Perros y gatos despidiéndose de sus humanos en el tanatorio de Badalona
Estas pompas fúnebres barcelonesas se convierten en las primeras en las que las mascotas participan de los velatorios
“Bajamos el féretro y la mascota se incorpora. Mira a su ser querido y, muchas veces, llora”, esta es la reacción que tienen los perros cuando visitan a sus humanos fallecidos y expuestos en una sala del tanatorio de Badalona. Lo ha comprobado, hasta en 13 ocasiones, Joan Oller, el director financiero de Pompas Fúnebres Badalona (PFB). El tanatorio de esta ciudad barcelonesa es el primero de Cataluña, “y probablemente de España”, en abrir las puertas de sus instalaciones a perros y gatos para que puedan despedirse de sus amos o, como le gusta nombrar a Oller, “sus compañeros de viaje”.
Hace dos meses que comenzó esta novedad, totalmente gratuita, entre todos aquellos familiares que contratan velatorios para seres queridos. “Surgió después de una conversación informal entre un asesor comercial, un tanatopractor y yo mismo. Todos somos amigos de los animales y uno de nosotros dijo en voz alta que cuando se muera le gustaría que su mascota acudiera al velatorio para poderse despedir de él”, recuerda Oller. De aquella conversación hace ya varios meses pero, a veces, la insistencia hace que algunos proyectos se conviertan en realidad.
La conversación podía haber “muerto” en ese momento pero los tres quisieron pelear y ver hasta dónde podía llegar su reivindicación en pro de que perros y gatos puedan despedirse de sus “humanos de referencia”. Estudiaron que muchos comercios contactan con certificadoras pet-friendly para acreditar el bienestar animal y se pusieron en contacto con una de esas empresas. “Vinieron veterinarios y comprobaron que las instalaciones de la fuenraria son amigables con las mascotas y cumplen con las diferentes normativas de bienestar animal. La empresa ayudó a la funeraria a diseñar unos protocolos, tomar medidas necesarias como espacios para que los animales puedan beber agua e, incluso, que los responsables de las mascotas puedan acreditar que estas están vacunadas, tienen el chip… “También hemos creado un protocolo de limpieza y hemos velado para que las familias que no son amantes de los animales no noten que en la sala de al lado hay una mascota despidiéndose de un ser querido”, remarca Oller.
Hace dos meses que empezaron a permitir el acceso de animales a los velatorios y ya han participado en las despedidas 13 mascotas. “Todavía estamos en fase de certificación y seguimos aprendiendo”, asegura el director financiero de la funeraria. Pese a que el proyecto se encuentra en una fase muy inicial, la empresa se muestra contenta con la iniciativa y no descarta construir un velatorio (ya hay varios en Cataluña) donde, en esta ocasión, los humanos puedan despedirse de las mascotas.
¿Cómo se despide una mascota de un humano? “Permitimos que perros y gatos se despidan de sus humanos de referencia siguiendo un protocolo estricto. El velatorio y la ceremonia es idéntica a cualquier otra. Si los familiares quieren que el perro o gato se despida concretamos una hora. Un trabajador nuestro, que ya está preparado, acompaña a la mascota hasta el interior de la sala donde se encuentra el difunto. Bajamos el féretro y dejamos a la mascota actuar”, mantiene Oller. “Lo que suelen hacer es incorporarse (apoyándose en el ataud), mirar, oler al difunto y cuando entran en contacto suelen llorar. Otros se incorporan muchísimas veces. En todos los casos entendemos que se despide del humano”, concluye el director financiero.
Tras esta acción, consideran que la mascota puede cerrar el luto y buscar un nuevo referente dentro de la familia. Oller asegura que aquellas personas que han solicitado este servicio viven una situación “emocionante e intensa”.