Calzado a medida con tecnología del siglo XXI

Tecnología y artesanía se dan la mano en Glent Shoes, una marca de calzado masculino personalizado y a medida, con la elegancia y el confort como sellos de identidad.

Carlos Baranda en su tienda de zapatos, Glent Shoes.Inma Flores

Si hay algo que vemos constantemente mientras caminamos son nuestros pies, de ahí la importancia de prestarle atención al calzado en el que los enfundamos. Nuestros pies nos llevan a todos lados y soportan el peso de nuestro cuerpo, por lo que bien merecen que pensemos en ellos de vez en cuando. Eso es precisamente lo que hacen desde Glent Shoes, una marca especializada en zapatos hechos a medida en España con materiales de primera calidad.

Carlos Baranda es uno de sus socios fundadores y su director general. La marca empezó su andadura en 2014, pri...

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Si hay algo que vemos constantemente mientras caminamos son nuestros pies, de ahí la importancia de prestarle atención al calzado en el que los enfundamos. Nuestros pies nos llevan a todos lados y soportan el peso de nuestro cuerpo, por lo que bien merecen que pensemos en ellos de vez en cuando. Eso es precisamente lo que hacen desde Glent Shoes, una marca especializada en zapatos hechos a medida en España con materiales de primera calidad.

Carlos Baranda es uno de sus socios fundadores y su director general. La marca empezó su andadura en 2014, primero con una tienda en el callejón de Jorge Juan y, desde noviembre de 2019, en el número 21 de Claudio Coello y en la segunda planta de El Corte Inglés de Castellana. La idea de Glent Shoes consiste en aunar la tradición artesana española con la última tecnología en lo que a medición del pie se refiere. Tiene lógica: cuánto más se ajuste la horma de un zapato a las medidas reales de nuestro pie, más cómodos iremos. De hecho, según datos que facilitan desde la marca, 6 de cada 10 personas usan calzado que no es de su talla, porque el método que habitualmente se emplea para calcularla se centra solo en el largo, sin tener en consideración el ancho o la altura del empeine. “Al pie nunca se le ha dado demasiada importancia, sobre todo a lo que supone en bienestar, confort y salud el hecho de ir bien calzado”, explica Carlos. E ir mal calzado no solo es incómodo, sino que puede acarrear problemas de salud que empiezan en los pies, pero que se acaban extendiendo a rodillas y caderas y que pueden afectar a nuestra forma de caminar.

Para desarrollar una tecnología propia que les permitiera personalizar al máximo sus zapatos, se aliaron con el Instituto Tecnológico del Calzado de España. Así idearon el digitalizador 3D, un escáner con el que se obtiene el largo, el ancho y la altura del empeine, consiguiendo una representación perfecta de cada pie. “Nuestra propuesta parte de la premisa de que no somos simétricos, el pie derecho y el izquierdo no son exactamente iguales”. Un algoritmo se encarga de realizar una búsqueda en su banco de hormas y da una recomendación de talla, ancho y empeine; además, se pregunta al cliente sobre sus preferencias en cuanto al calzado, su estilo de vida o si tiene alguna necesidad específica. A continuación, se realiza una prueba de calce y se elige el modelo –tienen desde zapatos clásicos como los mocasines o los Oxford hasta sneakers o botas Chelsea–. En el proceso también interviene un podólogo, que aporta sus conocimientos a la fábrica para que elaboren un zapato único a la medida de cada persona. El par estará listo en unas cuatro o seis semanas, un plazo más que ajustado teniendo en cuenta que se fabrican pieza a pieza de forma artesanal.

El diseño es el otro pilar clave de Glent Shoes. Sus zapatos se pueden personalizar hasta el último detalle. Trabajan con pieles procedentes de tenerías europeas y disponen de varios tipos de suela que se adaptan a cualquier clima. Para el cosido, utilizan una técnica ideada en la Inglaterra del siglo XIX por el artesano Charles Goodyear, que aporta al zapato resistencia y durabilidad. Sus suelas, además, llevan una capa interior de corcho que sirve para aislar el pie tanto del frío como del calor y que actúa como una plantilla natural que se va adaptando al pie a medida que caminamos sobre ella.

Interior de la tienda Glent Shoes.Inma Flores

El precio de cada par oscila entre los 350 y los 420 euros (en el caso de las botas). La idea es que duren toda la vida, o casi. En Glent presumen de ser una marca sostenible precisamente por su durabilidad, pero también por el completo servicio de mantenimiento que ofrecen, ya que sus zapatos se pueden ir reparando a medida que se vayan desgastando. “Podemos decir que acompañamos al cliente durante toda la vida del zapato”. Dentro de su servicio anti-aging se incluye el cambio de suelas y de tacones o la nutrición de la piel. “Cuando fabricamos, siempre pensamos que ese zapato tiene que durar mucho tiempo. Queremos que el cliente vuelva, no porque se le rompa un par, sino porque el que tiene calce tan bien que quiera otro”. Insisten en la importancia de cuidarlos bien y, de hecho, Carlos cuenta que una de las cosas que más les pide la gente es que les enseñen a limpiar los zapatos.

Además de su servicio de calzado a medida, para quienes quieran llevarse algo al momento han desarrollado pequeñas colecciones ready-to-wear con los modelos más icónicos “que todo hombre debería tener en su armario”. Estas colecciones ofrecen una variedad de tallas medias, varios anchos diferentes y se fabrican con los mismos materiales que el calzado personalizado, claro que no es lo mismo que hacérselos a medida. “El cliente que viene aquí no vuelve a ir a una zapatería normal, porque gana en salud y en comodidad. A muchos de ellos les hemos cambiado la vida”.

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