¿Cuántos votantes de Ayuso darán la espalda a Almeida?

El alcalde de Madrid confía en que quien coja la papeleta de la presidenta también cogerá la suya, pero las encuestas sugieren que se producirá una brecha de popularidad en el PP, como pasó en 1999 o 2011

El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, el 13 de abril en Las Ventas, en el acto de presentación de las candidaturas del PP en la región.Foto: JESUS HELLIN 2022 (EUROPA PRESS) | Vídeo: EPV

Una de las incógnitas de las elecciones en Madrid este domingo es si se cumplirá el pronóstico del alcalde José Luis Martínez-Almeida: “Estoy convencido de que el 28-M, quien coja la papeleta de Ayuso, cogerá la de Almeida. Y viceversa”. La afirmación suena a un deseo imposible del regidor porque las encuestas indican que un número considerable de votantes del PP evitarán el doblete. La presidenta Isabel Díaz Ayu...

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Una de las incógnitas de las elecciones en Madrid este domingo es si se cumplirá el pronóstico del alcalde José Luis Martínez-Almeida: “Estoy convencido de que el 28-M, quien coja la papeleta de Ayuso, cogerá la de Almeida. Y viceversa”. La afirmación suena a un deseo imposible del regidor porque las encuestas indican que un número considerable de votantes del PP evitarán el doblete. La presidenta Isabel Díaz Ayuso es bastante más apoyada, con una media en torno al 47% en las encuestas, frente a un 41% para Almeida. Son seis puntos de diferencia entre uno y otro. ¿Qué está pasando? El voto dual o cruzado es raro en la derecha madrileña, según los datos de las últimas elecciones, donde lo usual es una brecha entre candidatos del PP inferior a un punto, pero ha sido más significativo en alguna ocasión y, según las encuestas, esta vez se repetirá. Ejemplos del pasado son los comicios de 1999, cuando el presidente Alberto Ruiz Gallardón era mucho más popular que el alcalde José María Álvarez del Manzano, o los de 2011, cuando la presidenta Esperanza Aguirre arrasó y sacó bastantes más votos que Gallardón, que entonces se había pasado a la alcaldía de la capital.

La brecha entre Ayuso y Almeida no es un mero dato anecdótico. La izquierda ha llegado a la recta final con alguna opción, aunque muy escasa, de arrebatarle la alcaldía al PP (si PSOE, Más Madrid y Podemos suman más que la derecha), de modo que el regidor aspira a beneficiarse del efecto arrastre de Ayuso para ganar sin apuros. Una posible explicación de su menor impulso es el desgaste que ha sufrido por su rol en la guerra del PP del año pasado, donde se posicionó del lado casadista y por ello sufrió la ira del influyente locutor radiofónico de la derecha Federico Jiménez Losantos. Otra razón puede ser la resistencia de la candidata de Ciudadanos, la vicealcaldesa Begoña Villacís, que recibe alrededor de un 4% en la media de los sondeos y es mucho más conocida y popular que la candidata de CS autonómica, Aruca Gómez. Villacís ha llegado al punto de pedir, de alguna manera, el voto dual CS-PP: “Solo sé que habrá gente que vote a Ayuso en la Comunidad y a mí en el Ayuntamiento”. También influye que Ayuso ha penetrado mejor que Almeida en el voto de Vox, explica el director de la encuestadora Gad3, Narciso Michavila. “En la derecha apenas hay cultura de voto dual, pero en todo caso esta vez Ayuso estará ligeramente por encima de Almeida”, indica.

Es verdad que la brecha de seis puntos entre Ayuso y Almeidapodría tener su origen fuera de la ciudad de Madrid, es decir, que Ayuso fuera mucho más popular que Almeida en la periferia, pero es algo imposible de saber de momento, porque las encuestas no llegan al nivel de detalle de segmentar el voto por municipios. Pero las encuestadoras tienen datos no publicados referentes a la ciudad de Madrid que confirman la diferencia de apoyo.

