Guardiola ve posible la mayoría absoluta pese a un final de campaña errático para el PP: “Otra vez nos equivocamos la última semana”
Dirigentes populares creen que la candidata se equivocó al no acudir al debate electoral y al “exagerar” el robo de 124 votos en una oficina de Correos, mientras en el entorno de la candidata confían en que el tramo final no impida un gran resultado
Algunos dirigentes populares ironizan con que al PP parece perseguirle “el fantasma de 2023”. Todo va bien durante la campaña, y al final, en el último momento, algo se tuerce. “Otra vez, como le ocurrió a Feijóo en las generales de hace dos años, acumulamos err...
Algunos dirigentes populares ironizan con que al PP parece perseguirle “el fantasma de 2023”. Todo va bien durante la campaña, y al final, en el último momento, algo se tuerce. “Otra vez, como le ocurrió a Feijóo en las generales de hace dos años, acumulamos errores en la última semana”, se queja uno de ellos sobre la recta final de María Guardiola, marcada por los tropiezos.
A juicio de dirigentes de distintos sectores y barones populares, la presidenta de Extremadura y candidata del PP a la reelección se equivocó dejando la silla vacía en el debate electoral de TVE y “exagerando” el robo de 124 votos guardados en la caja fuerte de una oficina de Correos de un municipio de 4.500 habitantes de Badajoz, que la Guardia Civil ha atribuido a delincuencia común.
El final errático y convulso también ha pesado en el equipo de la presidenta, donde confiesan en privado que les han sobrado las últimas 48 horas. Pese a ello, Guardiola confía en un gran resultado este domingo e incluso en alcanzar la mayoría absoluta, que no ha anticipado ninguna encuesta, según fuentes de su entorno.
La candidata del PP protagonizó este viernes un cierre atípico de campaña, sin mítines, de paseo desde primera hora por una decena de pueblos cruzando de arriba a abajo las dos provincias, Cáceres y Badajoz. En Almendralejo (Badajoz, 34.000 habitantes), Guardiola recaló a las seis de la tarde y recorrió bajo la lluvia la Calle Real saludando a los comerciantes.
Rodeada de un grupo de militantes del PP, la presidenta extremeña repartió besos y selfis y recibió sobre todo palabras de aliento, pero también se encontró con algún reproche. Una señora de mediana edad bajo un paraguas se acercó a su encuentro y le reprochó: “Al campo nos tenéis abandonados”. Guardiola se detuvo con la mujer, le explicó sus inversiones y al final se excusó: “40 años [por los años de Gobiernos del PSOE, aunque fueron 36] no se cambian en solo dos”.
Tras dos años de Gobierno y unas elecciones adelantadas por el fracaso del pacto con Vox, el PP espera un gran resultado este domingo. Los populares extremeños creen estar en condiciones de pelear la mayoría absoluta, que está en los 33 escaños (ahora tienen 28), pese a que ninguna encuesta ha apuntado a esa posibilidad. Génova rebaja las expectativas, pero en el entorno de Guardiola sí creen que está al alcance de los dedos y que el riesgo es “quedarse a las puertas”. Los populares sostienen que, aunque Vox -su principal rival en estas elecciones con un PSOE a la baja- crezca mucho e incluso duplique sus resultados (de los 5 diputados actuales a nueve o diez), la desmovilización de la izquierda puede ser tan alta que puede permitir al PP un hito que sería inédito en este feudo socialista. Los socialistas, que empataron a escaños con el PP en 2023, estarán ahora, según los datos de los populares, en su “suelo histórico”, pero nadie se atreve a augurar hasta dónde llegará ese suelo.
La pregunta que recorre al PP es si los errores de la última semana de campaña han podido dar al traste con la posibilidad de alcanzar la mayoría absoluta. “No ir a un debate es un error, punto, no hay que darle más vueltas. No sé si provocará un vuelco, porque la ventaja de Guardiola es la distancia que tiene con el PSOE, pero desde luego no le favorece. Tampoco la exageración del robo de votos”, analiza un dirigente nacional. La polémica del hurto en la oficina de Correos, que la presidenta calificó de “robo de la democracia”, permitió al PP desviar el foco de la controversia sobre el chófer de Guardiola, que el Gobierno extremeño se vio obligado a cesar tras conocer que este trabajador fue condenado “por coacciones leves” en relación con un delito de violencia de género. El chófer era además cercano a la familia de la presidenta.
“Lo de que es un error no ir al debate ya lo aprendimos con Feijóo, en campaña hay que ir a darlo todo”, apunta un barón del PP, que también cree que “lo del vídeo de los votos fue una equivocación”. “Parece que se ha puesto nerviosa al final, está pidiendo la hora”, se escucha en el PP.
Guardiola se la juega este domingo tras una campaña muy personalista, en clave regional, con poca presencia de Alberto Núñez Feijóo y sin barones populares, como las que hacía el líder del PP cuando era presidenta de la Xunta de Galicia. La candidata ha buscado un “perfil bajo y plano”, para algunos en el PP, con escasísimas entrevistas y pocos mítines para no movilizar a la izquierda y tratar de no cometer errores.
Apenas ha buscado el cuerpo a cuerpo, salvo con Santiago Abascal, el líder de Vox, pese a que si no logra la absoluta estará obligada a pactar con él. El choque con Abascal ha sido controvertido dentro del PP. El líder de Vox sugirió que pediría su cabeza en caso de tener la llave del Gobierno y ella le contestó llamándole “machista”, en una tensión personal que puede dificultar mucho un acuerdo entre ambos en caso de necesitarlo. En cambio, en la sala de máquinas de la campaña del PP extremeño explican que esos mensajes estaban pensados y con ellos Guardiola se dirigía conscientemente a las mujeres, que pueden inclinar la balanza para la mayoría absoluta, ya que el voto femenino es una de las claves para dar la puntilla al PSOE.
Todas esas decisiones, la de no acudir al debate, confrontar con Abascal o pedir una presencia limitada de Feijóo las ha tomado Guardiola con su equipo, en ocasiones de forma incomprendida para la cúpula del PP, con la que se ha desatado una tensión soterrada. La candidata popular ha cultivado un perfil propio, ha hecho la campaña que ha querido y si fracasa sabe que la estarán esperando.
“Que nadie se quede en casa este domingo porque vamos a seguir transformando Extremadura”, instó a los suyos Guardiola este viernes en el cierre de campaña en Badajoz, en una zambomba flamenca, en la que tampoco estuvo arropada por la cúpula nacional. “Yo confío en que el trabajo siempre, siempre, da resultados. Y aquí lo único que hemos hecho es trabajar”, reflexionó. Y dejando entrever unas últimas jornadas duras, pidió a los suyos olvidar el “ruido” y entregarse al espíritu navideño para lograr la victoria electoral. “Hemos hablado mucho, hay mucho ruido ahí fuera. Que se enfaden otros, es Navidad, que nos inunde la paz y el amor”, concluyó Guardiola, entre gritos de “¡presidenta, presidenta!”.