Galicia homenajea a los exiliados del franquismo en México en su gran fiesta cultural

El Día das Letras Galegas celebra la vida y obra del poeta Florencio Delgado Gurriarán, activista del galleguismo en la diáspora y autor de versos satíricos contra el dictador

Las hijas del poeta Florencio Delgado Gurriarán entran en la carpa que acogió el homenaje a su padre en Vilamartín de Valdeorras.

Galicia vive este martes su gran fiesta cultural con un homenaje no solo al escritor elegido este año, el poeta Florencio Delgado Gurriarán, sino también por extensión al legado de los artistas gallegos exiliados del franquismo en México. Creador y activista, Delgado Gurriarán (1903-1987) llegó al país americano en 1939 a bordo del Ipanema, uno de los barcos de la libertad en los que atravesaron el Atlántico los huidos de la dictadura. Es la primera v...

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Galicia vive este martes su gran fiesta cultural con un homenaje no solo al escritor elegido este año, el poeta Florencio Delgado Gurriarán, sino también por extensión al legado de los artistas gallegos exiliados del franquismo en México. Creador y activista, Delgado Gurriarán (1903-1987) llegó al país americano en 1939 a bordo del Ipanema, uno de los barcos de la libertad en los que atravesaron el Atlántico los huidos de la dictadura. Es la primera vez que la Real Academia Galega rinde tributo un 17 de mayo a la influencia cultural de la diáspora mexicana.

El propio Delgado Gurriarán reivindicó el papel de los artistas gallegos que desde el exilio en territorio mexicano contribuyeron a “ahuyentar las tinieblas culturales” del franquismo. Con el cineasta Carlos Velo y el profesor Luís Soto, codirigió revistas como Saudade y Vieiros, además de formar parte del Padroado da Cultura Galega de México. Cultivó la poesía erótica y también la política. Al dictador Francisco Franco le dedicó versos satíricos en la revista comunista Nueva Galicia. Portavoz de los antifascistas gallegos, en la que se refirió a él como “home pequeno, fol de veneno” (hombre pequeño, fol de veneno).

El acto central de la Real Academia Galega en honor a Delgado Gurriarán se ha celebrado en la Aira de Bolos, en su municipio natal de Vilamartín de Valdeorras (Ourense). Es un espacio “cargado de simbolismo” en la vida y obra del escritor, explica la institución. Fue la tienda de la aldea de Córgomo, regentada por su tío Manuel, y allí Delgado Gurriarán solía jugar a los bolos, una tradición que inmortalizó en sus versos de Galicia infinda (Galicia infinita), una de sus principales obras publicada en 1963. En la fiesta, abierta a los vecinos, han estado sus hijas Celia, Carmiña y Maruxa y sus nietos, llegados desde América. Al mediodía está prevista una comida popular por las calles del pueblo, amenizada con cantos de bodega y bautizada como la Florenciada.

El historiador Ramón Villares ha definido al poeta, abogado y militante del Partido Galeguista, como un “ejemplo de coherencia y compromiso”, un hombre “antidogmático”, “una miga pesimista”, que se autodefinía como una persona “de ideales, no de partido” y que aspiraba a “convencer por la palabra y la razón”. “Pasó la mayor parte de su vida fuera de Galicia, por lo que su principal vínculo con la lengua [gallega] fue la escritura”, ha explicado Rosario Álvarez, presidenta del Consello da Cultura Galega.

La fiesta cultural también ha incluido, un año más, reivindicaciones para la promoción de la lengua gallega, que según los últimos estudios sociolingüísticos pierde hablantes. Centenares de personas han participado en Santiago en la manifestación convocada por el colectivo Queremos Galego. Los organizadores, una plataforma ciudadana formada por medio millar de entidades culturales y sociales, proclaman que “la tendencia negativa de la lengua gallega no es irrevesible”. Sostienen que existe una “movilización colectiva” entre la población para darle un “nuevo futuro” al idioma propio de Galicia, pero “precisa del acompañamiento y del esfuerzo de las instituciones y poderes públicos” para garantizar su uso tanto en la escuela como en la justicia, en las empresas o en el audiovisual. Marcos Maceira, presidente de Queremos Galego, ha asegurado durante la marcha que con la actual normativa, que retiró la discriminación positiva al gallego en las aulas, los niños gallegohablantes “salen hablando castellano” como primer idioma.

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