Chivite reivindica un gobierno plural como reflejo de una Navarra diversa, pero no logra la investidura

La socialista pierde la votación, en la que necesitaba mayoría absoluta, pero espera salir elegida por mayoría simple este martes con la abstención de Bildu

Chivite, esta mañana, durante la primera sesión de investidura, celebrada esta mañana en el Parlamento de Navarra, en Pamplona. Foto: JESUS DIGES (EFE) | Vídeo: EPV
Pamplona -

María Chivite (PSN) no ha logrado este lunes la mayoría absoluta necesaria para ser investida en primera votación como presidenta de Navarra, tal y como estaba previsto. La socialista, por tanto, tendrá que esperar para renovar su mandato a este martes festivo, en el que los 50 componentes de la Cámara foral están citados a las 17.20 para votar de nuevo. Entonces, si no hay sorpresas, será investida con mayoría simple, gracias a la abstención prevista de EH-Bildu. “La ciudadanía ha votado avanzar, ha votado sí a los derechos y no a los retrocesos”, ha proclamado esta mañana para solicitar la c...

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María Chivite (PSN) no ha logrado este lunes la mayoría absoluta necesaria para ser investida en primera votación como presidenta de Navarra, tal y como estaba previsto. La socialista, por tanto, tendrá que esperar para renovar su mandato a este martes festivo, en el que los 50 componentes de la Cámara foral están citados a las 17.20 para votar de nuevo. Entonces, si no hay sorpresas, será investida con mayoría simple, gracias a la abstención prevista de EH-Bildu. “La ciudadanía ha votado avanzar, ha votado sí a los derechos y no a los retrocesos”, ha proclamado esta mañana para solicitar la confianza al Parlamento navarro, en la primera sesión para renovar el Ejecutivo de coalición con los mismos socios con los que compartió ejecutivo los últimos 4 años: Geroa Bai y Contigo Navarra. La apelación a una comunidad plural, “como oportunidad y no como problema”, ha vuelto a ser, como hace cuatro años, el eje principal del discurso de Chivite. Diversidad que representa, ha dicho, su propio Ejecutivo, compuesto por tres formaciones políticas diferentes, con el que asegura que ya ha demostrado “que se puede gobernar en minoría parlamentaria si esa potente herramienta democrática que es el diálogo se ejerce con sentido común, desde la centralidad y pensando en el interés general”.

La socialista ha logrado esta mañana 21 votos favorables (los de los tres socios de gobierno), 20 negativos (de los parlamentarios de PP, UPN y Vox) y 9 abstenciones (de EH Bildu). Chivite busca su segundo Gobierno foral tras una primera legislatura marcada por la pandemia de la covid-19. La aspirante quiere que el refuerzo del sistema público de Salud sea una de las líneas estratégicas de su Gabinete, en caso de poder renovar el mandato. Por ello, ha marcado como primer reto legislativo la aprobación de una nueva ley de Salud que ponga encima de la mesa elementos para abordar a largo plazo la reducción de las listas de espera, el refuerzo de la atención primaria y dé prioridad a la salud mental, “especialmente en ámbito infantil y juvenil”. También pretende dar “mayor velocidad al alquiler social”, así como “garantizar unos precios del alquiler que no sean una barrera para las personas”. Estos dos departamentos, Salud y Vivienda, serán gestionados por sus socios, Geroa Bai y Contigo Zurekin.

La convivencia ha sido el tercer eje de su discurso en una Cámara en la que se estrena Vox con dos parlamentarios esta legislatura. “Mostramos una vez más nuestro compromiso con el apoyo y solidaridad a las víctimas del terrorismo de ETA y de cualquier organización terrorista”, ha remarcado Chivite, que insiste en la necesidad de “una memoria compartida y un relato contrastable con el pasado”. Con una cita de Antonio Machado (“en la política solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire”), ha concluido la candidata los 40 minutos de discurso inicial, que han aplaudido los componentes de su grupo, el PSN, y los 3 de Contigo-Zurekin, a diferencia de los partidos de la que será de nuevo la oposición, UPN, PP y Vox. Tampoco lo han hecho sus socios de Geroa Bai.

Chivite necesitaba mayoría absoluta en la primera votación, celebrada por llamamiento a partir de las 17.30. Pero solo logró que votasen sí 21 de los 50 escaños: la suma de los socialistas y sus socios de Gobierno. Será este martes, 24 horas más tarde, con la abstención de los 9 asientos de EH Bildu, cuando logre la reelección por mayoría simple. El papel de la formación abertzale, que también se abstuvo hace 4 años, ha sido el eje de las críticas de los partidos que conformarán la oposición; UPN, PP y Vox.

“Los escaños de EH Bildu están manchados de sangre y con esos escaños manchados de sangre están pactando los socialistas”, ha lanzado el líder de UPN, Javier Esparza en su turno de réplica. “Ustedes son el cooperador necesario para que una fuerza disgregadora e inmoral, por no condenar el terrorismo, cada vez tenga más poder y fuerza política”, ha acusado el portavoz del PP, Javier García, al PSN mientras que Maite Nosti, la portavoz de Vox, partido que se estrena en esta legislatura en el Parlamento navarro, ha hablado de un gobierno “comunista separatista apoyado por un partido filoetarra”.

EH Bildu fue ya clave en la primera investidura de María Chivite, en agosto de 2019. Entonces, cinco de sus siete parlamentarios se abstuvieron tras una consulta a su militancia, en la que tres cuartas partes avalaron la idea de facilitar el acceso a la presidencia de la socialista. En esta ocasión, el respaldo de la afiliación abertzale a esta medida ha aumentado, quedándose solo en el 12% quienes votaron no a la abstención en la consulta interna. En los últimos 4 años, EH Bildu ha firmado acuerdos presupuestarios con la administración Chivite y ha acordado leyes de calado como la financiación local o la que reconoce a las víctimas de abusos policiales y violencia de ultraderecha durante la Transición. EH Bildu es además el partido con más alcaldías en Navarra, con 40.

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