Aragonès anuncia que ERC irá a la oposición tras perder 13 diputados
El ‘president’ en funciones de la Generalitat abre la puerta a dejar la primera línea de la política
Esquerra Republicana se enfrentó anoche a una derrota que ya estaba anunciada desde hace días, pero ante la que el manual de las campañas determina que no puedes dar atisbo de aceptación antes de tiempo. La formación liderada por Oriol Junqueras y que tenía como cabeza de cartel ...
Esquerra Republicana se enfrentó anoche a una derrota que ya estaba anunciada desde hace días, pero ante la que el manual de las campañas determina que no puedes dar atisbo de aceptación antes de tiempo. La formación liderada por Oriol Junqueras y que tenía como cabeza de cartel al ahora president en funciones Pere Aragonès perdió 13 escaños, quedándose en 20, y dejándose más de 180.000 votos con respecto a los comicios de 2021, que se celebraron con las restricciones de la pandemia. El jefe del Govern anunció que su formación no piensa entrar en ningún juego de pactos y que se irá a la oposición. Además, Aragonès, abrió la puerta a dejar la primera línea de la política e insinuó que su partido necesita cambios internos.
“Hemos obtenido unos mal resultados. Diría que unos muy malos resultados”, aseguró Aragonès, poco antes de las 23 horas, flanqueado por todos sus consejeros y las primeras espadas del partido. “La obra del Govern de izquierdas y republicano y de la apuesta por la negociación no ha sido lo suficientemente bien valorada o la ciudadanía considera que ahora le toca liderar a otro la nueva etapa”, ha añadido el también coordinador nacional de ERC. El president en funciones enseña así a sus 12 diputados la puerta al camino del desierto de la oposición, un anuncio que fue recibido con asentimientos por sus copartidarios. Junqueras, a su lado, no intervino y dejó todo el foco sobre Aragonès.
El ahora presidente en funciones de la Generalitat no tuvo ningún tipo de reparo para remarcar que no tenía ningún motivo para alegrarse. “La oposición al Govern republicano, el PSC y Junts, ha ganado; la polarización ha ganado y le corresponderá gestionar la nueva etapa que se abre a partir de hoy”, aseguró. ”Es el momento de asumir responsabilidades, individuales, Pero también la colectiva, de adaptar y reorientar nuestro proyecto al nuevo contexto ”, apostilló Aragonès, abriendo así la puerta a ponerle no solo fin de su carrera política en la primera línea (que comenzó como diputado en 2006, por un total de cinco legislaturas) sino también a un Congreso extraordinario para recalcular el rumbo de Esquerra.
La aritmética de los resultados le ha facilitado a los republicanos enviar la patata caliente de la gestión de un panorama muy endiablado a sus dos principales rivales. El bloque de los partidos independentistas, incluyendo la xenófoba Aliança Catalana, queda lejos de la mayoría absoluta de 68 diputados —se queda en 59 escaños— y eso le quita presión a los de Junqueras para amarrarse a cualquier compromiso en ese eje. El tripartito junto a PSC y Comuns Sumar es viable (suma exactamente 68), pero de momento esa puerta se cierra.
El partido ya ha convocado para este lunes a las 12.30 la rueda de prensa donde valorará los resultados de unos comicios que enlaza con dos previos batacazos (las municipales y el adelanto de las generales del año pasado) y deja a la formación en una situación muy precaria de cara a las elecciones al Parlamento Europeo. El drama ha sido especialmente profundo en el área metropolitana de Barcelona, donde perdió siete puntos porcentuales (casi 142.000 sufragios menos) y 12 diputados. Se trata de un duro revés a la estrategia de la dirección comandada por Junqueras y Marta Rovira, que quería “ampliar la base” del independentismo penetrando los feudos tradicionales de los socialistas.
Desde el principio de la tarde, el partido de Junqueras hizo un ejercicio de realidad y su portavoz, Raquel Sans, aceptó que las cosas no iban bien. “No será una buena noche para Esquerra Republicana”, dijo la también cabeza de lista por Tarragona. “Serán datos que nos obligarán a hacer una reflexión”, añadió la ahora diputada electa con solemnidad, que compareció sobre las 20.10 de la noche, poco después de conocerse el sondeo de TV3.
Fuentes del partido mostraban anoche su perplejidad por la baja participación que se cebó especialmente en zonas tradicionalmente independentistas. En la cúpula de Esquerra creen que la candidatura de Carles Puigdemont les ha pasado factura no tanto en términos de robarle votantes, sino porque ha terminado por darle más razones a los suyos para no movilizarse. Aragonès también lamentó la irrupción de la formación independentista xenófoba Aliança Catalana en el Parlament, que en provincias como Girona o Lleida se llevó escaños a costa de los republicanos y no de Junts (que repitió los resultados de 2021 en número de escaños) pese al abismo ideológico.
ERC no saca rédito a la gestión
La campaña no había sido fácil para los republicanos, empeñados en que el relato pivotara en torno a la acción de Govern. En las filas del Ejecutivo liderado por Aragonès se instaló la idea de que la ciudadanía premiaría la responsabilidad mostrada, por ejemplo, manteniéndose en la nave pese a que Junts saltara por la borda de la coalición en octubre de 2021. No hubo mitin en que el ahora president en funciones no mencionara esta idea que, a vista de los resultados, no caló ni en su votante ni en la ciudadanía general.
Precisamente esa falta conexión con la ciudadanía fue una de las grandes carencias del Govern monocolor republicano. Pese a promover desde el Ejecutivo una agenda social interesante, con grandes adelantos como la gratuidad del último año de guardería o la gratuidad de productos menstruales, el partido fue incapaz de sacarle rédito electoral.
Los republicanos quedaron atrapados entre la polarización que desde el inicio se creó entre el PSC y los de Puigdemont. Aragonès intentó dibujar una vía intermedia que no terminó de cristalizarse y no logró hacerse vía. Los resultados obtenidos ayer domingo devuelven a ERC a porcentajes de apoyo similares a 2006, cuando se pactó el prime tripartito con PSC e Iniciativa, y obtuvo el 14% de los votos (416.355 sufragios).