Barceloneses pendientes de la alerta en el móvil: “Cuando llegó el aviso salí a buscar a mi hija al instituto”
Las fuertes lluvias que inundan calles y carreteras en el área metropolitana de Barcelona obligan a los vecinos a extremar las precauciones
Cuando la alerta de Protección Civil llegó al móvil de Pilar Vázquez, vecina de Viladecans (Barcelona), salió disparada de casa. Su hija estaba en el instituto y no quería correr riesgos. “Mi hija ha ido a clase porque por la mañana no llovía tanto, pero cuando ha empezado a caer tan fuerte y me ha sonado la alerta de Protección Civil, he salido hacia allí”, relata.
Los colegios, la circulación ferrovi...
Cuando la alerta de Protección Civil llegó al móvil de Pilar Vázquez, vecina de Viladecans (Barcelona), salió disparada de casa. Su hija estaba en el instituto y no quería correr riesgos. “Mi hija ha ido a clase porque por la mañana no llovía tanto, pero cuando ha empezado a caer tan fuerte y me ha sonado la alerta de Protección Civil, he salido hacia allí”, relata.
Los colegios, la circulación ferroviaria y el tráfico ha quedado muy afectado este lunes por la mañana, especialmente en la comarca del Baix Llobregat, por el paso de la DANA por Cataluña. Los extensos campos de cultivo que rodean las poblaciones de El Prat de Llobregat y de Gavà han quedado anegados. Y en Castelldefels, donde las lluvias torrenciales han caído con más fuerza desde primera hora de la mañana, se han cerrado todos los pasos subterráneos que cruzan tanto la autopista C-32 como las vías del tren. A lo largo del día, a medida que las nubes desaparecían, quedaban pasos subterráneos y rieras sumergidas. La Generalitat ha cortado todos estos accesos para evitar daños mayores y agentes de Protección Civil han trabajado durante la jornada para habilitar el acceso.
En el aeropuerto de El Prat, donde numerosos vuelos han sido cancelados o desviados, miles de personas se han concentrado ante los mostradores toda la mañana. Un grupo de cuatro desconocidos se queja ante los mostradores de Vueling, en la terminal 1, porque nadie les ofrece alternativas. Tenían previsto viajar a Mallorca, Bilbao, Oporto y Roma. “Lo han anulado justo cuando teníamos que embarcar, nadie ha venido a decirnos nada y desde el punto de información nos han enviado aquí para intentar conseguir un vuelo o un reembolso”, comenta Pilar, una de las afectadas. Y en plena discusión, aparece la comparación con las inundaciones de la Comunitat Valenciana y la prudencia de las instituciones. “Se van de un extremo al otro”, exclama uno.
Los pasajeros llevan horas arrastrando las maletas mientras llaman a sus familiares y amigos para contarles que su vuelo ha sido cancelado. Aida debía despegar hacia Nápoles a la una del mediodía. En un principio le han pospuesto el vuelo a las cinco de la tarde, pero finalmente ha visto en las pantallas que su vuelo estaba cancelado. “Lo importante es que estemos todos vivos”, reflexiona mientras espera que le ofrezcan otro vuelo, aunque señala que le preocupa no poder ir a trabajar mañana.
Muchos usuarios abogan por pedir el reembolso del vuelo, como Isabel, que estaba esperando para embarcar en su vuelo hacia Dubrovnik (Croacia) cuando han cambiado las pantallas para indicar que el siguiente vuelo era hacia Milán. A pesar de su indignación por haber perdido “más de 500 euros en hoteles”, lamenta que “peor están en Valencia”.
Las lluvias también han afectado al servicio de Cercanias. En Plaça Catalunya de Barcelona, decenas de usuarios se han quedado esperando la reanudación del servicio tras una larga interrupción. “Mi empresa me permitió regresar a casa por las lluvias, pero la línea está suspendida y no puedo volver”, lamenta Lavinia, que reside en Barberà del Vallès. “Nos han dicho que serán mínimo cinco horas de suspensión”, afirma Juan, otro de los usuarios.
Son las 11.30 de la mañana, y mientras a fuera de la estación llueve, en el interior reina la resignación. “Venía de Arenys de Mar y me tuve que bajar en Sants porque se interrumpió el servicio. Vine hasta aquí en taxi y ahora tengo que volver a esperar a que reanuden el servicio”, explica Claudia. El problema, coincide la mayoría, es la incertidumbre. “Desde Cercanías no avisan ni cuánto tiempo suspenden el servicio ni las alternativas de transporte”, se queda Víctor Delgado, otro de los pasajeros afectados. “Solo queda esperar”. Va a ser difícil que haya alguna otra opción así que por ahora no me queda otra que esperar”. Finalmente, el servicio ha empezado a restablecerse en la R1 (L’Hospitalet- Blanes) y la R2 Sud (Estació de França-Sant Vicenç).