Alberto se lanza a por los huérfanos de Albert

El bipartidismo revive y saltan las alarmas para los herederos de la nueva política. Los sondeos vaticinan que la tempestad de las urnas arrasará este domingo con Ciudadanos en las principales plazas y el PP le ha lanzado una balsa salvavidas a sus náufragos. En la recta final de la campaña, ...

El bipartidismo revive y saltan las alarmas para los herederos de la nueva política. Los sondeos vaticinan que la tempestad de las urnas arrasará este domingo con Ciudadanos en las principales plazas y el PP le ha lanzado una balsa salvavidas a sus náufragos. En la recta final de la campaña, Alberto Núñez Feijóo ha anunciado el fichaje de Luis Garicano, cerebro económico e icono tecnócrata del partido naranja en sus años dulces. El objetivo está claro: tocarle la fibra a quienes aún en 2019 seguían sintiéndose seducidos por el discurso de Albert Rivera y ahora no saben a quién querer.

A seis días de las votaciones, la encuesta de 40dB. para EL PAÍS y la Cadena SER sitúa a Ciudadanos ante el precipicio de la desaparición en Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza y A Coruña. En la capital andaluza, el candidato naranja, Miguel Ángel Aumesquet, ha advertido este lunes a sus electores de que si se van, caerán en manos de la “politiquería de Despeñaperros para arriba”: “Sabemos que el momento de nuestro partido a nivel nacional no es el mejor, somos conscientes”, pero “estamos acostumbrados a ir contracorriente en las encuestas”. Lo ha hecho en uno de los cinco debates que se celebrarán en una ciudad donde la encuesta de 40dB. prevé una victoria muy apretada del PSOE frente al PP. El calendario se presenta frenético, pero allí nadie se puede permitir dejar vacía su silla. El popular José Luis Sanz se ve “hacia arriba” en el tramo final y el socialista Antonio Muñoz confía en que se valore que Sevilla está “en ebullición”.

Con la resurrección del bipartidismo, en la otra cara de lo que se llamó, junto a Ciudadanos, la nueva política le ven las orejas al lobo. Alberto Garzón reclama un pacto entre Podemos y Sumar de cara a las generales para frenar la sangría de votos. El coordinador federal de IU y ministro de Consumo reconoce que los conflictos internos y las escisiones han pesado en la pérdida de casi la mitad de los apoyos que en siete años ha sufrido el espacio de Unidas Podemos. Llama a “aglutinar a mucha gente que se quedó por el camino” y superar la “diferencia estratégica” que, de momento, impide el acuerdo entre Ione Belarra y Yolanda Díaz. Díaz, por su parte, ha estado en Sevilla para reivindicar su coalición con el PSOE porque, a su juicio, demuestra que se puede “gobernar para la gente” y “sin hacer ruido”. La líder de Sumar ha alertado contra el “efecto Bonilla”, en alusión al presidente popular de la Junta de Andalucía, y ha negado que haya “un PP bueno y otro malo”. El “único ‘efecto Bonilla”, afirma, es la “devastación” de Doñana y el uso preferente del agua en plena sequía para “regar los campos de golf”.

En Barcelona, la demoscopia otorga la delantera a los socialistas y complica las posibilidades de Ada Colau, principal socia de Díaz en Sumar, de revalidar la alcaldía. Al candidato del PSC, Jaume Collboni, le pisa los talones el de Junts, Xavier Trias, pero este último tiene difícil obtener el apoyo de ERC. Así se lo ha avanzado este lunes Ernest Maragall, que pasaría de ser el más votado en 2019 a ocupar el cuarto lugar: “Cada cosa que dice [Trias] tiende a alejar”. Sobre ese panorama de negociaciones, pactos y coaliciones que se avecina en toda España tras las urnas, Irene Montero ha tirado de ironía al valorar los anuncios que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, está lanzando en los mítines desde que arrancó la campaña: “Ojalá gobernásemos siempre en campaña electoral con el PSOE”.

Recibe cada tarde el boletín Diario de elecciones, escrito por el director adjunto de EL PAÍS Claudi Pérez. ¿Sabes cuánto gasta tu ayuntamiento por habitante? Descúbrelo aquí.