Alfonso Fernández Mañueco: “Seré autónomo para decidir los pactos de Gobierno”

El actual presidente de la Junta de Castilla y León y candidato del PP pide “una movilización sin precedentes”

Alfonso Fernández Mañueco, presidente de la Junta de Castilla y León, en la sede del PP de Valladolid, este jueves.Claudio Alvarez

Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 56 años) aspira a sumar más escaños que toda la izquierda junta para que Vox le permita gobernar en solitario. Ese es su objetivo, aunque evita definir como una línea roja que los ultras puedan entrar en su Gobierno si las cosas no salen bien el 13 de febrero. El candidato del PP a la reelección como presidente de Castilla y León reivindica su autonomía con respecto a la dirección del PP para decidir con qui...

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Alfonso Fernández Mañueco (Salamanca, 56 años) aspira a sumar más escaños que toda la izquierda junta para que Vox le permita gobernar en solitario. Ese es su objetivo, aunque evita definir como una línea roja que los ultras puedan entrar en su Gobierno si las cosas no salen bien el 13 de febrero. El candidato del PP a la reelección como presidente de Castilla y León reivindica su autonomía con respecto a la dirección del PP para decidir con quién pactará tras las elecciones.

Pregunta. ¿Cuál es su sensación sobre cuál va a ser la participación en estas elecciones? Porque es la primera vez que Castilla y León va a las elecciones en solitario.

Respuesta. Es una situación sin precedentes. Y yo estoy pidiendo una movilización sin precedentes. Yo creo que la gente de Castilla y León, que somos gente sobria y austera en nuestros comportamientos, no somos tontos y además tenemos nuestro orgullo. Sabemos que toda España nos está mirando. Yo creo que va a haber una participación para dar muestra y ejemplo de lo que es Castilla y León en España.

P. ¿Cuál sería un buen resultado del PP en estas elecciones?

R. Estoy pidiendo un mandato claro para que haya un Gobierno en solitario, fuerte y con estabilidad en Castilla y León.

P. ¿Eso lo cifra en 35 escaños, o el objetivo es sumar más que toda la izquierda junta?

R. Bueno, yo creo que sería sumar más que todo el resto de partidos, pero yo ambiciono sacar el mayor número posible de escaños. Yo no diría 35, si puedo llegar a 38, 39 o 40.

P. Hay quien se pregunta qué sentido tendría el adelanto electoral si al final el resultado es perder a Ciudadanos como socio y cambiarlo por Vox.

R. Dicho así parece que el adelanto electoral se ha hecho en función de las encuestas. No, se hace porque se produce una situación de deslealtad, de quiebra de confianza, una situación insostenible en la aprobación de los Presupuestos y una más que probable moción de censura que hubiera dado un Gobierno sustentado en tránsfugas. Lo mejor era que las personas de Castilla y León tuvieran la voz y eso es lo que hice. Me he jugado el futuro personal.

P. ¿Han tenido algún peso los casos de corrupción que van a juzgarse pronto?

R. No, no, no; ni esto, ni las encuestas ni otras cuestiones.

P. ¿Qué responsabilidad tendrá en el resultado la dirección nacional del PP? Porque se ha volcado en la campaña.

R. En la convocatoria a las elecciones, la dirección nacional no tuvo nada que ver. Fue una decisión personal mía. En segundo lugar, la dirección nacional siempre ha estado aquí en las elecciones. Por lo tanto, yo agradezco que nos acompañen.

P. ¿Qué se juega Pablo Casado el 13 de febrero?

R. Bueno, yo creo que Pablo Casado, como cualquier líder nacional, lógicamente, si van las cosas bien, pues tendrá una respuesta positiva, y si no van tan bien, las cosas se verán de otra manera. Pero como estoy convencido que van a ir las cosas bien... Un dulce nunca amarga.

P. ¿El PP está condenado a entenderse con Vox?

R. No necesariamente. En las últimas elecciones en Castilla y León, la representación de Vox fue, no voy a decir que irrelevante, pero muy reducida...

P. Las encuestas le dan ahora muchos más escaños.

R. Eso sí es verdad. Pero vamos a ver qué es lo que ocurre.

P. Usted defiende que quiere gobernar en solitario, una vocación lógica en cualquier partido, pero ¿definiría como una línea roja que Vox no entrara en su gobierno?

R. Yo estoy pidiendo una mayoría suficiente para poder gobernar en solitario, por tanto, que ninguna otra formación política tenga que entrar.

