada, más aún cuando un político que también encabeza la cartera de Transparencia decide que es mejor esperar a no dar explicaciones sobre una medida que afecta a millones de ciudadanos. Señal de lo que piensa de ella.

Así, Aguado guardó silencio el miércoles sobre el anuncio del confinamiento selectivo y añadió confusión e incertidumbre a la situación este jueves, cuando avanzó que habrá que “hacer más esfuerzos” sin precisar a qué se refería.

Plan de máximos

Fue un resumen de la crisis desatada el miércoles. “Lo que fue un planteamiento de escenarios se ha entendido como un planteamiento de máximos”, lamentó una fuente de la confianza de Díaz Ayuso sobre el anuncio del viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19, Antonio Zapatero, desaparecido de la agenda del Gobierno, como todos los consejeros salvo el de Justicia, Enrique López. “Tenemos un gran entendimiento interno”, defendió este jueves el jurista en una entrevista en Onda Cero.

Partido Popular y Ciudadanos han conformado el primer Ejecutivo de coalición de la historia de la región madrileña. Gobiernan en minoría, dependiendo para todo del partido de extrema derecha Vox, en medio de una crisis sanitaria sin precedentes. Ya hay 186.826 personas que se han contagiado en Madrid y 15.920 fallecidos por la enfermedad, además de 2.850 hospitalizados en este momento, según el informe epidemiológico diario que publica el Ejecutivo. Y mientras la situación se agrava (“está estabilizada”, defienden los gestores madrileños), el Gobierno sufre una crisis de gestión que ya se ramifica de la Real Casa de Correos a la Asamblea: ni Cs, que es parte del Gobierno, ni Vox, que permitió su puesta en marcha y luego se quedó en la oposición, entendieron el anuncio hecho por Zapatero, ni su gestión posterior.

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