Valencia prohíbe la carga de patinetes eléctricos en las dependencias municipales

El Comité de Salud Laboral del Ayuntamiento valenciano acordó la medida por motivos se seguridad

Un control policial de patinetes y bicicletas en uno de los carriles bici de Valencia en una imagen de archivo.Mònica Torres

Los patinetes eléctricos se han convertido en uno de los medios de transporte urbano más frecuentes en las grandes ciudades pero la carga de las baterías de las que se alimentan pueden entrañar riesgos. El Ayuntamiento de València acaba de lanzar a todos sus funcionarios una circular, a la que ha tenido acceso este diario, en la que se prohíbe a partir de ahora la carga de vehículos eléctricos en las dependencias municipales.

La orden se ha remitido a la plantilla municipal después de que el Comité de Seguridad y Salud Laboral del consistorio acordase en su reunión del pasado 14 de enero la prohibición de cargar dispositivos de transporte personal eléctricos, ya sean patinetes, motociclos o bicicletas eléctricas, entre otros, con la única excepción de los empleados por las personas con discapacidad.

“Los incendios causados por estos dispositivos, en especial por los patinetes eléctricos, son cada vez más frecuentes y el fuego originado por sus baterías se caracteriza por su rapidez, la liberación de gases tóxicos y su difícil extinción, dado que los agentes de extinción comunes como el polvo, el CO2 o la espuma, no suelen ser efectivos en fuegos provocados por dichas baterías”, recoge la circular.

La instrucción de no cargarlos en los enchufes de las dependencias municipales se acompaña de otras indicaciones del citado comité de salud laboral, que apunta que estos vehículos no deben estacionarse cerca de ninguna fuente de calor, como estufas o radiadores; y tampoco pueden estacionarse en sitios que puedan provocar un bloqueo ante una eventual evacuación.

El patinete es un medio de transporte de gran penetración en las ciudades porque permite un desplazamiento rápido, barato y sostenible. La progresión en su uso —también de las bicicletas eléctricas— se ha incrementado de forma considerable desde la pandemia.

No obstante, las empresas de transporte público de Madrid, Barcelona, Sevilla o Palma de Mallorca han prohibido o restringido de algún modo la entrada de estos patinetes eléctricos en sus medios de transporte, también por una cuestión de seguridad. Renfe o la Empresa Municipal de Transportes de Valencia tampoco los permite en sus desplazamientos.

Además, los Vehículos de Movilidad Personal (VMP) están en el punto de mira de organismos públicos como la Dirección General de Tráfico (DGT), que desde el año pasado aplica una nueva regulación que les exige, entre otras cuestiones, no circular a más de 25 kilómetros por hora, disponer de un sistema doble de frenado independiente, y llevar una señalización adecuada.

Sobre la firma

Más información

Archivado En