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El Gobierno aranés pide a la CHE un plan de choque para eliminar árboles del cauce del río Garona

El presidente de la Confederación responde con el compromiso de mandar a los técnicos para hacer un análisis de los puntos negros

La síndica de Aran, Maria Vergés, en una misiva remitida al presidente de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), Carlos Arrazola, le ha trasladado su preocupación por el estado actual del río Garona en determinados puntos del territorio. Especialmente por el riesgo que representa para la población en algunos tramos urbanos y periurbanos en poblaciones como Vielha, la capital, Bossòst y Les, en los que los se acumulan, entre otros, chopos de más de cinco metros de altura. Según Vergés, Arrazola ya ha respondido con otra misiva en la que se compromete este mismo mes de octubre a enviar a los técnicos para que analicen la situación y busquen soluciones en los diversos puntos negros del cauce de este río.

La Garona, como se conoce popularmente a este río, nace en el Pla de Beret (Baqueira Beret) donde es alimentado por las aguas de estas montañas y las provenientes del macizo central de los Pirineos. Por la Val d’Aran transcurre a lo largo de 47 kilómetros cruzando poblaciones como Vielha, Tredós, Salardú, Arties, Es Bordes, Bossòst y Les. En territorio francés se extiende a lo largo de casi 522 kilómetros. Esto lo convierte en uno de los ríos con mayor longitud dentro de Europa Occidental y destacado en la formación de la vertiente atlántica. Finaliza su trayectoria completa cerca del mar, en las inmediaciones de Burdeos (Francia), donde converge con el río Dordoña para conformar el estuario de Gironda y desembocar en el Golfo de Vizcaya.

Vergés ha sostenido que últimamente “los ayuntamientos de Vielha, Mijaran y Les han expresado en diversas ocasiones su preocupación por la situación del río a la propia Confederación Hidrográfica del Ebro, y también lo han comunicado al Conselh Generau d’Aran”. Ante esta preocupación compartida por el gobierno aranés, hace dos semanas la síndica remitió una misiva al presidente de la CHE, detallándole como “a lo largo de los últimos años, la Garona ha sido colonizada por vegetación que, más allá de las orillas del río, ha invadido el cauce en varios tramos, especialmente en zonas urbanas y periurbanas, con el riesgo que ello supone ante fenómenos climatológicos adversos que, por otro lado, son cada vez más frecuentes.”

En el caso de Vielha, tal como ha señalado su Ayuntamiento, las zonas problemáticas se encuentran junto al Instituto y a la escuela de Infantil y Primaria. En el municipio de Les, entre otros, el riesgo de colapso de infraestructuras viarias es elevado y se localiza en zona periurbana y en el caso de Bossòst, sería necesario actuar en la entrada del río Garona en el tramo urbano, limpiando y reparando las protecciones.

“Hemos solicitado a la Confederación que, con carácter urgente, se lleve a cabo un plan de choque, un plan de limpieza y acondicionamiento de los tramos críticos de la Garona, especialmente aquellos situados en zonas habitadas, con el fin de garantizar la seguridad de los vecinos”, apunta Vergés. La síndica reconoce la preocupación tanto de los ayuntamientos como del Conselh “porque ante una nueva avenida fuerte de agua, todas esas islas o lenguas de vegetación que se han acumulado en estos puntos pudieran colapsar infraestructuras o provocar daños que pusieran en riesgo la vida de las personas”. En este sentido detalla: “No hablamos de limpiezas de los márgenes del río, que los ayuntamientos ya lo van haciendo periódicamente, sino de los puntos que están llenos de árboles que pueden, por ejemplo en el caso de Vielha, taponar el puente situado al lado de los colegios”.

La petición de la síndica ya ha tenido respuesta. El presidente de la CHE ha avanzado que en las próximas semanas, en el mes de octubre, se desplazaran hasta la zona técnicos de la Confederación para ver los puntos estos en cuestión y buscar las soluciones más adecuadas. “Esta claro que delante los episodios climatológicos y meteorológicos que vienen cada vez más a menudo que la Garona esté en buen estado es un primer paso para evitar situaciones como las que vivimos en 2013, en estos momentos es necesario para evitar colapsos de infraestructuras que provoquen incomunicación de municipios y también que no haya riesgo para las personas”.

Muchos de los más de 10.500 habitantes de la Val d’Aran no han olvidado que a mediados de junio de 2013 la lluvia persistente y el deshielo de nieve acumulada en las montañas arrancaron varios puentes y casas –que no estaban habitadas- a lo largo del cauce de los ríos Garona y Nere. Ambos, desbordados en muchos puntos, obligaron a evacuar a más de 400 personas. Una de las afectadas fue una vecina de Vielha a quien la riada de otoño de 1982 ya se le llevó la casa y lo perdió todo.

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