10.000 motos eléctricas compartidas con licencias metropolitanas circularán en ocho municipios barceloneses
Podrán circular por tres localidades del Baix Llobregat (Esplugues y Sant Feliu de Llobregat y Sant Just Desvern) y cinco del Barcelonès (Barcelona, l’Hospitalet, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y Badalona)
El Área Metropolitana de Barcelona (AMB) ha presentado este martes un total de 9.950 nuevas motos eléctricas de uso compartido que ha regulado a través de licencias metropolitanas y que está previsto que empiecen a funcionar en ocho municipios barceloneses antes de que acabe el año. Se trata de 9.950 motos que se repartirán y podrán circular por tres municipios del Baix Llobregat (Esplugues y Sant Feliu de Llobregat y Sant Just Desvern) y cinco del Barcelonès (Barcelona, l’Hospitalet de Llobregat, Santa Coloma de Gramenet, Sant Adrià de Besòs y Badalona). Con la resolución de la primera convocatoria, el AMB ha otorgado cinco licencias que corresponden a cinco empresas operadoras: Hori Rides,SL (2.050 motos), Yego Urban Mobility, SL (2.050), Cooltra Motosharing, SLU (1.950), Go Sharing, BV (1.950) y Acciona Mobility, SA (1.950). A partir de este miércoles, las empresas tienen 40 días naturales para llevar a cabo todo el despliegue del servicio.
“Esta iniciativa promociona la movilidad sostenible, la mejora dela salud y calidad de vida de las personas, reduce la contaminación acústicay crea nuevos puestos de trabajo”, ha explicado durante la presentación el vicepresidente de Movilidad, Transporte y Sostenibilidad del AMB, Carlos Cordón. En 2020, Barcelona autorizó 7.000 motos de uso compartido, de las que actualmente solo quedan 1.800 en circulación, por lo que, con este proyecto, se recuperarán las 7.000 motos con licencia en la capital catalana y las 3.000 restantes se repartirán por el resto de municipios, según ha informado el AMB. El acto ha contado con la presencia de los alcaldes de los municipios y representantes de las empresas operadoras y propietarias del servicio, que han probado las motos de las cinco operadoras que han obtenido la licencia.
Las licencias tienen una vigencia de dos años, prorrogables por un periodo máximo de dos años más (de año en año) y el AMB revisará periódicamente el número de vehículos asociados a cada licencia. Cada empresa tendrá su propia aplicación y sus propias tarifas, mientras que la autoridad metropolitana solo regula el uso y preserva el espacio público, actuaciones para las que ha creado una comisión técnica para supervisar el buen funcionamiento. Las bases reguladoras también prevén un régimen sancionador que regula la gravedad de las infracciones y los mecanismos de revocación y reasignación de las licencias, sujetas a una tasa del AMB para la gestión anual (45 euros por vehículo al año) y a las tasas para el aprovechamiento especial del espacio público.
El despliegue de las motos eléctricas compartidas entre distintos municipios del AMB se une a otros proyectos como el servicio de bicicleta eléctrica metropolitana, el AMBici, y, por ahora, la autoridad metropolitana ha descartado crear un servicio metropolitano de patinetes eléctricos.