Un CSI para poner en valor el patrimonio paleontológico de Morella

Cuatro especialistas restaurarán en el nuevo laboratorio de la Fábrica Giner los primeros 400 de los 7.000 restos de dinosaurios almacenados

Un equipo restaurará el extenso patrimonio paleontológico de Morella y la comarca de Els Ports (Castellón).

Los más de 7.000 fósiles almacenados en diferentes espacios de Morella (Castellón) tras su salida a la luz en las decenas de prospecciones paleontológicas realizadas en las últimas décadas, ya tienen quien los restaure y prepare para poder analizarlos en profundidad. Un equipo de cuatro profesionales, licenciados en Bellas Artes y con Máster en Restauración, asumen desde esta semana el reto. Lo harán dura...

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Los más de 7.000 fósiles almacenados en diferentes espacios de Morella (Castellón) tras su salida a la luz en las decenas de prospecciones paleontológicas realizadas en las últimas décadas, ya tienen quien los restaure y prepare para poder analizarlos en profundidad. Un equipo de cuatro profesionales, licenciados en Bellas Artes y con Máster en Restauración, asumen desde esta semana el reto. Lo harán durante un año, lo que dura su contrato con el programa EPRIEX, gestionado por el Servicio Valenciano de Empleo y Formación LABORA, en el marco de un proyecto del Instituto Valenciano de Conservación, Restauración e Investigación (IVCR+i) y el consistorio morellano.

Disponer de personal específico para trabajar con el extenso patrimonio paleontológico de Morella y la comarca de Els Ports, al norte de la provincia de Castellón, era una de las principales reivindicaciones de los investigadores. También habilitar un centro de investigación, con laboratorio y almacén, donde poder restaurar y preparar el material localizado para su análisis científico “en las condiciones y el ritmo que merece”, recuerda el paleontólogo local José Miguel Gasulla, miembro del Grupo de Biología Evolutiva de UNED y director del seguimiento paleontológico de la concesión minera Vega del Moll, que supervisará la labor del nuevo equipo. Solo entre el 15% y el 20% de los restos hallados estos años ha superado esta fase. “Estamos muy en pañales, a pesar del amplio patrimonio que atesoramos, pero espero que este programa suponga un acicate”, explica.

La base de operaciones del nuevo equipo es el laboratorio habilitado en la nave de las calderas de la Fábrica Giner. Desde allí, y en el último año, Gasulla ha ido trabajando en solitario en la clasificación y conservación de los restos, “pero necesitábamos personal para avanzar”. Estima que en este año podrán sacar del almacén y dejar preparadas en torno a 400 piezas, incluidas la treintena de restos, encapsulados por sus grandes dimensiones, pertenecientes a las últimas prospecciones del Mas de Romeu. Consciente de que aún queda mucho trabajo por delante, confía en que la restauración de estos primeros fósiles arroje resultados prometedores, porque están ligados “a proyectos de futuro muy potentes junto al Grupo de Biología Evolutiva de UNED, que por fin podremos publicar en condiciones”, indica en alusión a los huesos de varios ejemplares de ornitópodo de tipo Iguanodon que aguardan su turno en las estanterías.

Así, el material extraído en los yacimientos del Mas de la Parreta y la concesión minera de Vega del Moll, será el primero en saltar a las mesas de trabajo de este laboratorio para iniciar su proceso de desmomificación, ya que muchos llegan encapsulados en estructuras de escayola que cubren las capas previas de gasa, papel y tela arpillera para estabilizar y preservar el fósil. Aquí, en esta nave de la Fábrica Giner, se someterán a la acción de los vibroincisores para retirar del hueso las láminas de arcilla y yeso; de los bisturís y las lupas de aumento; y podrán ser restaurados con técnicas y materiales como las microesferas de vidrio, que garantizar su reversibilidad, uno de los requisitos en todo proceso restaurador.

Gasulla destaca la importancia de poner en valor estos restos. Permiten, dice, poder estudiarlos en profundidad, analizarlos y establecer comparaciones con otros fósiles hallados en la península ibérica o en Europa, y a partir de las diferencias, si las hay, “llegar a estipular si estamos ante una nueva especie de dinosaurio, por ejemplo”. Además, el hecho de que las piezas estén en condiciones óptimas hará viable su exposición pública “para que este patrimonio, lejos de estar almacenado y no estudiado, como hasta ahora, tenga una importante repercusión, tanto a nivel de trabajo científico como cultural y turístico”, indican desde el ayuntamiento.

Restos de un ejemplar ornitópodo de tipo 'Iguanodon' localizado en el Mas de la Parreta (Castellón).

Mientras el nuevo equipo desarrolla su labor, el subsuelo de la comarca seguirá, a buen seguro, arrojando historia. El trabajo de campo sigue. Se ha solicitado ya autorización para realizar tres prospecciones en yacimientos en diferentes puntos del término municipal de Morella, que podrían materializarse en el último

trimestre del año. Completan así la zona cero de la paleontología local, que se concentra ahora en la concesión minera de Vega del Moll, que garantiza “varios años” de investigación. Aquí, en esta mina de arcillas, ha arrancado una nueva etapa para este territorio de dinosaurios, tras las prospecciones de la cantera anexa del Mas de la Parreta, que han arrojado de la mano de sus 18 yacimientos 5.000 de los 7.000 restos fósiles que han emergido del subsuelo de la capital de Els Ports.

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