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La jueza cree “plausible” que Vilaplana acercara a Mazón en coche al Palau de la Generalitat la tarde de la dana

La magistrada incluye esa posibilidad en el razonamiento jurídico de un auto, si bien recuerda que la periodista no lo afirmó en su declaración

La jueza que instruye el causa penal de la dana, Nuria Ruiz Tobarra, ha rechazado en un auto dado a conocer este lunes llamar a declarar como testigos a los bedeles del Palau de la Generalitat que estaban trabajando la tarde del 29 de octubre del pasado año. Y en su razonamiento jurídico argumenta que el entonces presidente de la Generalitat, Carlos Mazón, del PP, apenas estuvo en la sede del Consell, aunque lo hubiera llevado en coche la periodista Maribel Vilaplana desde el aparcamiento cercano al restaurante El Ventorro, donde estuvieron cerca de cuatro horas, hasta el Palau, una posibilidad que la magistrada califica de “hipótesis plausible”.

La magistrada niega la petición de citar a los trabajadores formulada por una acusación que representa a una víctima porque considera “altamente improbable” que los aludidos “escucharan algún tipo de conversación relacionada con la gestión de la emergencia”, dado el “escaso tiempo que hubo de permanecer el señor Carlos Mazón” en la sede del Gobierno valenciano, como avanzó este periódico. Mazón llegó unos minutos antes de las 20 horas y se marchó al poco al Cecopi, el órgano que coordinaba la emergencia, instalado en el Centro de Emergencias de L’Eliana, a unos 20 kilómetros de Valencia, al que llegó a las 20.28.

Pero no descarta la última versión sobre los movimientos de Mazón en aquella fatídica tarde en que las inundaciones causaron 230 muertos en la provincia de Valencia, sino que la considera una “hipótesis plausible”. Fue publicada por el diario Levante EMV, citando fuentes del PP. Posteriormente, el entonces president y la comunicadora la desmintieron.

Ahora, la jueza escribe en su auto para justificar su decisión de no citar a los bedeles: “Aun en el supuesto de que se partiera de la hipótesis de que la testigo Sra. V. [Vilaplana] hubiera acompañado al Sr. Carlos M. en su coche hasta las proximidades del Palau, lo que no fue afirmado por la testigo, pero que es una hipótesis plausible si atendemos a la extensión de la comida, la sobremesa y el tiempo transcurrido juntos hasta la entrada en el parking, el momento de llegada del Sr. Carlos M. al Palau no sería muy anterior en el tiempo. La salida del aparcamiento del vehículo se situó por la mercantil Interparking a las 19:51 h. Nos encontraríamos en una situación similar”.

Con anterioridad, la jueza alude a las versiones dadas por Mazón —que fue andando desde el aparcamiento al Palau— y por Vilaplana —que se despidieron en el aparcamiento—, concluye que tampoco los bedeles hubieran apenas tenido tiempo de escuchar alguna conversación relevante. Dice el auto en este sentido: “Desde el abono del importe del ticket del parking por la Sra. V. a las 19:47 h, y aunque según manifestó dicha testigo se despidió del Sr Carlos M. a la puerta del aparcamiento, con anterioridad al abono, el camino a pie desde el parking de la Glorieta hasta el Palau es de cerca de 10 minutos. Si posteriormente, hubo de desplazarse hasta el Cecopi, sito en L’Eliana, el tiempo de permanencia en el Palau fue mínimo, dado que llegó al CCE [Cecopi] a las 20:28 h, según consta en las imágenes remitidas por la Conselleria de Emergencias, y que fueron conservadas como afirmó el testigo Alfonso F.L.V.B”.

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