Puro entretenimiento
Esnórquel, Perra de Satán y Benja de la Rosa son creadores de contenidos que se pueden disfrutar gratuitamente en Internet
Escuchar pódcast es una de las actividades que ayudan a sobrellevar mejor la reclusión por el coronavirus. Esnórquel y Perra de Satán tienen el suyo: ¿Puedo hablar!, convertido en un éxito que no esperaban. Lo comenzaron de manera completamente amateur. Benja de la Rosa empezó a dirigir en plena crisis, hac...
Escuchar pódcast es una de las actividades que ayudan a sobrellevar mejor la reclusión por el coronavirus. Esnórquel y Perra de Satán tienen el suyo: ¿Puedo hablar!, convertido en un éxito que no esperaban. Lo comenzaron de manera completamente amateur. Benja de la Rosa empezó a dirigir en plena crisis, hace diez años. Autor de numerosos cortos y de la serie Terror y feria, sus ficciones se pueden disfrutar gratuitamente en Internet. Estos días sin salir a la calle los tres aprovechan para seguir desarrollando distintos proyectos. Desde Madrid para el mundo.
Confinadas. Esnórquel y Perra de Satán charlan largo y tendido en ¿Puedo hablar!, un pódcast en que reflejan quiénes son y lo que les interesa. En sus primeros 20 programas ya superan las 200.000 reproducciones entre iVoox, Spotify y Apple Podcasts. Esta semana han publicado una nueva entrega: Confinadas. “Antes que tirarnos por la ventana o decolorarnos el pelo hemos preferido ponernos a grabar. Por primera vez hemos hecho el programa a distancia, sin estar juntas”, explican. Mientras dure la forzosa reclusión en sus respectivas casas, grabarán nuevas entregas. “Cada programa trata un tema diferente. Simplemente nos sentamos ante el micrófono con un par de ideas en la cabeza y nos dejamos llevar”. Siempre hablan en femenino. “Los temas que tratamos son importantes para nosotras, pero no ocupan demasiado espacio en los medios masivos. Para hablar de la relación que nuestra generación tiene consigo misma y con el mundo hemos tenido que generar nuestro espacio, entre la intensidad y la autoparodia”.
Servicio público. En el pódcast tratan sin complejos temas como el cuerpo y la salud mental. “Cada día recibimos mensajes de oyentes que se sienten acompañados y eso es muy bonito. Hay gente que nos ha dicho que ha empezado a ir a terapia después de escuchar el episodio Locas. De alguna manera, hacemos servicio público”. Esnórquel es Enrique F. Aparicio, mitad del dúo musical Monterrosa, y Perra de Satán es el personaje creado para Internet por Beatriz Cepeda. “Las dos somos unas cuentistas. Nos gusta mucho el arte de contar historias”. La Prohibida, Samantha Hudson y Eduardo Rubiño son algunas de las personas conocidas de distintos ámbitos que ya han participado en ¿Puedo hablar!. Tienen nuevos objetivos. “Sueño con tener a Massiel. Es una figura que me fascina, me parece una señora irrepetible”, señala él. “Yo querría que viniera Quim Gutiérrez, pero cuando pase la cuarentena, que quiero poderle dar dos besos, por lo menos”, desea ella.
Cita pospuesta. El próximo 1 de abril iban a grabar el primer ¿Puedo hablar! con público en directo. Las entradas, a 5 euros, volaron al salir a la venta. “Nos aseguramos que en el sitio donde lo íbamos a hacer se podrían recolocar las sillas si no se vendían muchas entradas, para que no quedara desangelado. Nuestra sorpresa fue que se vendieron todas en unas horas”. Tendrán que posponer la cita. “Tenemos un enemigo microscópico, invisible. Quién nos iba a decir que íbamos a vivir situaciones como las de la serie Years & Years o la película El incidente, de M. Night Shyamalan. Si nos damos mutuamente fuerzas todo será más llevadero”. Pocos días antes de comenzar la cuarentena, Esnórquel llegaba de México. Allí ha estado de gira con su grupo Monterrosa, que forma con Rocío Saiz. Latencia, su primer EP, ha superado las 500.000 escuchas en Spotify. En este tiempo de reclusión aprovechará para seguir avanzando en su nuevo álbum, Piel divina. Mientras, Perra de Satán teletrabaja en su horario habitual. “Cuando termino, entre que veo un par de capitulitos de algo o una peli se me pasa el día”.
Mejunje de géneros. Benja de la Rosa comenzó su carrera como director en plena crisis. Era 2008 y parecía que el mundo se desmoronaba. “Cogí una cámara y empecé a rodar cortos sin presupuesto, homenajeando a John Waters, Bruce LaBruce y toda esa subcultura”. Los subía a su canal de YouTube, donde siguen. Cruising de mujer, uno de ellos, supera las 650.000 visualizaciones. “Son extremadamente underground. Nacieron de mi amor a la cultura trash, al cine de serie B y serie Z. Hay terror, comedia, disparate. Son un mejunje de géneros”, define. En aquella época también dirigió sus primeras obras en Microteatro. “Aquella crisis sirvió para agudizar el ingenio y creo que eso mismo va a pasar ahora. En aquel momento abrieron un montón de salas alternativas y se descubrieron a muchísimos nuevos talentos”. Él pasó de dirigir en una habitación de cuatro metros cuadrados a hacerlo en el Teatro Lara. Así le ocurrió con una obra sobre Louella Persons, aquella mujer que destruía carreras desde su columna.
Reparto de lujo. Hace un año, Benja de la Rosa estrenaba su primera serie, Terror y feria. Folclóricas asesinas, youtubers descerebrados, posesiones inauditas. Seis capítulos autoconclusivos que se pueden ver gratuitamente en Flooxer. Sandra Escacena, Eva Llorach, Cristina Alcázar, Itziar Castro y Mariona Terés son algunas de sus protagonistas. “Es un reparto de lujo”. Al igual que en las Historias para no dormir, de Chicho Ibáñez Serrador, cada capítulo cuenta con una introducción. En la serie también hay denuncia. Uno de los capítulos, Transpiritu, protagonizado por Geena Román y Laura Corbacho, pone el foco en las agresiones a transexuales. “El colectivo trans sigue siendo el más maltratado, el más marginado y el más agredido. Ante el aumento de la intolerancia, los pins parentales, los horribles discursos de la ultraderecha o la incomprensión de las TERF, solo se me ocurre escribir y escribir más para apoyarles”.
En casa. “La verdad es que estos días de encierro estoy escribiendo muchísimo. A mí estar obligatoriamente en casa me está resultando muy productivo”, dice Benja de la Rosa. Eso le anima después de haber perdido varios trabajos por el confinamiento. “Las próximas semanas las tenía muy ocupadas: daba un curso de guión en Cineteca, iba a rodar un corto, daba un curso de interpretación en Microteatro… Todo se ha caído”. El director y guionista trata de permanecer tranquilo. “Estamos dentro de una película de terror. La cosa va para largo así así que paciencia y a acatar las normas. Es tiempo para leer, meditar, limpiar, ordenar, descubrir nuevas películas, géneros y directores. Recomiendo ver la tele lo justito y no entrar demasiado a Twitter”.