El Ayuntamiento de Sant Cugat rechaza el permiso a dos actividades de la polémica gincana organizada por las juventudes de la CUP
La organización Arran impulsa una jornada con actividades de guerrilla urbana para protestar contra la privatización de espacios públicos
“Apunta al facha” o “rompe el cordón policial” son dos de las actividades que la entidad juvenil Arran, vinculada al partido independentista CUP, había organizado para el próximo viernes 25 en el municipio barcelonés de Sant Cugat del Vallès. Arran lo ha reivindicado como un acto de protesta contra la privatización de espacios de ocio público y la burocratización de las fiestas mayores, pero el consistorio ha denegado el permiso para realizarlas porque “pueden alterar la convivencia”.
La jornada ha encendido los ánimos de algunos sectores de la derecha como ya ocurrió durante la fiesta mayor de Granollers (Barcelona), a raíz de un taller de “guerrilla urbana” para menores que organizó la Colla dels Blaus y por la que sindicatos policiales denunciaron a la alcaldesa socialista, Alba Barnusell, por delitos de odio e injurias graves contra los cuerpos de seguridad del Estado.
Las actividades tendrán lugar en el parque Ramon Barnils, de titularidad municipal y gestionado por el Ayuntamiento. Formaciones políticas de la localidad como el Partido Popular han denunciado expresamente que Junts y Esquerra Republicana, partidos que gobiernan en Sant Cugat, permitan que se realice esta jornada.
El presidente del PP del municipio, Álvaro Benejam, considera que Arran “incita al odio y la violencia, y que esto no tiene cabida en la localidad”. También ha exigido al alcalde, Josep Maria Vallès, de Junts, que impida su realización. Los populares han recordado al Consistorio que al estar prevista en un espacio público, la actividad requiere del pertinente permiso municipal, y por eso ha advertido al alcalde que “está en su mano que se lleve o no a cabo”.
Benejam no ha dudado en señalar que Junts y ERC son “cómplices de la incitación al odio”. Por ello, había amenazado con “solicitar judicialmente si es necesario, responsabilidades a todos aquellos que permitan su realización”.
El precedente de Granollers
Se trata de la segunda polémica de este tipo en tres meses. En agosto, otra entidad juvenil, en este caso la Colla els Blaus, organizó para las fiestas de Granollers un taller de guerrilla urbana en los que menores simulaban lanzar cócteles molotov contra furgones de policía. El taller en cuestión recibió el nombre de “Practicum, técnicas aplicadas a la guerrilla urbana”.
La polvareda que se levantó por estos actos acabó con la denuncia por parte de sindicatos policiales como Uspac (de Mossos) o la plataforma sindical unitaria de la Guardia Urbana de Badalona contra la alcaldesa socialista, Alba Barnusell. Además, la asociación sindical de la policía local de Lleida y la de empleados independientes municipales de Tarragona presentaron una querella ante la Fiscalía Superior de Catalunya contra la edil por delitos de odio e injurias graves contra los cuerpos y fuerzas de seguridad. La querella insistía en que el taller estuvo promovido en todo momento por el propio Ayuntamiento de Granollers, que imprimió los panfletos y se hizo cargo de los costes para su realización.