A Illa de Arousa, el pueblo del narco Marcial Dorado, negocia la compra de todo su patrimonio incautado, incluida su mansión
El Ayuntamiento ya ha adquirido dos parcelas donde proyecta construir 70 viviendas de promoción pública y una zona verde
El decomiso del patrimonio del narcotraficante gallego Marcial Dorado, acordado por la Justicia en 2016, se ha convertido en el proceso más largo y el que incluye bienes de mayor valor de los últimos 20 años en Galicia. Las subastas de los lotes convocadas por el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) se han ido sucediendo con lentitud, aunque algunos inmuebles han sido adquiridos m...
El decomiso del patrimonio del narcotraficante gallego Marcial Dorado, acordado por la Justicia en 2016, se ha convertido en el proceso más largo y el que incluye bienes de mayor valor de los últimos 20 años en Galicia. Las subastas de los lotes convocadas por el Plan Nacional sobre Drogas (PNSD) se han ido sucediendo con lentitud, aunque algunos inmuebles han sido adquiridos mediante venta directa. En este último caso, entre los compradores hay instituciones públicas. Primero fue el Ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) y ahora el de A Illa de Arousa (Pontevedra), el pueblo donde nació y vive Dorado su jubilación tras pasar nueve años en prisión.
El Ayuntamiento de A Illa acaba de adquirir dos parcelas donde proyecta construir 70 viviendas de promoción pública y una zona verde. Pero el próximo objetivo del alcalde, el socialista Luis Arosa, es la mansión por la que el famoso traficante sigue peleando en los tribunales para retenerla y cuya tasación a la fecha del embargo superaba los tres millones de euros. “El día que tenga que abandonar esa casa, que es del Estado, está más cerca y luego ya veremos cómo la pagamos”, adelanta el regidor.
La mansión de Marcial Dorado, de 75 años, que puertas adentro es una de las más ostentosas construidas por los capos del contrabando de tabaco en los años setenta, es una pequeña muestra del montante embargado al narco, valorado en 21,4 millones de euros y que estaba a nombre de 19 sociedades españolas y nueve extranjeras. Diseminado por distintas provincias, es un extenso inventario de inmuebles, fincas, bajos comerciales, gasolineras, aparcamientos o negocios que afloraron tras una larga investigación. Las pesquisas también permitieron localizar 16 cuentas en Suiza de compañías localizadas por la Agencia Tributaria en España, Portugal y Marruecos.
El alcalde ha anunciado que su idea es convertir la vivienda en un centro de la tercera edad y reservar parte de las instalaciones para ampliar los equipamientos deportivos para las generaciones más jóvenes. “El chicle judicial sobre esta propiedad no puede estirarse más y como alcalde he puesto todo mi empeño en defender la propuesta de que esta casa revierta en los ciudadanos del municipio, desde los mayores a los jóvenes, porque creo que es lo justo”, explica Arosa.
El regidor ha explicado que retomará en breve con la delegada del PNSD, Francisca Sureda, las gestiones que ya inició con su antecesor en el cargo, Joan Ramón Villalbí. Villalbí, cuenta el alcalde, se comprometió a que, llegado el momento, la propiedad no saldría a subasta para que el Ayuntamiento de A Illa pudiera hacer una oferta para comprarla. “No va a ser barata, pero sé que tendremos todas las ventajas posibles para adquirirla, y si yo sigo aquí, será propiedad de los isleños”, asegura.
Arosa, que lleva diez años en la política local, dos de ellos como alcalde al frente de un gobierno bipartito con el BNG, está negociando la adquisición de otra parcela rústica de 4.000 metros que aparece en el inventario de bienes decomisados a Dorado. Su idea es destinarla también a zona verde ante las restricciones para edificar que presenta el plan urbanístico del municipio. En unos días se firmará ante notario la compra de los dos terrenos que ya está cerrada, por la que el Ayuntamiento pagará 361.000 euros. La inversión está ya consignada en los presupuestos municipales de 2025 con un plan de pagos a siete años.
