Cambio de caras en el Parlament
El 14-F arroja una nueva foto: salen diputados como Santi Rodríguez; Lorena Roldán y Carles Castillo cambian de grupo y Rosa Lluch no logra el escaño
El nuevo Parlament nacido de las elecciones del 14 de febrero debe constituirse como muy tarde el 12 de marzo tras haber transcurrido 20 días hábiles después de la celebración de los comicios. Y, apurando, el plazo al máximo para investir al nuevo presidente de la Generalitat acaba el 26 de marzo. La sesión de constitución de la XIII legislatura estará irremediablemente marcada por la covid: se celebrará en ...
El nuevo Parlament nacido de las elecciones del 14 de febrero debe constituirse como muy tarde el 12 de marzo tras haber transcurrido 20 días hábiles después de la celebración de los comicios. Y, apurando, el plazo al máximo para investir al nuevo presidente de la Generalitat acaba el 26 de marzo. La sesión de constitución de la XIII legislatura estará irremediablemente marcada por la covid: se celebrará en el auditorio de la Cámara y no en el Salón de Plenos al no poder respetarse en él las mínimas distancias de seguridad entre los 135 diputados.
Las elecciones han zarandeado especialmente a una parte del hemiciclo y han comportado la salida de parlamentarios históricos. Es el caso del popular Santi Rodríguez, que logró el acta en cinco elecciones consecutivas —desde 2006— y que ahora no ha podido revalidar. El PP solo ha tenido tres escaños y él ocupaba la quinta plaza. Pese a tener un discurso pausado en las formas y firme en sus convicciones —”Me van a permitir que lo diga con voz clara, sin aspavientos y con solemnidad: ¡Viva el Rey!”, dijo en el atril y tiene fijado en su cuenta de Twitter— Rodríguez es el segundo parlamentario en la historia de la institución expulsado del hemiciclo tras una pelea con los diputados de la CUP.
“De aquí no se va nadie; seguimos desde otras posiciones, pero seguimos”, afirmó en la red. “Y una apreciación: el 50% del 50% es el 25%. No sea que alguien se confunda o pretenda confundir”, añadió en alusión a que los partidos independentistas esgrimen que han superado el 50% de los votos. Tras Alejandro Fernández, líder del partido, el número dos y tres lo ocupan dos fichajes procedentes de otras formaciones: Lorena Roldán, portavoz de Ciudadanos hasta diciembre, y Eva Parera, concejal de Barcelona por el grupo de Manuel Valls. En 2017, Rodríguez fue tercero.
La noche electoral fue también aciaga para el popular Manuel Reyes, exalcalde de Castelldefels. No logró el escaño. “Una de las noticias más tristes y preocupantes para el PP fue que los dos se han quedado fuera. El partido no puede ni debe prescindir de estos dos activos que tienen credibilidad y saben lo que hacen”, afirmó Xavier García Albiol, alcalde de Badalona, que vio cómo Vox en su ciudad se encaramaba a la cuarta posición (9,75% de los votos) mientras el PP era séptimo (5,73%).
Ciudadanos se dejó en el camino un millón de votos, 30 escaños —De 36 a 6— y muchos de sus diputados más participativos. Es el caso de Sonia Sierra, doctora en Filología Hispánica, que ha mantenido grandes confrontaciones dialécticas con el consejero de Educación, Josep Bargalló, por su rechazo a la inmersión. La diputada felicitó a los socialistas, dio las gracias, deseó suerte a los nuevos diputados y afirmó: “Los alumnos catalanes me tendrán ahora de profesora, que es mi profesión”. La misma suerte han corrido los hasta ahora diputados, Jorge Soler, cabeza de lista por Lleida, o Juan María Castel, número uno por Girona. El PDeCAT, heredero de la histórica Convergència, ha se ha convertido en extraparlamentario y Marc Castells, alcalde de Mollerussa, se ha quedado sin acta.
Rosa Lluch, hija de Ernest Lluch, el exministro socialista asesinado por ETA, tampoco logró el escaño por esa demarcación. Posiblemente, fue una de las grandes decepciones que sufrieron los comunes que tenían esperanzas para recuperar el escaño que perdieron en 2015. Vox barró las puertas. Lluch, que participó junto a Ada Colau y Jéssica Albiach en el acto de arranque de campaña en Barcelona, dijo tras no lograr el acta. “Hoy no se acaba nada. Seguiremos trabajando para conseguir el cambio”.
El cambio de sillas se ha concentrado en Tarragona. No solo Lorena Roldán defenderá en el hemiciclo un nuevo partido. Carles Castillo, que dejó el PSC en septiembre, ahora es diputado electo por ERC y Rubén Viñuales, exconcejal de Ciudadanos, lo es ahora por el PSC.
Autocrítica del PP y petición de dimisiones en Ciudadanos
Alejandro Fernández, líder del PP, dijo el 14-F que no le gusta edulcorar la realidad y ayer lo reiteró. Tenía la expectativa de doblar sus escaños y perdió uno (cuatro a tres). No ocultó que el caso Barcenas perjudicó “enormemente” su campaña y que la baja participación perjudicó al constitucionalismo. “No quiero excusas. Y con ese espíritu de autocrítica ¿Por qué unos han movilizado a su electorado y otros no?”, se preguntó en alusión al PSC afirmando que ni el PP ni Ciudadanos lograron que cuaja la idea de que además del tripartito estaba su alternativa.
“El espacio constitucionalista, europeista y liberal está débil y hay que fortalecerlo”, dijo. Su plan arranca con una ronda con entidades para saber en qué han fallado; restructurar la ejecutiva tras la renuncia del secretario general; seguir defendiendo su ideario y estudiar confluencias futuras para reagrupar el espacio. “Mantengo la idea de que se debe hacer entorno al PP. La política catala es volátil: hay partidos que ganaban por mayoria absoluta con hoy cero escaños (CiU y el PDeCAT) y otros que tenían tres y acabaron ganando”, dijo en referencia a Cs.
Exdiputados y ediles de Cs, del colectivo Renovadores, la corriente crítica, pidieron a Carlos Carrizosa y Carlos Cuadrad, jefe de campaña, que emulen la dignidad que tuvo Albert Rivera y dimitan también. El grupo urgió a Inés Arrimadas a reaccionar y a hacer cambios en la ejecutiva y en la estructura del partido. Antonio Espinosa, exdiputado, mostró su estupefacción por la falta de autocrítica —“Estoy en shock”— tras perder un millón de votos y dijo que Ciudadanos necesita “cirugía” a riesgo de desaparecer si no se toman medidas drásticas.