Barcelona empieza a derribar las paradas de los antiguos pajareros de la Rambla
El 26 de febrero no quedará ninguno de los 11 quioscos que fueron reconvertidos en tiendas de helados, ‘souvenirs’ o turrones
A finales de este mes de febrero no quedará ni rastro de las paradas de las antiguas pajarerías – después reconvertidas en negocios de venta de souvenirs, helados, turrones, entradas o camisetas- de la Rambla de Barcelona. El pasado 16 de septiembre y, tras una larga batalla en los tribunales, el Consistorio obligaba a echar el cierre al dueño de los últimos cinco quioscos abiertos. Antes, en agosto, el Ayuntamiento ya había conseguido cerrar cinco de esas instalaciones. Una vez clausurados, este lunes ha comenzado la demolición de los 11 todos quioscos en el marco de la reforma de la Rambla. El comisionado del Pacto por Ciutat Vella, Iván Pera, ha anunciado que este es el primer paso para que los barceloneses puedan “reconquistar” este espacio. La retirada de las 11 paradas estará terminada el próximo 26 de febrero.
Los pajareros dejaron de vender animales en 2009 y sus quioscos -con concesiones que databan de 1971 por un periodo de 50 años- se reconvirtieron en paradas de souvenirs, helados… En 2016, el Plan Especial de Ordenación de la Rambla ya marcaba que estos establecimientos debían derribarse por lo que en junio de 2021 se pidió a sus titulares que entregaran los quioscos. Los pajareros iniciaron entonces varios procesos judiciales que acabó ganando el Consistorio, pero que permitió alargar la actividad de estos empresarios hasta septiembre de 2024.
El desmontaje de las paradas de pajareros ha comenzado este lunes con equipos que están desmontando de forma manual cada uno de los quioscos. La previsión es desarmar dos quioscos cada día. Una vez desguazadas todas las paradas, los técnicos eliminarán la base que los sostenía y repararán el pavimento del paseo a la espera de que se inicie la urbanización del tronco central de la Rambla.
El desmantelamiento definitivo de las antiguas paradas de pajareros se suma a la intervención que se hizo en otoño para retirar siete paradas de floristas que estaban en desuso por renuncia de los titulares o por amortizaciones acordadas en los últimos años. Las otras ocho paradas de flores continúan en funcionamiento y serán trasladadas a la plaza de Catalunya mientras dure las obras del tronco central. Después, regresarán al espacio actual.
Iván Pera ha asegurado que con este importante movimiento, el Gobierno municipal persigue que “la gente vuelva a las Ramblas” haciendo que estas sean más amables, abiertas y peatonales. La retirada de todas estas paradas se enmarca en la reforma de la Rambla que se está llevando a cabo desde finales de 2022 y que el Ayuntamiento prevé finalizar en 2027.