P. Pero no lo quiere definir como línea roja.

R. Bueno, es que a mí las líneas rojas o los vetos no me gustan como tal. Sí que creo en unos principios y unos valores. Yo soy una persona moderada, dialogante, y lo quiero seguir aplicando a lo largo de la próxima legislatura. Eso no quiere decir que yo, que aspiro a tener un gobierno en solitario, no sea capaz de llegar a acuerdos con fuerzas políticas o con organizaciones del diálogo social u organizaciones agrarias.

P. Santiago Abascal ha avisado de que no va a darle un cheque en blanco al PP. ¿Podrán entenderse?

R. Pues no lo sé, no he hablado nunca con Abascal. Sé que formó parte de las Nuevas Generaciones, gente de mi entorno tenía relación... No tengo ni idea. Vuelvo a insistir. Creo que no va a hacer falta un gobierno de coalición.

P. ¿Preferiría repetir elecciones antes de formar una coalición con Vox?

R. Yo de eso no he hablado. Yo aspiro a gobernar en solitario y luego, a partir de ahí, interpretar qué es lo que dicen las personas de Castilla y León.

P. ¿Contempla una repetición electoral?

R. Lo veo complicado.

P. Complicado, ¿pero no imposible?

R. En la vida no hay nada imposible. Pero parece que, sin fiarnos de las encuestas más de lo debido, va a haber una mayoría en torno al PP lo suficientemente clara.

P. ¿Pablo Casado le ha pedido que evite pactar con Vox?

R. No hemos hablado de futuro más allá del 13 de febrero.

P. En los pactos de gobierno, ¿usted será autónomo para decidirlo o tendrá que contar con la opinión de Génova?

R. Claro que soy autónomo. Otra cosa es que en un momento determinado pueda necesitar el apoyo o la ayuda, pero yo soy autónomo en la toma de decisiones.

P. Usted estaba allí, ¿cómo interpretó las palabras de José María Aznar que han convulsionado la campaña del PP?

R. Perdón por la inmodestia, pero creo que se estaba refiriendo a mí, que yo represento un liderazgo fuerte y claro y que por tanto la gente de Castilla y León podía confiar en mí.

P. ¿No fue un toque de atención a Casado? Porque dijo que hay que preguntarse para qué se quiere llegar a La Moncloa.

R. En estas elecciones nos estamos jugando la gestión eficaz de un Gobierno en Castilla y León. Ya vendrán otras circunstancias, otras interpretaciones.

P. ¿Por qué ha tenido que ayusizarse usted en la campaña? ¿Un PP moderado no puede ganar?

R. Bueno, yo soy una persona moderada. Unas veces me comparan con Ayuso, otras con Feijóo y otras con Moreno...

P. Por la confrontación con Pedro Sánchez se parece a Ayuso. ¿Ese tipo de frentismo entre instituciones no puede terminar perjudicando a los ciudadanos?

R. Totalmente de acuerdo. ¡Si es que yo lo quiero es entenderme con el Gobierno de España! Me gustaría que no hubiéramos tenido que ir al Supremo para que nos hubiera dado la razón por el IVA o que no se nos recurriera la Ley de Caza, o que no tuviéramos que ir a los tribunales para impedir el cierre de Navacerrada.

P. Usted ha dicho que hay que sacar la “plaga del sanchismo” de Castilla y León.

R. Sí, bueno. Es una forma simbólica de explicar que no entendemos la falta de compromiso del Gobierno con esta tierra.

P. Castilla y León ha perdido 300.000 jóvenes en las dos últimas décadas. Emigran por falta de oportunidades, ¿qué les ofrece?

R. Apostamos por un sistema de formación profesional, la dual tiene un grado de inserción del 100%. Y queremos poner en marcha un programa de retención y de atracción de talento.

P. ¿Qué piensa del vodevil en el que se ha aprobado la reforma laboral?

R. Lo sucedido en el debate es el reflejo de un Gobierno débil y sin mayoría parlamentaria.

P. El PP habla de “fraude democrático”. ¿No se corre el riesgo de dañar a la democracia desprestigiando las instituciones?

R. El respeto a las instituciones es el fundamento de la democracia. Es inadmisible lo que el Gobierno de España está haciendo para torcer la voluntad de la mayoría. Debe volver a la senda del respeto institucional, no puede utilizar las instituciones en beneficio propio.

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