El encuestador Paco Camas, director en Ipsos España, dice que han detectado que un número significativo de votantes de Ayuso apoyarán en el Ayuntamiento de la capital a Vox, CS o están indecisos. “A pesar de esto, estoy convencido de que Almeida es un beneficiado del efecto Ayuso por el gran crecimiento que tiene el alcalde con respecto a 2019, que no se explica solamente por haber absorbido a CS”, dice Camas. Con todo, el equipo de Almeida dice tener datos internos que mostrarían que ha ido en ascenso y obtendría la mayoría absoluta, según ha publicado Vozpópuli.

Los resultados históricos contienen el detalle del voto de los madrileños de la capital en las autonómicas, lo que permite hacer comparaciones. Es ahí donde se aprecia que aunque la gran mayoría de votantes del PP suelen votar al tique electoral del partido, no siempre ha sucedido así y en otras elecciones se han producido diferencias de entre dos y cinco puntos.

La mayor diferencia se dio en 1999, cuando el presidente Alberto Ruiz Gallardón sacó cinco puntos más que el alcalde José María Álvarez del Manzano (54,1% frente a 49,4%). Gallardón recibió 806.074 votos en la ciudad de Madrid, y del Manzano, 734.921. Esto es un margen de 71.153 votos a favor del presidente de la región. Los análisis de esa elección apuntan a la popularidad del joven Gallardón entre parte del electorado socialista, que en sus primeros cuatro años de gobierno llevó el metro a distritos obreros, y al desgaste del alcalde del Manzano tras ocho años de gestión.

En 2011, se produjo un salto de 2,2 puntos entre la presidenta Esperanza Aguirre y el alcalde Gallardón (51,8% frente a 49,6%). La primera obtuvo 799.375 votos y el segundo, 756.952, es decir que Aguirre consiguió 42.423 votos más. Aquellos comicios representaron el pico de popularidad de la mandataria conservadora, que consiguió su tercera mayoría absoluta, la más contundente de todas, a pesar de que las primeras noticias sobre la corrupción del caso Gürtel o el espionaje a políticos del PP salpicaban ya al Gobierno regional.

En otras elecciones recientes la diferencia ha sido mínima. En 2019, Almeida sacó 0,5 puntos más que Ayuso (24,2% frente al 23,7%), una ventaja de algo menos de 10.000 votos; en 2015, la candidata autonómica Cristina Cifuentes fue 0,3 puntos más popular que la aspirante a la alcaldía Aguirre (34,8% frente a 34,5%), y en 2007, el alcalde Gallardón obtuvo 0,7 puntos más que la presidenta Aguirre (55,6% frente a 54,9%).

Voto dual en la izquierda

El voto dual ha sido mucho más relevante en Madrid dentro de la izquierda. El gran perjudicado ha sido el PSOE, que ha visto cómo buena parte de sus votantes en la capital han apoyado a la nueva marca que ha surgido a su izquierda, Más Madrid (antes Ahora Madrid). En 2015, el PSOE obtuvo en las elecciones a la alcaldía de Madrid solo un 15,2% del voto, mientras que en las autonómicas obtuvo en la capital un 25,5%. En 2019, la sangría fue aún mayor: un 13,7% en la alcaldía y un 25,7% en las autonómicas.

El voto dual se ha dado de manera sistemática en Cataluña y otras autonomías con fuerte identidad propia. Allí, muchos votantes optaban por votar a partidos nacionalistas y regionalistas en las autonómicas y a partidos de ámbito nacional en las generales. En las elecciones simultáneas se da también el voto dual, pero es una decisión muy influida por el carisma de los candidatos. En España, alcaldes rojos muy carismáticos reciben mucho voto de derecha, y también sucede a la inversa.

Lluís Orriols, politólogo de la Universidad Carlos III, dice que el voto dividido en la derecha madrileña ha sido un fenómeno muy coyuntural, ligado a esos líderes con tirón. “Será interesante ver cuánto voto distinto se da en el PP para evaluar cuánto se debe a la popularidad de Ayuso, pero en mi opinión el efecto Ayuso está magnificado porque el PP ha conseguido mayorías absolutas en Madrid sin ella y las seguirá consiguiendo cuando ya no esté”.

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