Por qué el placer es en realidad conocimiento. Viajar como experiencia estética

Frente a formas educativas tradicionales que fomentan el pensamiento lógico, tendente a la respuesta única y a uniformizar razonamientos y respuestas, la pedagoga María Acaso defiende una metodología basada en las artes y el pensamiento divergente, que espolea la apertura de mente y la creatividad

“La letra con sangre entra” es justo la clase de máxima que María Acaso ha tratado, en sus años de trabajo, de rebatir. Esta experta en innovación didáctica y arte, jefa del Área de Educación del Museo Centro de Arte Reina Sofía (Madrid), ha desarrollado una metodología basada en los procesos de creación artística refrendada, justamente, por la neurología. ¿Cómo aprende el cerebro? Hallazgos recientes revelan que se produce un aprendizaje más profundo cuando se despierta en él una emoción, cuando se espolea la curiosidad del aprendiente. El esfuerzo y la constancia como resultado del placer, y no al contrario. El arte constituye en este modelo una herramienta poderosa. La razón: el pensamiento divergente. Frente a los pensamientos lógicos, cuya tendencia es converger hacia una respuesta única, homogeneizando los razonamientos hasta dar con ella, el divergente azuza, según Acaso, una mente abierta, ejercita la creatividad.

Oviedo

Su fachada es tan icónica que es casi un símbolo de Asturias. Además de Santa María del Naranco o San Miguel de Lillo, en el Principado se erigen varios conjuntos arquitectónicos de la Alta Edad Media y estilo prerrománico que son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.

Lena

Situada sobre una colina, dominando el valle del río Lena, esta ermita debió erigirse a mediados del siglo IX. Difiere de las demás prerrománicas de la época en su planta, con una única nave con salientes en cabecera, pórtico y habitaciones laterales.

Ribadesella

En la villa de Ribadesella, abierta en el macizo de Ardines, esta galería de 700 metros de longitud se descubrió en 1968. Sus pinturas rupestres, Patrimonio de la Humanidad, han alcanzado dataciones que van más allá del 30.000 a.C.

Oviedo

El museo de Bellas Artes de Asturias cuenta con una colección de más de 15.000 piezas de los siglos XIV al XXI, con obras de El Greco, Goya, Sorolla, Picasso o Dalí. La ampliación de su sede, obra de Patxi Mangado, recibió en 2016 el premio RIBA (Royal Institute of British Architects) a la excelencia internacional.

Avilés

Situado en la ría de Avilés, este conjunto arquitectónico es la única obra en España del afamado Óscar Niemeyer, un núcleo que desde su inauguración se ha convertido en un centro volcado con una amplia variedad de manifestaciones artísticas.

Gijón

A tres kilómetros del centro de Xixón/Gijón, este complejo es una verdadera ciudad; diseñada por Luis Moya, su arquitectura singular, con un enorme patio herreriano en medio, está puesta al servicio de todas las manifestaciones artísticas y, a la vez, de la investigación y la tecnología.

Gijón

Creado en 1963, por este festival han pasado algunos de los realizadores de cine más importantes del mundo como Abbas Kiarostami, Aki Kaurismäki, Todd Haynes, Darren Aranofski, Paul Schrader o Todd Solondz. El Teatro Jovellanos es la sede de las principales galas del FICX.

Oviedo

La tradición operística de la capital del Principado es una de las más relevantes de España, desarrollándose su temporada anual de ópera en el Teatro Campoamor, ilustre escenario de las ceremonias de entrega de los premios Princesa de Asturias.

Avilés

Este 2020 celebra su centenario este teatro que acumula unas 20.000 visitas anuales y que acoge cada año un buen número de estrenos absolutos de carácter nacional.

Cadavedo

Los hórreos tuvieron la misión de ser graneros, de preservar la cosecha de roedores y de la humedad. Hoy son símbolos vivientes de la tradición y la cultura popular.

Colombres

Este palacio, claro exponente de la arquitectura indiana de la cornisa cantábrica, acoge un archivo y museo con la más exhaustiva historia de la emigración asturiana en América.

Grandas de Salime

Este yacimiento visitable es el último vestigio de un recinto fortificado de la Edad del Bronce ( IX-VIII a.C.) que estuvo habitado hasta el siglo II d.C. y que sería sepultado por un terremoto.

Proaza

El arquitecto Joaquín Vaquero Palacios (1900-1998) proyectó en 1964, para Hidroeléctrica del Cantábrico, un edificio-escultura que une como pocos arte e ingeniería, y que casi parece un museo contemporáneo (tanto por su singular arquitectura como por sus pinturas interiores).

“El pensamiento convergente va en una sola dirección, aspira a un resultado –solo uno certero– y está muy ligado a la idea de progreso. Es el propio de las matemáticas, del pensamiento lógico”, explica Acaso. El opuesto natural es, dice, el pensamiento artístico, capaz de aproximarse desde distintas ópticas a una misma problemática y hallar soluciones distintas y válidas, más flexible. “El pensamiento divergente debería darse en el entorno escolar al mismo nivel que el lógico, y no solo ahí. Deberíamos seguirlo cultivando todos”. En uno de sus últimos libros, Art Thinking, la autora señala que de las células madre del cerebro nacen a diario entre 4.000 y 5.000 neuronas, a través de un proceso llamado neurogénesis. Las actividades que se realizan desde pequeños generan circuitos neuronales; algunos se mantienen, otros desaparecen. Las actividades que detecta que no son significativas, termina por borrarlas. “Ante un examen, ante la propuesta habitual de evaluación de la educación formal, ese sistema de circuitos permite aprobar, no aprender. La información desaparecerá automáticamente, una vez salvada la prueba”.

Un ejemplo de pensamiento divergente, en cambio, sería este: “Imaginemos que varias personas van juntas a ver una película o leen el mismo libro. Cuando acaben, cada uno va a describir la trama o el guion de forma distinta. Porque lo asimilado lo han pasado a través del tamiz de su biografía: sus experiencias, su creatividad, su conocimiento previo, y por lo tanto el resultado que obtendrán será diferente en cada caso, pero en todos se habrá dado un aprendizaje”, explica Acaso.

“El extrañamiento, sensación que se produce irremediablemente cuando vivimos una experiencia estética significativa, fenómeno intrínseco de las artes, produce placer y curiosidad, curiosidad que nos lleva a desear conocer”. Así es el camino del aprendizaje que Acaso propone.

Viajar, experiencia estética y aprendizaje

Para María Acaso viajar significa “buscar la efervescencia de abrazar lo desconocido”, perseguir el placer, y esto supone también para ella la puerta hacia distintas formas de aprendizaje. “Si paseando por un bosque descubrimos de pronto una ermita prerrománica y entramos, percibimos un olor distinto, una temperatura diferente, oscuridad, entra una ráfaga de aire, un rayo de sol; ahí sucede algo misterioso, mágico, y en ese instante estamos generando conocimiento. Sobre arquitectura, sobre historia, sobre nosotros mismos”. Ese es su consejo, no acumular visitas, como tachando lo que ya has echado al carro en la lista de la compra, sino exponerse de veras a sumergirse en una experiencia estética relevante, que provoque un cuestionamiento y una reflexión posterior en quien se ha parado a mirar y lo cambie, de alguna manera. Una iglesia, una pintura contemporánea, un paisaje… “Asomarse a descubrir lugares y cosas nuevas en una búsqueda de placer, definitivamente genera conocimiento”, corrobora Acaso.

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