Madrid emplea a más de 70 militares, biólogos, educadores sociales y psicólogos como rastreadores

Las “dificultades” para encontrar personal con formación sanitaria obligan a la Administración a buscar otros profesionales

Una rastreadora del Ejército de Tierra rellena el formulario de recogida de datos de contactos estrechos de covid-19 desde el Cuartel General de la Unidad Militar de Emergencias (UME).Ricardo Rubio (Europa Press)

La dificultad para encontrar rastreadores con formación sanitaria ha llevado a la Comunidad de Madrid a contar con más de 70 profesionales con otros perfiles académicos, según información obtenida por EL PAÍS a través del portal de transparencia. Así, este jueves ha empezado a formar a 20 de los 150 investigadores militares que le demandó al Ministerio de Defensa, y desde julio cuenta con 58 profesionales graduados en biología, educación social y psicología.

Los datos reflejan los problemas encontrados por la Administración para hacer el seguimiento de los contactos estrechos de los nue...

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La dificultad para encontrar rastreadores con formación sanitaria ha llevado a la Comunidad de Madrid a contar con más de 70 profesionales con otros perfiles académicos, según información obtenida por EL PAÍS a través del portal de transparencia. Así, este jueves ha empezado a formar a 20 de los 150 investigadores militares que le demandó al Ministerio de Defensa, y desde julio cuenta con 58 profesionales graduados en biología, educación social y psicología.

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Los datos reflejan los problemas encontrados por la Administración para hacer el seguimiento de los contactos estrechos de los nuevos contagiados ante el repunte de casos: Madrid empezó la segunda ola con apenas 166 rastreadores para casi siete millones de habitantes, y hoy dice contar con 795 y poder llegar a más de 1.000.

En esa cifra, sin embargo, se incluyen también al menos 140 telefonistas que se encargan de localizar y contactar a las personas que han tenido contacto estrecho con los nuevos contagiados (más de 40.000 solo en agosto), para así romper la cadena de transmisión.

El servicio acaba de ser renovado, extendiéndolo hasta el 1 de octubre a cambio de casi un millón de euros, ya que se ha externalizado. Su misión es realizar del orden de 4.500 llamadas diarias.

No es la única labor relacionada con los rastreadores que se ha privatizado. El Gobierno de Isabel Díaz Ayuso también ha contratado a una veintena de médicos y enfermeros de la empresa Quirón por 200.000 euros.

Además, el Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso le ha solicitado al Gobierno central 150 rastreadores militares de los 2.000 que formó el Ministerio de Defensa, que dirige Margarita Robles. De ellos, según detalla la consejería de Sanidad, ya han llegado los primeros 20, que están siendo formados “en los protocolos, procedimientos y sistemas de información para la vigilancia y control de COVID-19 de la Comunidad de Madrid”. ¿Cómo se integrarán en los equipos civiles? “La formación y supervisión de los militares, como del resto de profesionales que se han incorporado a las tareas de vigilancia y control de COVID-19, corre a cargo de epidemiólogos expertos de la Dirección General de Salud Pública”.

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