Lobato, candidato del PSOE a presidir Madrid: “Si quiero, puedo insultar. Pero no quiero”

Juan Lobato (38 años, Madrid) dispara sus respuestas con la velocidad de una metralleta. El 28-M se juega reactivar a un PSOE que perdió la hegemonía regional de la izquierda frente a Más Madrid en 2021, y sentar las bases de un proyecto que, dice, tendrá su compromiso durante 15 años.

Pregunta. Dice Mónica García que Más Madrid es “la casa común de los progresistas”. ¿Cómo se queda?

Respuesta. Hombre, quien...

Juan Lobato (38 años, Madrid) dispara sus respuestas con la velocidad de una metralleta. El 28-M se juega reactivar a un PSOE que perdió la hegemonía regional de la izquierda frente a Más Madrid en 2021, y sentar las bases de un proyecto que, dice, tendrá su compromiso durante 15 años.

Pregunta. Dice Mónica García que Más Madrid es “la casa común de los progresistas”. ¿Cómo se queda?

Respuesta. Hombre, quien ha destrozado su propia casa rompiendo y generando escisiones, es muy difícil que sea la casa común de nada. El PSOE tiene 144 años por algo. Yo represento y lidero a la socialdemocracia en la Comunidad de Madrid. A partir de ahí, hay otros partidos, a un lado y al otro, que defienden otras cosas distintas, que pertenecen a familias políticas distintas, del anticapitalismo, del comunismo, que vienen de IU, de Podemos, de Más Madrid. Mónica García ha sido más años diputada de Podemos que de Más Madrid. Es una realidad. Mónica viene del anticapitalismo dentro de Podemos, que es una corriente totalmente legítima.

P. Eso es un llamamiento al votante moderado. ¡Cuidado que estos son comunistas!

R. Está bien que se sepa. Mónica García ha sido una militante orgullosa del movimiento anticapitalista. No creo que eso a ella le suponga nada negativo. Es su posición política. Yo nunca he militado en el anticapitalismo.

P. En 2021, Más Madrid se convirtió en la fuerza hegemónica de la izquierda regional. ¿Mérito suyo, o demérito del PSOE?

R. Los datos son evidentes, fue un demérito del PSOE. Más Madrid sacó un resultado parecido al que sacaba IU en los años fuertes de Julio Anguita, un 15%-16% [de los votos]. El problema es que el PSOE bajó 13 escaños. Y esos 13 escaños no fueron a Más Madrid precisamente [los sumó, fundamentalmente, el PP].

P. “Me quieren sin colmillos”, decía Ángel Gabilondo, su predecesor como candidato del PSOE. ¿A usted también se lo piden?

R. Hay que ser contundente con las convicciones de uno y tener pasión. Eso es lo que yo tengo. Yo, si quiero, puedo insultar. Pero es que no quiero. Lo que quiero es poner encima de la mesa las contradicciones, las faltas de oportunidades que hay en Madrid. Estoy aquí para que Madrid funcione y para que funcione para todos, no solo para unos pocos. La ilusión no se genera a través de ataques y de insultos, se genera a través de ser contundente en la denuncia de lo que funciona mal, y de ser capaz de poner encima de la mesa una alternativa creíble para que funcione bien.

P. En esta España polarizada, ¿hay espacio para ese tipo de discurso?

R. Hay sitio para un discurso en el que denunciemos con contundencia, como hice en el debate, el tema de las residencias, la vergüenza de los 33.000 jóvenes que se han quedado sin oportunidades para hacer FP este año, la vergüenza de la sanidad pública... y a la vez que denunciamos eso, la gente nos exige al minuto siguiente una propuesta seria, sólida y concreta. La reacción que me he encontrado al debate es el “por fin hay alguien que sin insultar hace propuestas”.

P. Pareciera que habla Ignacio Aguado.

R. Ignacio Aguado era el de Ciudadanos, ¿no?

P. ¿Se le había olvidado?

R. Es que pasan muchas cosas muy rápido.

P. ¿Busca captar a sus votantes?

R. En absoluto.

P. ¿A qué atribuye que las manifestaciones en defensa de la sanidad pública no se traduzcan en votos?

R. Lo vamos a ver el día 28. La sanidad es el problema más grave, pero el reto más grande, y mi prioridad, es la educación. Para cambiar el voto, la gente necesita visibilizar una realidad alternativa. Sin ese paso, sin pasar de la denuncia a la alternativa, es imposible. Por eso tengo obsesión porque la gente vea propuestas concretas.

P. ¿Y qué propone?

R. Un pacto por la salud, con dos ejes, atención primaria y la prevención y promoción de la salud. Cuando llegó Ayuso había 600.000 personas en lista de espera. Ahora hay un millón. Yo propongo que haya un millón, pero al revés. Un millón de personas a las que está esperando la sanidad pública a que vengan porque los ha convocado para prevenir posibles enfermedades. En educación el drama es el paro juvenil por encima de la media y las empresas que no encuentran profesionales para cubrir los puestos que tienen abiertos. Propongo un plan de capacitación para formar a 250.000 jóvenes en 18 meses y de esa manera ocupar 100.000 puestos de trabajo, que muchos ya existen, en los dos primeros años de legislatura. Para pagar esto tenemos un modelo fiscal en el que ingresamos 900 millones de euros más que Ayuso cada año. El 0,2% de los grandes patrimonios se ahorran cada año 992 millones. Ahí es donde tenemos la vía.

