Los hoteles apenas resisten y la ocupación se desploma al 40% en Valencia tras la dana

La facturación de la hostelería cae un 75% y la planta hotelera compensa una parte de las cancelaciones de reservas con la llegada de efectivos de emergencias y seguridad de toda España

Turistas en el centro de Valencia.Mònica Torres

El turismo de la ciudad de Valencia registró una avalancha de cancelaciones en los días posteriores a la dana del pasado 29 de octubre. Apenas han pasado dos semanas desde la catástrofe y todos los esfuerzos se centran ahora en el rescate de las víctimas y en proporcionar unas condiciones mínimas a la población damnificada. Sin embargo, el sector teme por la industria, uno de los motores de la economía local. La patronal hotelera Hosbec confirma que, en los días posteriores a la riada, la llegada de los efectivos de emergencias venidos del resto de España han ocupado hoteles y compensado de algún modo el bajón de turistas. Aun así, el Gobierno local habla de que la ocupación se ha reducido al 40% cuando debería rondar el 90%. “Valencia mandaría al mundo un mensaje de normalidad manteniendo la celebración del maratón [el próximo 1 de diciembre], como un gesto solidario porque ayudaría a levantar una economía muy castigada por la dana”, opina la presidenta de la patronal provincial (CEV), Eva Blasco.

La patronal turística reconoce que durante esta crisis hubo picos de cancelaciones hoteleras muy importantes, lo que facilitó que estos establecimientos atendieran la demanda de alojamiento de otras comunidades autónomas, que enviaron a Valencia cientos de forenses, psicólogos, policías, bomberos y personal de Protección Civil. Los días siguientes, por el efecto contagio, también se anularon reservas vacacionales en Castellón o Alicante, pero fueron puntuales. “Nada llamativo”, asegura la secretaria general de Hosbec, Mayte García Córcoles.

“Confiamos en que se produzca una ola de solidaridad en estos momentos”, expresa la portavoz de la asociación hotelera, puesto que octubre y noviembre son considerados temporada alta en la ciudad de Valencia, con ocupaciones de entre el 85% y el 90% de su planta hotelera. Hay profusión de congresos, eventos, actos corporativos y de ocio; y los hoteles están haciendo un esfuerzo ímprobo por aplazar las reservas a otras fechas y no perderlas. En algún caso no es posible, como ocurre con el Gran Premio de Motociclismo de Cheste, que se ha trasladado a Barcelona por los daños del circuito valenciano. “Estamos muy pendientes para replantear acciones inmediatas de nuevos eventos”, añade García Córcoles.

Manuel Espinar está de barro hasta las orejas porque ha perdido dos negocios hosteleros ubicados en la zona cero de la catástrofe. El presidente de la Federación de Hostelería de la provincia de Valencia y la organización autonómica lamenta que “la catástrofe” está teniendo un “efecto de mancha de aceite”. La imagen de Valencia en el resto de España y en el mundo se ha visto dañada, lógicamente, por el desastre. La visión es que la capital ha quedado totalmente destruida y eso ha provocado unas cancelaciones brutales”, analiza el empresario, que cifra la caída de facturación en más del 75%. “Hay locales que están cerrando porque es inviable mantener la puerta abierta del negocio”, continúa. “La reconstrucción de la zona cero es prioritaria pero tenemos que evidenciar al mundo entero que la ciudad está bien, que se puede venir”, apostilla.

Nuevas campañas turísticas

La bajada de la facturación ha sido drástica y es grave estas dos semanas, confirma Paula Llobet, concejal de Turismo de Valencia. La ocupación media hotelera en la capital rondaba el 90% y ahora está en un 40%. “Algo ha hecho que estemos alojando a personal de emergencias y a voluntarios pero a unos precios muy por debajo del mercado, que es la contribución del sector. Hay que tener en cuenta, además, que el 70% de los empleos en la ciudad están ligados al sector servicios y al turismo”, incide Llobet. El Gobierno local ha suspendido todas las campañas promocionales en marcha desde la riada y prepara una de transición, centrada en mensajes como la recuperación, la solidaridad, el agradecimiento por la ayuda y en que Valencia es una ciudad resiliente. “Cuando sea el tiempo correcto, porque ahora hay que centrarse en las personas”, añade la edil.

Una agencia de viajes especializada en el turismo de congresos, que organiza sobre todo las salidas al exterior de empresarios valencianos, ha cancelado algunas expediciones internacionales previstas porque “muchos empresarios están directamente afectados por la dana y ahora van a viajar poco”. Los operadores temen cancelaciones en cadena: “Estas semanas hay un bajón de viajes, ocupación hotelera, consumo en restauración… Habrá mucho menos retorno”, avanza un portavoz de esta agencia, que prefiere el anonimato.

Alejandro Salesa, portavoz de la asociación de Organizadores Profesionales de Congresos y Eventos de la Comunidad Valenciana, tiene la sede de su agencia en Beniparrell, una de las poblaciones damnificadas. El fatídico martes de hace dos semanas abandonó a mediodía su agencia, que se ha inundado. “No queremos que se paralice ningún evento porque al final nos va a ahogar más. Si además de lo que hemos perdido, nos cancelan congresos, no tendremos fuentes de sustento y hundiremos un poco más la economía”.

Este organizador de eventos, que gestiona desde el alquiler de auditorios, hasta el transporte, el cátering o las reservas hoteleras, añade que hay que tirar hacia adelante, “no solo por la economía sino por salud mental. Estamos agotados emocionalmente, pendientes todo el tiempo de la catástrofe, con lo que estar ocupado ayuda a no dar vueltas a lo mismo. Es pura supervivencia”, concluye.

Bajadas de consumo del 80%

Eva Blasco, presidenta de la patronal provincial, entiende que ahora es la “fase de recuperación de las personas”, pero recuerda que las empresas también tienen “un reto para que la economía no se pare y el impacto de la crisis sea menor”. En la capital se ha congelado el consumo, y el comercio [depende de si es textil, alimentación u otros] registra bajadas de hasta el 80%. En una dinámica parecida dinámica están los restaurantes y el resto del ocio. La dirigente estaba en Nueva York cuando los atentados del 11-S y recuerda que la ciudad se vació de turistas.

“La población damnificada por la riada está centrada en recomponer sus vidas y los valencianos estamos con un shock mental, paralizados a la hora de consumir, como abrumados, y parece que ir a un restaurante, a un bar o a un teatro ni te apetece, pero sinceramente creo que, aparte de los turistas, los valencianos tenemos que hacer un esfuerzo por salir de esa parálisis mental y consumir para que se mantenga la actividad económica”, anima Blasco. La fundación municipal Turismo Valencia “trabaja activamente” en desarrollar una nueva campaña tras el paso de la dana después de que las imágenes del desastre hayan dado la vuelta al mundo. De momento, según Blasco, ha paralizado las campañas de promoción turística previstas inicialmente porque, tras lo sucedido, hay que reorientar el mensaje.

Los empresarios trasladaron el pasado martes a la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, “caídas importantes” en sus facturaciones y la regidora reconoció la importancia de que la ciudad actúe como motor de la reactivación de las economías de los municipios afectados. “Nos tenemos que levantar para ayudar al área metropolitana”, subrayó la primera edil de Valencia. La capital el año pasado recibió más de 2,3 millones de viajeros y registró cerca de 5,5 millones de pernoctaciones.

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