Podemos busca arrebatar a los comunes la bandera anti ampliación del aeropuerto de El Prat
Se multiplica la riña política por capitalizar la oposición al proyecto que prevé alargar la pista
El debate de política general celebrado en el Parlament esta semana deja pocos agobios para Salvador Illa y su Govern. Tras replicar las embestidas de Junts y PP sobre la ineficaz gestión de la Generalitat, el president se concentró en las advertencias por parte de ...
El debate de política general celebrado en el Parlament esta semana deja pocos agobios para Salvador Illa y su Govern. Tras replicar las embestidas de Junts y PP sobre la ineficaz gestión de la Generalitat, el president se concentró en las advertencias por parte de Esquerra en relación con que sin financiación singular no podrá aprobar los presupuestos. En cambio, los comunes, socios necesarios para un Govern en minoría, no hacen sangre con la activación de las obras de ampliación del aeropuerto de Barcelona, un asunto sobre el que habían mostrado un rechazo tajante y que tiene carga para envenenar las relaciones con el PSC. El sofoco para Illa vino desde fuera del hemiciclo, cuando el miércoles por la noche Podemos publicó un comunicado anunciando que había logrado arrancar un compromiso del Ministerio de Transportes para retardar las obras.
Ione Belarra se congratuló de haber atado un acuerdo con el Gobierno que “va a posponer las obras de ampliación de aeropuertos de El Prat, por lo menos, hasta el año 2031”. Sin embargo, todas las partes que impulsan la remodelación del aeropuerto señalan que, atendiendo a los requerimientos medioambientales que hay que cumplir, 2031 siempre fue el horizonte previsto para abordar, como pronto, las controvertidas obras de ampliación de la tercera pista. En este sentido, el ministro Óscar Puente reaccionó negando ninguna “variación de los plazos” y el conseller catalán de Presidencia, Albert Dalmau manifestó que “la ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat sigue intacta”.
La coordinadora de Podem Catalunya, María Pozuelo, ha argumentado que en la agenda del Govern constaba, según ella, que " a finales del 29, principios del 2030 entrarían las excavadoras", y ha sostenido que eso no va a ocurrir. Podemos tiene una presencia difusa en Cataluña. En su espacio político natural, es la marca Comuns-Sumar de Ada Colau y Yolanda Díaz quien más difusión acapara. Pese a ello, Podemos ha infligido derrotas dolorosas a los comunes en terreno catalán, como cuando ganó por 8.000 votos su particular duelo en las elecciones europeas del 2024.
Ahora, con la oposición al agrandamiento del aeropuerto de El Prat el partido morado busca anotarse un tanto con doble valor, porque marca posición de rechazo a la ampliación y arrebata a los comunes el papel de actor protagonista contrario a un proyecto aeroportuario que genera una fuerte controversia social por el impacto medioambiental que supone en el delta del Llobregat y en espacios naturales protegidos, como por ejemplo la laguna de la Ricarda. En el Ayuntamiento del Prat gobierna Alba Bou, de los comunes.
En el Parlament, el grupo de los Comuns señala que son conscientes de la posición de debilidad que tiene su oposición a la ampliación del aeropuerto. Por eso, han evitado alentar un posicionamiento del pleno sobre la cuestión y han limitado sus maniobras a presentar durante el debate de política general una propuesta de resolución que señala que siguen sin cumplirse las compensaciones medioambientales de una anterior remodelación del aeropuerto. Aquellas obras, llevadas a cabo hace 20 años, son objeto de un procedimiento de infracción comunitario contra España porque en su día no se adoptaron todas las medidas de compensación ambiental prometidas en la declaración de impacto ambiental.
El comunicado de Podemos fue recibido con sorpresa desde la Generalitat, toda vez que parecía sembrar dudas sobre la ejecución de un proyecto que el propio Illa ha defendido como crucial para el desarrollo económico de Cataluña. “Cuando fui elegido president adquirí con convicción el compromiso de modernizar y desbloquear el aeropuerto”, ha mantenido públicamente en más de una ocasión Illa. Introducir reparos en la obra supondría un revés para la credibilidad del relato.
“Para que Podemos hoy no tumbe una ley insuficiente, les exigimos aquí y ahora un compromiso claro, y claro es por escrito, de que no habrá ampliación”, había dicho el portavoz de Podemos en el Congreso, Javier Sánchez Serna, durante el debate por la aprobación dela ley de movilidad sostenible. La ley finalmente se aprobó y se activaron las especulaciones sobre si, como contrapartida, se imponía cortarle las alas a las obras del aeropuerto barcelonés.
El ministerio trató de despejar titubeos y aseguró que el acuerdo con Podemos “no supone ninguna variación en los plazos previstos” y que para lo que sirve es para “reforzar los requisitos” de cara a que el plan director del aeropuerto “cuente con todos los avales”. “El proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat será un ejemplo medioambiental para España y Europa”, aseveró Puente.
La idea que repiten las partes promotoras de la ampliación es que el inicio de las obras de la tercera pista siempre estuvo previsto para, como mínimo, el año 2031. “El Govern de la Generalitat, Aena y el ministerio ya estaban convencidos de los plazos y la forma del proyecto, tal vez ahora también está convencida alguna otra formación política”, manifiesta una fuente conocedora de la tramitación del proyecto.