P. El PSOE cambia constantemente de candidatos.

R. Mi compromiso con Madrid se decidió estratégicamente por todo el partido cuando se eligió mi liderazgo. Estoy en Madrid para dedicar los próximos 10 o 15 años de mi vida a que Madrid funcione.

P. ¿Y Reyes Maroto repetirá como candidata a la alcaldía en 2027?

R. Seguro.

P. ¿Qué falló en las elecciones adelantadas de 2021 que tengan que cambiar en 2023?

R. Fallaron varias cosas. Los tiempos nos fueron muy mal. Fuimos con un candidato que no lo iba a ser en 2023. Segundo, hubo volantazos. Empezamos con un tono, y luego cambiamos a otro. Nos pusimos agresivos, atacando al trío de Colón... y eso no es lo que esperaba la gente. Creo que al PSOE lo que le ha faltado no es solo adaptarse al dinamismo de Madrid, sino poner encima de la mesa iniciativas. Hemos dado un salto.

P. ¿A qué atribuye que Pedro Sánchez apenas haya programado un par mítines en la campaña madrileña?

R. Creo que he sido el barón del PSOE que más actos ha hecho con Pedro Sánchez en el último año. Más mítines que yo con Pedro Sánchez no ha hecho nadie.

P. ¿No chirría un poco hablar de uno mismo como barón? Suele contar que con 20 años, recién nombrado portavoz municipal, un amigo le pegó un toque de atención.

R. Entiendo perfectamente cuál es mi responsabilidad como barón, ser el líder de un partido como el PSOE de Madrid, que es muy importante para este país. No solo para Madrid. Asumo y ejerzo esa responsabilidad. Lo que me pasó con 20 años es bien distinto. Con esa edad, que no tienes ni la madurez ni la experiencia profesional, a veces uno no sabe medir el punto en el que está. Ese amigo que me ayudó a verlo me cambió la vida. Lo digo así de claro. Me ayudó a relativizar, a darle importancia a lo importante. Fue un momento importantísimo en mi vida.

P. Esa vida ha cambiado mucho. Acaban de ponerle escolta.

R. Imagino que me han puesto escolta por la elevada intensidad de la campaña, el grado de conocimiento más alto y porque ya por la calle me saluda mucha gente. Una vez, cuando me hacían fotos para una entrevista, un señor con un perro me grabó diciendo “¡Que te vote Txapote!”. Yo le contesté educadamente. El hombre lo subió a redes. Y fue curioso, porque todos los comentarios eran que qué educado el candidato del PSOE. Esa es la anécdota más curiosa de gente que me ha dicho algo que podía parecer desagradable.

P. Dice “podía parecer desagradable”. ¿Es normal que le hagan gritos con un asesino?

R. Lo que pasa es que me presenté a alcalde [de Soto del Real] por primera vez con 22 añitos, y el PP buzoneó un boletín que decía algo así como “Lobato, el amigo de ETA”. Yo vengo de eso ya. Y tengo también una trayectoria familiar en la que mi padre ha sido concejal del Ayuntamiento de Madrid, también en los años duros de ETA. Y tengo amortizado esto que pretende hacer ahora el PP. Hay que subir el nivel y no hablar de temas de hace 12 años, sino hablar de los próximos 12 años. Hace 12 años que los españoles acabamos con ETA. Es una falta de respeto a la inteligencia de los ciudadanos volver a hablar de ETA en lugar de los retos que tenemos.

P. Se opuso a la reforma del delito de malversación. Pidió la reforma de la ley del sí es sí. Su reforma fiscal es la que menos presiona a las clases medias y altas de las que propone el PSOE. ¿Aspira a Pepito Grillo del partido?

R. Pepito Grillo, no. Lo que me veo es asumiendo la responsabilidad que supone el liderazgo de un partido como el PSOE de Madrid. El PSOE es un partido federal, que está formado por una serie de federaciones, como es la madrileña, que deben aportar su criterio propio al proyecto socialdemócrata de todos los socialistas del país. Y Madrid es una región con unas particularidades sociales, culturales, muy claras. Y el PSOE de Madrid tiene que aportar ese valor diferenciador de Madrid para que el PSOE, como siempre, sea el partido que más se parece a España. Un partido como el nuestro pone sobre la mesa debates y nuevos caminos como por ejemplo la apertura de colegios de siete de la mañana a siete de la tarde todo el año para facilitar el acceso gratuito a actividades extraescolares. Es un nuevo servicio público que hemos puesto encima de la mesa desde Madrid y que ha asumido el partido para toda España. Lanzar esas iniciativas vanguardistas es el papel que tenemos que asumir.

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