Díaz Ayuso no sabe dónde meter la polémica escultura de homenaje a las víctimas del coronavirus
La Comunidad de Madrid aparta del patio central de la sede de Presidencia, en la Puerta del Sol, la pieza que Víctor Ochoa donó con la única condición de ser ubicada en la Real Casa de Correos
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha ocultado la escultura polémica que homenajea a las “víctimas, héroes y heroínas” de la covid-19, de Víctor Ochoa, en una esquina del patio de luces de la sede de Presidencia, en la Puerta del Sol, tal y como ha desvelado La Sexta. La escultura ha aparecido tapada por unas mantas y escondida bajo una escalera, una semana después de su presentación. Desde la Comunidad de Madrid se ad...
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha ocultado la escultura polémica que homenajea a las “víctimas, héroes y heroínas” de la covid-19, de Víctor Ochoa, en una esquina del patio de luces de la sede de Presidencia, en la Puerta del Sol, tal y como ha desvelado La Sexta. La escultura ha aparecido tapada por unas mantas y escondida bajo una escalera, una semana después de su presentación. Desde la Comunidad de Madrid se advierte que la obra “está pendiente de ubicación”.
Sin embargo, la ubicación era la única condición que había puesto Víctor Ochoa en la donación, tal y como advirtió el propio artista a este periódico. De hecho, en la ficha de la escultura, que Ochoa ha hecho pública en su web, aclara este aspecto: “Patio acristalado de la Real Casa de Correos, sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid”. En un inicio ambas partes aceptaron el trato, que ahora parece desmontarse. El cambio de opinión de Presidencia puede deberse a cuando se hizo público que la creación de la escultura no está vinculada a la pandemia del coronavirus, algo que era evidente en el momento de la entrega en plena fase cero, dado que la mitad de la pieza (de bronce, resina y esmalte) se ha hecho en una fundición.
El propio artista explicó a EL PAÍS el motivo por el cambio de significado repentino de una obra que ha fechado en 2020, pero que él mismo reconoce haber concebido hace 25 años como alegoría protagonizada por un fauno: es “el artista quien decide cuál es el momento para una pieza”, aunque sea otra desde hace años. En medio de la pandemia descubrió que la escultura de aquel ser con una especie de mascarilla en su rostro podía ser un buen recuerdo a los cerca de 30.000 fallecidos. Según explicaba Ochoa, fue una “revelación espontánea”. También la expuso hace dos años en Boadilla del Monte con otro título.
Una decisión sin Cultura
El 25 de abril, Isabel Díaz Ayuso colgó en su perfil de Instagram una ilustración de la Gran Vía, realizada por Javier Crespo, y anunció que “con todas vuestras obras donadas haremos una exposición en Sol, en homenaje a las víctimas y a los héroes del covid-19”. Y anunció que el lema saldría de una de las obras recibidas. Unas semanas más tarde se hizo la foto presentando la obra de Víctor Ochoa. Presidencia de la Comunidad de Madrid no ha aclarado cómo se tomó la decisión de elevar a un espacio capital aquella escultura.
Desde la Consejería de Cultura de la Comunidad de Madrid se indicó a EL PAÍS que no tienen nada que ver con esta decisión y que tampoco fueron consultados por la presidenta. De hecho, según el portal de transparencia de la Comunidad de Madrid, en la presentación de la pieza, el jueves 14 mayo, debería haber estado acompañada por Marta Rivera de la Cruz, consejera de Cultura y Turismo, pero no acudió. Solo Paloma Martín, consejera de Medio Ambiente, estuvo al lado de Isabel Díaz Ayuso en una foto que pasará a la posteridad.
Los contactos a alto nivel del escultor con el PP fraguaron una donación alentada por la máscara del rostro de la figura cuyo nuevo título puso la Comunidad de Madrid. “La máscara es fundamental en esto. Para mí es lo que hace a esta pieza representante de esta crisis”, reconocía Víctor Ochoa. Cree que ese elemento resume todo lo que significa esta crisis. “No hace falta explicar nada más”, contó. Tal y como lo ve el autor, cambiar el significado de la escultura “no es un ejercicio oportunista” y es “perfectamente lícito”. “No hay regla que regule las cuestiones artísticas. Nadie puede discutir el porqué de una decisión del artista. Ese es su derecho: crea al margen de la sociedad y la política”, zanjó el autor.