En diciembre de 2010, el Ayuntamiento de Vilanova de Arousa fue el primero en pujar por parte de la herencia de los narcos. Se hizo con el pazo de Vista Real, del siglo XVII, que fue decomisado al clan de Los Charlines y por el que pagó 1.085.000 euros. En 2018, uno de los inmuebles emblemáticos que fueron propiedad de Dorado fue retirado de la subasta pública para ser adquirido por el Ayuntamiento de Vilagarcía por 174.000 euros. El edificio, que forma parte del catálogo histórico de la ciudad, se convertirá en un centro social una vez que la Xunta apruebe el proyecto de reforma. El gobierno local también pretende hacerse con el parking de gestión privada que está bajo este inmueble y que no ha salido todavía a subasta.
La ruina de Dorado
En 2011, el Tribunal Supremo confirmó la sentencia que condenó a Dorado por narcotráfico a 10 años de prisión y a una multa de 35 millones de euros. El fallo abrió la puerta al mayor embargo de bienes y dinero intervenido a un narco gallego y fue decisivo para que cinco años después perdiera su última batalla judicial. En 2016, fue condenado en firme por blanqueo, pero todo su patrimonio decomisado no comenzó a venderse hasta noviembre de 2024.
El tribunal de la Audiencia Nacional le atribuyó a Dorado una posición relevante en el narcotráfico que él siempre ha negado. Las 204 propiedades que adquirió con un entramado de empresas y el dinero intervenido en cuentas bancarias de Suiza, islas Vírgenes Británicas, Panamá, Belice, Liechtenstein, Portugal o Bahamas fueron una prueba relevante. “Es verdad que Marcial Dorado ha sido un contrabandista de tabaco (...), incluso a nivel popular era conocido como el ‘rey del tabaco’, pero esto no quiere decir que no se dedicase al narcotráfico, intentando justificar algo así como una ética del contrabandista, una aseveración que casa mal con su condena firme por este delito”, incidió la sentencia que lo condenó por blanqueo.
En el banquillo, Dorado esgrimió que el imperio que levantó desde los años setenta y la red societaria que creó para blanquear, la mayor descubierta a un narco gallego, fueron el resultado de las ganancias obtenidas en los duty free de los aeropuertos, un argumento que no convenció a los jueces. En febrero de 2017, la Audiencia Nacional le concedió el primer permiso carcelario después de haber sido rechazada su excarcelación en 24 ocasiones. La Fiscalía se opuso alegando alarma social y posible quebrantamiento de la condena. Fue el primer paso para obtener el tercer grado penitenciario que le llegó en julio de 2020, dos meses antes de cumplir las tres cuartas partes de su última condena que se extinguió en 2025.
Dorado fue a finales de los noventa el último en abandonar el negocio del tabaco que le había reportado tanto dinero y poder y que siempre lo mantuvo bajo la lupa de Aduanas. El más discreto de los tabaqueros no pudo evitar los titulares que le persiguieron desde que un juez suizo investigara sus conexiones con el narcotráfico. Su detención en 2003 por una operación de cocaína fue el mayor revés de su largo expediente penitenciario. Le cayó una condena de 10 años de la que todavía intenta defenderse con la declaración de un testigo clave y una demanda contra el juez instructor. La publicación en 2013 en EL PAÍS de unas fotos tomadas a mediados de la década de los noventa que revelaban su amistad con el entonces número dos de la Consellería de Sanidade y después presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, actual presidente del Partido Popular, fue, según Dorado, “su ruina personal y su lastre judicial”.
En 2017, el juez central de Vigilancia Penitenciaria acordó en un auto que Dorado cumplía uno de los principales requisitos para salir de prisión: el arrepentimiento. En un acta firmada por el preso durante una comparecencia judicial, declara: “Me arrepiento de todo lo que sucedió y de haber estado en un mal punto en un momento determinado” (...), “fueron hechos que sucedieron por una serie de circunstancias que ahora no podrían repetirse”.