La Fiscalía pide seis años para un lotero por apropiarse de una Primitiva de 4,7 millones
La acusación reclama que reciban el premio las herederas del vecino de A Coruña, ya fallecido, que fue identificado como propietario del boleto
La fiscalía de A Coruña solicita la apertura de juicio oral y un castigo de seis años de prisión para el lotero Manuel Eugenio Reija, responsable de la administración número 22 de la calle San Agustín de la capital coruñesa, por apropiarse supuestamente de un ...
La fiscalía de A Coruña solicita la apertura de juicio oral y un castigo de seis años de prisión para el lotero Manuel Eugenio Reija, responsable de la administración número 22 de la calle San Agustín de la capital coruñesa, por apropiarse supuestamente de un boleto de la Lotería Primitiva premiado con más de 4,7 millones en el sorteo del 30 de junio de 2012. El vendedor de lotería se quedó con el papel, según el ministerio público, cuando su verdadero propietario, que no sabía que había ganado, fue con varias apuestas que había sellado días antes en otro local y se las entregó al ahora investigado para que las comprobase. El legítimo dueño del boleto con la combinación 10-17-24-37-40-43, resultante de una apuesta automática, falleció en enero de 2014 sin saberse ganador, pero fue identificado por la Policía Nacional después de descartar a unas 300 personas que, durante la investigación de este caso, se presentaron asegurando que eran titulares del premio. La fiscal acusa al lotero, un profesional que sigue sosteniendo que es inocente y que halló el boleto tirado en su administración, de un delito de estafa o, alternativamente, de uno de apropiación indebida.
También señala al hermano de este, Miguel Reija, en aquella fecha delegado de Loterías y Apuestas del Estado en la provincia de A Coruña, y le atribuye un delito de blanqueo de capitales o, en su caso, de encubrimiento. Es el único cargo que está abocado a juicio por este sonado asunto, después de que el año pasado la Audiencia de A Coruña ordenase el archivo de las actuaciones contra otros cuatro responsables de Loterías. El exdelegado en A Coruña se enfrenta a una petición de pena de seis años (o tres, en caso de encubrimiento). Si en el juicio se concluye que cometió blanqueo, la Fiscalía reclama también una multa de 9,4 millones de euros, el doble del premio, y pide que se salde la deuda original con la viuda y la hija del coruñés ganador.
El lotero aseguró en 2012 que en su negocio había aparecido olvidada una primitiva con la combinación ganadora y que no le era posible saber quién era su dueño. En la ciudad pasó de héroe a presunto villano, de honrado a supuesto estafador, a medida que avanzaron las pesquisas policiales que se abrieron más tarde. Al año siguiente del sorteo, el Ayuntamiento abrió un “expediente de hallazgo” para buscar al ganador del boleto premiado, y se presentaron cientos de aspirantes a millonario. Ante esta situación, se abrió una investigación policial y se cuestionó la versión del vendedor de lotería. Los agentes concluyeron que el acusado le había ocultado el premio al verdadero titular, un hombre que solía jugar a diferentes sorteos y que había recalado en San Agustín solo para comprobar resultados, ya que sus apuestas se habían sellado en un centro comercial, en otro barrio coruñés.
En su escrito, dirigido al Juzgado de Instrucción Número 8 de A Coruña, la acusación pública relata cómo el ganador, sin saber que lo era, le entregó varios resguardos al lotero, en su rutina semanal de comprobar sus apuestas, para que las pasara por el terminal. “A las 11.25.39 horas, al comprobar el [boleto] identificado con numeración 178-04948907-045, apareció en la pantalla del terminal el siguiente mensaje literal: Premio Superior. Llevar resguardo a delegación, imprimiéndose simultáneamente el comprobante donde expresamente se recoge la obligación de devolución: Entregar al cliente. El resguardo es ganador de sorteo 30 jun 12. Premio de cat 1″, detalla la fiscal.
“Conocedor del alto importe del premio, se lo quedó para sí, junto con los demás boletos”, describe la acusación. Manuel Reija, según la Fiscalía, siguió actuando con normalidad delante del cliente afortunado, y validó otras ocho apuestas entregadas por él. El ganador marchó de la administración sin ningún justificante y sin saber que la suerte le bendecía con 4.722.337,75 euros. Cuando estuvo solo, el lotero “realizó una segunda comprobación del boleto agraciado” para “asegurarse”. Y en cuestión de segundos, hizo una tercera prueba. Horas más tarde, fue a la delegación provincial de Loterías y Apuestas del Estado, dirigida por su hermano, para “acelerar los trámites del cobro del resguardo prescindiendo de cualquier procedimiento reglado y como si fuese legítimo poseedor”, prosigue el escrito de acusación. A partir de entonces, el directivo de Loterías “se dispuso a allanar el camino” a su pariente.
“Aprovechando el trato cercano y amistoso que tenía por razón de su cargo con miembros de la Sociedad Estatal de Apuestas y Loterías del Estado (SELAE), se puso en contacto con algunos de ellos manifestando mendazmente que su hermano había encontrado el billete”, narra la fiscal. Al mismo tiempo, “omitió toda actuación, como delegado provincial, que pudiese servir para verificar el origen real del boleto”. Desde ese momento, los acusados desplegaron una actuación continuada para evitar la incoación de cualquier procedimiento que pudiese retrasar el cobro”. El 10 de julio de 2012, Miguel Reija entregó el boleto a la SELAE y el 6 de septiembre, sin más trámites administrativos “y antes de que transcurrieran los tres meses de caducidad” del premio, “remitió escrito a la SELAE y adjuntó petición de cobro de su hermano”.
El jefe provincial de Loterías insistió con varios escritos entre finales de 2012 y principios de 2013, pero la asesoría jurídica de la SELAE le contestaba que el procedimiento legal era el llamado “expediente de hallazgo”. Este acabó fraguándose en 2013 con la recogida de datos de un sinfín de personas (candidatas a dueñas del boleto) en dependencias del Ayuntamiento de A Coruña. La fiscal indica en su escrito que el billete premiado “continúa depositado en la SELAE” sin cobrar.