Certezas y dudas de las indemnizaciones para los afectados por el incendio del edificio de Valencia

Los propietarios deberán decidir si reconstruyen las viviendas sobre la estructura actual, desde cero o si se reparten el importe del seguro y venden el solar

Exterior del edificio incendiado en Valencia, en el barrio de Campanar.Mònica Torres

Casi una semana después del incendio de un edificio en Valencia, los afectados siguen con algunas certezas y muchas dudas sobre las indemnizaciones a recibir de sus seguros. Por un lado, está lo que les corresponde por el contenido, que se les ha pagado ya incluso en muchos casos. Pero, por otro, el abono final dependerá de lo que ocurra con el peritaje y el valor que se determine de reconstrucción. Entonces se abrirá un abanico de posibilidades en el que...

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Casi una semana después del incendio de un edificio en Valencia, los afectados siguen con algunas certezas y muchas dudas sobre las indemnizaciones a recibir de sus seguros. Por un lado, está lo que les corresponde por el contenido, que se les ha pagado ya incluso en muchos casos. Pero, por otro, el abono final dependerá de lo que ocurra con el peritaje y el valor que se determine de reconstrucción. Entonces se abrirá un abanico de posibilidades en el que la decisión será de la comunidad de vecinos: si se escoge restaurar el edificio, ya sea con la estructura existente si es viable o tras su demolición y construcción desde cero, o recibir el dinero y vender el solar para repartir entre los propietarios. Diferentes alternativas, aunque solo se podrá dar una respuesta, la misma para todos. Esto es, los vecinos deberán llegar a un punto de encuentro.

“La comunidad tiene asegurada la reconstrucción del bien, con calidades de material similar, sobre un suelo que no está en el contrato del seguro comunitario porque el suelo no se pierde”, inciden fuentes de diferentes aseguradoras del país con clientes afectados. Es decir, tanto el seguro de la comunidad como los seguros de hogar individuales, en la parte del continente, cubren la reconstrucción. “Los seguros multirriesgos tienen cobertura frente a incendios y contemplan los gastos de demolición y desescombro”, añaden fuentes de la patronal Unespa. Por tanto, la indemnización queda a la espera del valor que determinen los peritos, aunque también influirán las condiciones de los contratos particulares y el capital cubierto.

En las labores de inspección técnica interviene el Ayuntamiento, la policía científica y las aseguradoras con clientes afectados, que han trasladado a la zona a sus equipos especializados. Estos trabajos se pueden demorar durante semanas, según fuentes conocedoras de los análisis, hasta determinar si es viable mantener y reconstruir el edificio sobre la estructura actual o no. El liderazgo de estos trabajos lo ha asumido Mapfre, que tenía seguros de hogar de 25 viviendas y el de la comunidad. Según fuentes del sector, la cifra que cubre dicho seguro comunitario se sitúa en alrededor de 26,5 millones, como avanzó Expansión.

La posible declaración de ruina del edificio dependerá del coste de la reconstrucción, si es superior a lo que costaría su demolición y nueva construcción o no, así como en términos de eficiencia. Eso sí, en estas indemnizaciones no se fija a qué se destina ese abono, una decisión posterior que corresponde a los propietarios.

Decisión acordada entre los vecinos

“Primero se tiene que dictaminar la seguridad de la zona, qué pasa con la estructura y cuando haya una conclusión de los análisis técnicos, los vecinos tendrán que decidir de forma unánime su elección. No se podrán dar distintas soluciones, será una sola para todos. Tendrá que haber acuerdo”, añade otra fuente de una de las compañías de seguro principales del país. Así, el valor que se estipule como indemnización total se podrá transferir a la asociación en la que se constituyan los afectados y que esta encargue su reconstrucción. O se podrá repartir entre los propietarios junto con la cuantía de la venta del solar.

Sobre esta cuestión, existe además una concurrencia entre los seguros de hogar y el de la comunidad, que no suman indemnizaciones sino que se reparten el pago. Esto es, habrá una parte que le corresponda al seguro de la vivienda y otra al comunitario hasta llegar a la cantidad que se calcule como indemnización por este concepto.

“Los importes desembolsados no podrán superar en ningún caso el valor del bien destruido o del límite estipulado en el contrato”, explica Unespa en un comunicado. Otra cosa es lo cubierto por el contenido, que según fuentes del sector suele estar infraasegurado. Esta indemnización por el contenido ya se ha adelantado y las compañías han puesto a disposición de los usuarios su cobro de forma rápida. Luego está la inhabitabilidad, que también se ha facilitado, por lo que las aseguradoras están ayudando en la búsqueda de un alojamiento temporal.

Seguro vinculado a la hipoteca

Sobre los seguros privados de los propietarios, existen dos modalidades de forma generalizada de seguro de hogar: uno, en el que se cubre contenido y continente de la vivienda. Y otro que está vinculado al préstamo hipotecario, donde existe una cesión en favor del banco y la indemnización se utiliza para cubrir el saldo pendiente y cancelar la deuda. “Es un compromiso adquirido previamente y la entidad tiene derecho preferente de cobro”, añaden fuentes financieras y de seguros.

En la práctica, si los vecinos deciden cobrar el dinero y no reconstruir el edificio, el cliente con un seguro vinculado a su hipoteca recibirá la diferencia entre lo que le quede por pagar del préstamo y lo cubierto por el seguro. Por ejemplo, si la cantidad determinada a recibir son 100.000 euros y le restaban 50.000 euros de hipoteca, solo recibiría los otros 50.000 euros.

Falta por ver cómo se resuelve esta cuestión si se decide reconstruir el edificio. En teoría, el banco podría reclamar el importe pendiente y cancelar la hipoteca. Aunque se espera que haya acuerdos con los propietarios para que esa deuda pase a un nuevo préstamo sobre la vivienda reconstruida. “La indemnización, en principio, se destinará a pagar la reconstrucción, no a las hipotecas pendientes”, explican fuentes de otra de las aseguradoras implicadas. Para que esto ocurra, se cuenta con la complicidad de las entidades, que están facilitando el proceso. Por ejemplo, el Santander ya ha abonado 3.000 euros a los afectados y ha aprobado una carencia de seis meses para sus hipotecados.

¿Qué pasa con los no asegurados?

Como suele ocurrir en este tipo de tragedias, los peor parados son los que no tuvieran seguro de hogar, como ya pasó con los afectados por la erupción del volcán de La Palma. En estos casos, no recibirán indemnización alguna por el contenido que tuviesen y quedarían a expensas de ayudas públicas. Eso sí, en esta ocasión contaban al menos con el seguro de la comunidad que le cubre el continente (estructura del edificio y su hipotética reconstrucción).

Sobre este supuesto, si los vecinos deciden volver a levantar el edificio de vivienda, la indemnización garantizará su construcción con calidades similares a las que tenía. Y si la comunidad de propietarios decide realizar mejoras, esas las tendrán que abonar entre todos, vía derrama, sin tener en cuenta si contaban con seguro de hogar o no.

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