Las hortalizas de Elche se salvan de la sequía extraordinaria en la cuenca del Segura

Asaja espera incluso incrementar la recolección en el campo de Baix Vinalopó mientras en la Vega Baixa temen consecuencias graves por la falta de agua

José maría Irles, en su invernadero de semilleros Elche.JOAQUIN DE HARO RODRIGUEZ

Azada en mano, Pedro Valero y su ayudante, Ibrahima, comienzan a preparar la tierra donde a principios de septiembre comenzarán la plantación de las hortalizas de invierno de las que estiman que este año sacarán una producción de en torno a 20 millones de kilos. “Un poco más que el año pasado que se quedó en los 19 millones de kilos”, asegura Valero, presidente de Asaja (Asociación de Jóvenes Agricultores) de Elche, en la comarca del Baix Vinalopó. Además, explica que aunque el principal cultivo en la zona es la alcachofa que ya se está plantado, su especialidad es la coliflor que se siembra cada quince días con una recolección continúa desde primeros de noviembre a primeros de mayo. Pedro Valero celebra que esta temporada de invierno se prevé positiva porque “la gente está más animada con las alcachofas”. Se plantarán unas 600 hectáreas, una extensión ligeramente superior a la pasada temporada. De crucíferas, es decir de coliflores, se mantendrán las 150 hectáreas habituales.

Pero todas estas previsiones están sujetas a condiciones que escapan de sus manos. En principio, según les han trasladado los responsables de las comunidades regantes, en la zona del campo de Elche no van a sufrir un problema hídrico. Insiste Valero en que “no va a haber problema”, aunque también esperan algo de lluvia. Además, disponen de más recursos dado que árboles que necesitan un mayor aporte como los granados se dejan de regar en esta temporada. El inconveniente puede llegar del cielo en forma de fuertes tormentas o exceso de calor ahora en el principio de la campaña. Eso sería lo que podría perjudicar al cultivo de invierno y reducir las previsiones de recolección.

Y es que, la declaración de sequía extraordinaria en la cuenca del Segura anunciada hace unas semanas por la Confederación Hidrográfica “va a afectar poco al campo de Elche”. El presidente de Asaja Elche asegura que “hay reservas para el invierno” para llegar bien al final de la campaña. No ocurre lo mismo con la Vega Baja donde mantienen una dependencia mayor del Segura. En este sentido, el presidente de Riegos de Levante Margen Izquierda del Segura, Roque Bru, aclara que va a tener unas consecuencias en cuanto a la menor plantación de hortalizas de invierno con probabilidad de menos producción. “Si vienen pronto las lluvias puede solucionar el tema”, apunta Bru, pero “a la vista de la situación ahora mismo, el futuro no es muy halagüeño”. Aclara que la incertidumbre sobre la disponibilidad de recursos “va a influir en la decisión de plantar”. Roque Bru asegura que “en la Vega Baja van a minorar las plantaciones”. Esto conllevará un incremento de los precios que todavía no se puede calcular. Elche, en principio, podrá salvarse de esta situación porque, como apunta Bru, el campo ilicitano toma parte de agua del trasvase Tajo-Segura que “está llegando sin problema” y se mezcla con otros aportes que permitirán que la temporada de invierno se supere sin problemas.

La preocupación se presenta de cara a la campaña de verano. Pedro Valero añade sobre esto que “el problema podría llegar a partir de la primavera” cuando se empiece con el arbolado estival. Sin embargo, para Roque Bru “es mucho aventurar” aunque apunta a que “se intentará salvar” y “si no se puede llegar a buen término con la cosecha porque no hay agua, intentar al menos no perder el árbol”.

Por otra parte, a esta situación se suma el planteamiento por parte del Gobierno de España de excluir el uso del agua de la desaladora de Torrevieja. Una propuesta a la que el consejero de Agricultura, Miguel Barrachina, ya ha mostrado su rechazo porque considera que recorta los derechos de los agricultores y consumidores. Además, añade que se suma a los 26 recortes que se han perpetrado en el trasvase Tajo-Segura “sin aval técnico y solo por motivos políticos”. Asimismo, Barrachina señala que se “hurta” cien hectómetros cúbicos de agua a la Comunidad Valenciana, Murcia y Andalucía (que se abastecen de esta conexión hídrica), y en cambio “se envían más de 3.000 hectómetros cúbicos por encima de lo pactado a Portugal”. Un asunto sobre el que, según el presidente de Riegos de Levante, no se está hablando lo suficiente y podría generar un problema a las comunidades de regantes a medio y largo plazo. También el ayuntamiento de Elche (PP y Vox) ha cerrado filas con el Camp d’Elx ante la posibilidad de que dejen de percibir agua de la desaladora de Torrevieja. Aun así, Roque Bru explica que van a esperar hasta conocer los volúmenes que se les asignan porque, además, los regantes no hacen uso directamente de este aporte porque no tienen conexión, sino que se hace mediante permuta con otras comunidades del Levante.

Una trabajadora planta las hortalizas de invierno en uno de los campos de Elche.JOAQUIN DE HARO RODRIGUEZ

Cosecha de invierno

El campo de Elche va a conseguir salvar su cosecha de invierno hasta, incluso, incrementar ligeramente la recolección en comparación con años anteriores. La disponibilidad, por el momento, de recursos hídricos en esta campaña les permite superar la situación aunque la mirada está puesta en la próxima temporada de verano y en la evolución meteorológica. Un panorama diferente al que se les presenta a tan solo unos kilómetros, en la Vega Baja donde la producción, en este caso, se va a ver afectada en un contexto de incremento de precios que los consumidores siguen notando en la cesta de la compra.

En el Mercado Central de Elche, son varios los clientes y placeros que advierten de que “los precios suben, pero no bajan”, según apunta Manuela, una usuaria habitual. Desde los comerciantes, Javier Mateo señala, sin embargo, a la irrupción de productos extranjeros que “copan el mercado” y el producto local “no se vende porque no sale rentable su venta”. Mateo está convencido de que “si hay momentos de sequía, los precios van a subir”. En esa misma línea, otro cliente, José Antonio, lo tiene claro “bajar no van a bajar” porque “importan las cosas y se pagan más caras”.

Y es que esta es una reivindicación que el campo está denunciando en los últimos meses con protestas que paralizaron carreteras. Pero a esto, según el presidente de ASAJA, se le suman otras demandas a las administraciones como que se reduzca la burocracia, que den alternativas a la retirada de productos para tratar las plagas y que garanticen agua de calidad a precios razonables porque, añade Valero, “el agua es la energía que mueve el campo”.

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