Anguita, Podemos y su pacto con Más País en Sevilla: “Caminábamos juntos o nos ahorcaban por separado”

Ione Belarra arropa a la alianza con el partido de Errejón en la capital andaluza, mientras Yolanda Díaz surfea en Galicia entre mareas

La candidata de Compostela Aberta, María Rozas, y la líder de Sumar, Yolanda Díaz, este jueves en las fiestas de la Ascensión de Santiago.Lavandeira jr (EFE)

Jornada intensa para el equilibrismo a la izquierda del PSOE. La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha bendecido en Sevilla la candidatura que su partido comparte con Más País y otras seis formaciones, mientras Yolanda Díaz, líder de Sumar, se ha dividido en Galicia. Ha comido pulpo en Santiago con los miembros de Compostela Aberta, la única marea gallega de la que no se ha divorciado el partido morado de las tres q...

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Jornada intensa para el equilibrismo a la izquierda del PSOE. La secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, ha bendecido en Sevilla la candidatura que su partido comparte con Más País y otras seis formaciones, mientras Yolanda Díaz, líder de Sumar, se ha dividido en Galicia. Ha comido pulpo en Santiago con los miembros de Compostela Aberta, la única marea gallega de la que no se ha divorciado el partido morado de las tres que llegaron a gobernar ciudades. Tras una mañana con la unidad, ha paseado por la tarde por un territorio de discordia. En A Coruña, ha arropado a la candidatura de Podemos e Izquierda Unida, encabezada por José Manuel Sande, un exconcejal de Marea Atlántica que ha roto con su antigua formación y que lleva en su lista al padre de la ministra de Trabajo y a uno de sus más estrechos colaboradores.

Con Sumar y Podemos en negociaciones para las generales, en el acto de Sevilla ha retumbado una frase lapidaria: “O caminábamos juntos o nos ahorcaban por separado”. La ha soltado Ismael Sánchez en presencia de Belarra para celebrar la confluencia de nada menos que ocho partidos (Podemos, IU, Más País, Equo, Iniciativa del Pueblo Andaluz, Alianza Verde, Los Verdes y Alternativa Republicana). Este dirigente de Izquierda Unida le dedica el logro a Julio Anguita: “Anguita era el de ‘programa, programa, programa’, pero también el de ‘unidad, unidad popular’. ¡Julio, lo hemos conseguido en Sevilla! Porque hemos entendido tu mensaje, porque hemos leído el momento histórico”. Belarra asentía al compás de estas palabras, aunque evitó el tema en su discurso. Al contrario que Susana Hornillo, cabeza de cartel de la alianza: “Somos una piña, un ejemplo. Estamos en el mismo barco”.

La candidatura sevillana, que compite con otras 10 papeletas que incluyen una de la formación de la exmilitante de Podemos Teresa Rodríguez, dice que aspira a una coalición con el PSOE para escorarlo a la izquierda. La ministra Belarra esgrime que los socialistas “en solitario” son “una fuerza conservadora en sentido literal”, que “tiende a hacer retoques cosméticos pero sin ir a la raíz de los problemas” y “le deja hacer al PP lo que le da la gana”. Hornillo ha acusado incluso al gobierno local socialista de infligir un “castigo político” a una asociación de transexuales, retirándole una subvención: “Cuando entremos en el Ayuntamiento, ¡se acabó la transfobia!”. Entre los “capitalistas despiadados”, la candidata a la alcaldía de Sevilla citó a un socialista: Joan Clos, exministro de Industria y exalcalde de Barcelona, que ahora preside la Asociación de Propietarios de Viviendas en Alquiler, una entidad integrada por grandes inmobiliarias como Blackstone.

Díaz visita en Galicia no solo su tierra natal, también en cierto modo la de Podemos. Pablo Iglesias se inspiró en la alianza que la ahora vicepresidenta del Gobierno fraguó en 2012 con el nacionalista Xosé Manuel Beiras. Aquel pacto entre federalistas y nacionalistas fue la avanzadilla de las mareas que en 2015 hicieron añicos buena parte del poder municipal del actual presidente nacional del PP, Alberto Núñez Feijóo. Díaz marchó a Madrid con ese trofeo, pero ya entonces dejó atrás un rosario de líos internos. En 2019 su espacio político perdió las ciudades y en 2020 pasó de ser segunda fuerza a desaparecer del Parlamento gallego. Tras el trauma, las mareas vuelven a las urnas el 28-M, aunque con Podemos desmarcado en parte de los municipios. Se enfrentan a un PP que se estrena sin Feijóo, un BNG en alza y un PSOE que gobierna 5 de las 7 ciudades y 3 de las 4 diputaciones.

La vicepresidenta ha aterrizado en la capital gallega en el día grande de sus fiestas de la Ascensión. La romería estaba atestada de políticos en campaña. Ha disfrutado de una pulpada a pocos metros de Ana Pontón, la líder del BNG que le arrebató a su partido el segundo puesto en el Parlamento gallego y que aspira a seguir captando el 28-M “el voto inconformista”. También andaba por allí el portavoz del PP, Borja Sémper. Entre pulpo y tazas de vino, Sémper ha apelado a “la gente que piensa diferente, que reza a dioses diferentes y que ama de manera diferente”.

La cabeza de cartel de Compostela Aberta, María Rozas, ha agradecido el apoyo de Díaz a su “candidatura de esperanza, de unidad”. Aunque ni así se libran sus miembros del equilibrismo. A diferencia de la vicepresidenta, uno de sus fundadores, el exalcalde compostelano Martiño Noriega, acudió el otro día a A Coruña para apoyar a la Marea Atlántica. Díaz no ve contradicción en que siendo la líder de Sumar, ella respalde a quienes abandonaron esa confluencia coruñesa: “La que suma es la ciudadanía”.

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