El PP arrasa en Castilla y León a costa de Vox, y el PSOE aguanta
Los de Feijóo obtienen 18 de 31 escaños, mientras los socialistas mantienen sus 12 y Vox cae de seis a uno con Sumar en cero
El PP ha dado un golpe de fuerza en Castilla y León a costa de Vox, su socio de gobierno en la Junta, pero no ha logrado doblegar la resistencia de PSOE, que ha obtenido los mismos diputados que en 2019. Los populares han ganado 18 de los 31 escaños que aporta esta comunidad al Congreso, con casi el 42% de los votos y cinco parlamentarios más. El PSOE ha logrado mantener las 12 actas que ya tenía, pero...
El PP ha dado un golpe de fuerza en Castilla y León a costa de Vox, su socio de gobierno en la Junta, pero no ha logrado doblegar la resistencia de PSOE, que ha obtenido los mismos diputados que en 2019. Los populares han ganado 18 de los 31 escaños que aporta esta comunidad al Congreso, con casi el 42% de los votos y cinco parlamentarios más. El PSOE ha logrado mantener las 12 actas que ya tenía, pero con un 1,1% más de porcentaje de voto. Sumar no logra representación por esta comunidad. Castilla y León fue en 2022 la primera autonomía en la que PP y Vox formaron una coalición de gobierno, que vive marcada por polémicas de la extrema derecha. La alianza parece haber favorecido claramente a los populares.
El PP ha recuperado números propios de sus mejores épocas, al acercarse a los 21 escaños de 2011, cuando no se había producido la irrupción de las formaciones emergentes Podemos, Ciudadanos o Vox. Los populares han ganado casi un 10% de respaldo respecto a la anterior convocatoria, al acumular más de 570.000 votos. Además, han recuperado peso a costa de la extrema derecha, que en 2019 les arrebató parte de esos sufragios.
Los socialistas han ganado también votantes, puesto que sus más de 438.000 papeletas suponen un 1,5% más que hace cuatro años (casi un tercio de los depositados en las urnas), mientras que Vox se ha quedado en el 13,5% tras caer tres puntos y lograr 186.000 respaldos. Sumar recibe un 7% de la participación, dos puntos y medio por debajo de los registros de Unidas Podemos.
Las nueve provincias, que reparten entre dos y cinco actas para el Parlamento nacional, han seguido pautas similares: donde se asignan tres representantes, dos han sido para los de Feijóo y el restante para los de Pedro Sánchez. Es el caso de Ávila, Palencia, Zamora o Segovia. En Burgos y León, el PP y el PSOE han empatado a dos escaños, mientras que en Salamanca los conservadores logran tres sillones por uno para los socialistas.
Valladolid, con cinco diputados en liza, ha dado dos al PP y otros tantos al PSOE y ha permitido que Vox mantenga allí el acta que recabó en 2019, la única que conserva. Soria, que solo envía dos representantes a la capital desde 2004, ha mantenido su tendencia desde ese año con un puesto para cada uno de los grandes partidos. La formación localista Soria ¡Ya!, que logró casi el 50% de los sufragios en las elecciones autonómicas de 2022, no ha conseguido desbancar al PP y al PSOE y no podrá entrar en la Cámara baja. Lo mismo ha ocurrido con la Unión del Pueblo Leonés, que aspiraba a estrenarse en la política nacional, pero no ha logrado superar a los de Feijóo y los de Sánchez, o con los abulenses XÁvila.
Los comicios generales anteriores —los repetidos en noviembre de 2019 al no lograse la constitución de un Gobierno tras las elecciones de abril del mismo año— dejaron al PP ligeramente por encima de los socialistas en Castilla y León, con prácticamente un empate técnico (31,96% contra 31,62%), lo que se tradujo en un escaño extra para los de derechas. Vox emergió con un 16,8% y logró aparecer en Ávila, León, Salamanca, Segovia, Zamora y Valladolid, si bien en 2023 solo ha amarrado este último. Sumar, al igual que hace cuatro años sufriera Unidas Podemos, se ha quedado a cero y ha reducido ligeramente el porcentaje de apoyo de 2019. Estos resultados han refrendado los discursos de PP y PSOE, que han coincidido en campaña al apelar al “voto útil” para concentrar en ellos las papeletas, pues la ley electoral y la asignación de escaños conlleva que provincias pequeñas como las castellanas y leonesas tengan muy difícil que los terceros partidos se hagan con un puesto en Madrid en esas circunscripciones.
Las elecciones nacionales han mantenido la línea plasmada en los comicios municipales de mayo (en esta región no se celebraron elecciones autonómicas porque se habían adelantado a 2022). Entonces el PP recuperó buena parte de su poder local y logró el mando en ciudades como Valladolid o Burgos, en ambas aliadas con Vox. El PSOE quedó como lista más respaldada, pero no pudo apoyarse en sus socios a su izquierda. Los ayuntamientos donde la extrema derecha ha tocado poder junto al PP han protagonizado polémicas relacionadas con las banderas LGTBI o la Memoria Histórica, controversias también habituales durante el año transcurrido desde el pacto entre ambos grupos en las Cortes.
La participación ha superado el 74%, casi ocho puntos más que en la anterior cita electoral, y en las nueve provincias la formación de Feijóo ha sido la más votada.
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