¿Dónde está el cuerpo de David?
Dos semanas después del vuelco de un buque en el puerto de Castellón en el que desapareció un estibador, sigue vigente el operativo de búsqueda con siete empresas implicadas
“¿Dónde está el cuerpo de nuestro compañero?”. El silencio de los estibadores tras el vuelco de un buque en el puerto de Castellón se ha roto. Tras 15 días de infructuosa búsqueda, el colectivo considera la situación “inaceptable”. Y es que jornada tras jornada, durante alrededor de 12 horas cada día, se despliega el operativo de búsqueda de su compañero desaparecido. “No es de recibo continuar con una línea de trabajo que no está dando resultados”, asegura el coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, Antolín Goya. “Lo único evidente es que han pasado dos semanas ...
“¿Dónde está el cuerpo de nuestro compañero?”. El silencio de los estibadores tras el vuelco de un buque en el puerto de Castellón se ha roto. Tras 15 días de infructuosa búsqueda, el colectivo considera la situación “inaceptable”. Y es que jornada tras jornada, durante alrededor de 12 horas cada día, se despliega el operativo de búsqueda de su compañero desaparecido. “No es de recibo continuar con una línea de trabajo que no está dando resultados”, asegura el coordinador general de la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, Antolín Goya. “Lo único evidente es que han pasado dos semanas del accidente y aún no está claro dónde está el cuerpo”. Tras sus palabras, la Autoridad Portuaria ha dado a conocer que siete empresas optan a “la remoción” del buque y que la aseguradora “se ha comprometido a analizar en el plazo más breve posible” las ofertas “para elegir la mejor opción y ejecutar dicho plan”.
Tres son los métodos que se han planteado para la recuperación del barco: la colocación de unos colchones hinchables que permitan reflotarlo, la instalación de grandes grúas que permitan elevarlo y girarlo, y el desguace del buque en el lugar en el que está.
El buque Nazmiye Ana, de bandera panameña y 79 metros de eslora, volcó cuando estaba atracado en el Muelle del Centenario del Puerto de Castellón la tarde del 28 de mayo. En el momento del accidente, se había colocado ya la carga de sacas con materiales cerámicos y una grúa estaba ubicando, delante del puente, en popa, el último de los 20 contenedores de azulejos que había de transportar a Argelia. Varios de los nueve tripulantes del barco y tres estibadores estaban en cubierta. “Fue cuestión de un parpadeo”, cuenta uno de sus compañeros. El barco volcó girando hacia el muelle. De haberlo hecho en el otro sentido los cabos de amarre, quizá, lo hubieran podido sujetar. Todos los que estaban en el buque cayeron al agua. “No dio tiempo ni a alargarles la mano desde el muelle”, relatan. Pero sí se echaron al agua. Tres personas resultaron heridas: uno de ellos, un estibador de 46 años, tuvo que ser ingresado, con pronóstico reservado, en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital General de Castellón; otro, de 31, fue atendido en Urgencias con pronóstico leve; el tercero fue asistido sin requerir traslado al centro. Pero otras dos personas se dieron por desaparecidas. El cuerpo de un marinero indio, de 22 años y tripulante del Nazmiye Ana, fue rescatado al día siguiente. Del de David C., estibador de 36 años, hijo de un gruista del puerto y padre de una niña, aún no se sabe nada.
La descompensación de la carga hizo volcar al buque. El cómo parece estar claro. Dos investigaciones tratan de responder al porqué. Por una parte, el comité de Investigación de Siniestros Marítimos para determinar las causas; por la otra, la Guardia Civil para delimitar las responsabilidades.
Lo más posible es que el buque esté apoyado en el fondo del muelle dado el calado, la altura del barco, a la que se suma el puente y la carga, y la improbable posibilidad de que sea una burbuja de aire la que lo sostenga a flote, con la quilla al sol.
Unidades subacuáticas, helicópteros, un sonar de barrido lateral de alta precisión, más buzos, robots submarinos, perros especialistas en la localización de restos humanos en medios acuáticos. Pese a todos los medios, la búsqueda sigue siendo infructuosa. “Se está jugando con el dolor de la familia, con la incertidumbre de que día a día no se logra el objetivo de localizarlo y con una ausencia de respuesta sobre cuáles serán los siguientes pasos a adoptar”, se han lamentado los estibadores. “Hace falta algo más. Se requiere de una toma de decisiones, pues la situación es la misma desde el inicio, ya que el barco y la carga siguen en el mismo lugar”, reclaman.
De momento, lo único que se conoce es que siete empresas optan a la remoción del buque. Pero no se sabe qué tiempos barajan y, por tanto, cuánto se prolongará la búsqueda del cuerpo de David.