Abascal condiciona su apoyo a Guardiola a que se produzca un “gran cambio” en Extremadura
El líder de Vox no descarta ninguna posibilidad y asegura que “la pelota está en el tejado” del PP
Vox no quiere enseñar sus cartas tras haber sido el partido que más ha crecido en las elecciones a la Asamblea de Extremadura de este domingo y tener en sus manos la continuidad de la popular María Guardiola al frente de la comunidad autónoma. En una breve rueda de prensa en la sede de su formación en Madrid, Santiago Abascal ha dejado abiertas todas las posibilidades —desde formar parte de un Ejecutivo de coalición hasta alcanzar un pacto de investidura o de presupuestos— y ha subrayado que “la pelota está en el tejado de la señora Guardiola y no sé si del señor [Alberto Núñez] Feijóo” .
El líder de Vox solo ha puesto una línea roja que no está dispuesto a traspasar: que los votos de su partido no se respeten o que sean invisibilizados o traicionados, como ya dijo el domingo por la noche. “No estamos cerrados a ninguna posibilidad. A lo único, a que no se produzca el cambio que fue robado y traicionado por la señora Guardiola. Si Vox cuenta en cualquiera de las fórmulas, va a ser para un gran cambio en Extremadura”, ha enfatizado.
Abascal no ha ocultado sus malas relaciones con Guardiola, de la que ha dicho que Vox no la ha felicitado por su victoria porque “no es felicitable”, ya que anticipó las elecciones para conseguir la mayoría absoluta y no la ha logrado, Y ha atribuido a su “soberbia” el que continúe “erre que erre sin ningún arrepentimiento”. Tras subrayar que la presidenta extremeña disolvió la asamblea para no depender de Vox y ahora su partido es aún más fuerte, ha resumido: “Si no quieres caldo, toma dos tazas”.
Pese a ello, no ha querido “adelantar acontecimientos”. Ha recordado que, aritméticamente, Guardiola puede pactar tanto con los socialistas como con Unidas por Extremadura para alcanzar la mayoría, por lo que es ella quien debe decidir “si sigue con su feminismo extremo estilo Irene Montero o decide pactar con Vox”. Un pacto con su partido “puede tener diferentes fórmulas y no está descartada ninguna hipótesis”, ha insistido; aunque, eso sí, ha dejado claro que, tras los resultados electorales, se ha entrado en una “nueva fase”, en la que Vox “ha multiplicado por dos su representación” y es más fuerte.
No ha querido anticipar quién formará el equipo negociador de su partido con la presidenta extremeña, alegando que no sabe si habrá negociación, pero ha puesto sobre la mesa algunos capítulos en los que reclamará ese “gran cambio”; la política hacia el campo, la migratoria, la de género y los impuestos. Aunque los periodistas han insistido, se ha negado a ofrecer más detalles, escudándose en que está “a la espera de que la señora Guardiola mueva ficha”. Solo ha señalado que, tanto si hay un acuerdo de investidura como uno de Gobierno, “lo lógico es que haya un acuerdo de presupuestos”. “Si está dispuesta al gran cambio, ahí está Vox”, ha concluido.
El partido ultra ha sido la formación que más ha crecido en las elecciones del pasado domingo, ya que ha ganado seis escaños (pasando de cinco a 11) y 40.000 votos respecto a los comicios de mayo de 2023. “En esta campaña hemos visto al PP demasiado cerca del PSOE y lo que hemos visto es una guerra sucia contra Vox permanente desde Ferraz y desde Génova”, ha dicho Abascal, quien ha denunciando una supuesta “propagación de bulos”. Aludía a las informaciones sobre la grave crisis abierta en el seno de Revuelta, la marca juvenil vinculada a su partido, por la que no ha sido preguntado, ya que su comparecencia ha durado solo 15 minutos.
“Extremadura ha hablado alto y claro: quiere más Vox, el doble de Vox. Y lo va a tener”, proclamó el domingo el candidato del partido ultra a la Presidencia de la Junta, Óscar Fernández Calle. María Guardiola mejoró su resultado en un escaño, pero quedó a cuatro de la mayoría absoluta, por lo que necesita los votos de Vox para continuar al frente de la Junta de Extremadura, aunque le bastaría con que los diputados de Abascal se abstuvieran para ser elegida en segunda votación, ya que el PP tiene más escaños (29) que la suma de PSOE y Unidas por Extremadura (25).