El beneficio de las pymes catalanas creció un 20,8% en 2022, por encima de los salarios
El presidente de Pimec, Antoni Cañete, alerta de que la opa hostil del BBVA al Banco Sabadell dejará a las empresas “sin financiación”. Un cuarto de las compañías tiene un endeudamiento superior al 70%
Las pequeñas y medianas empresas recuperaron en el año 2022 parte del dinamismo anterior a la pandemia, aunque todos los parámetros quedaron aún por debajo de los de 2019. Así lo muestra el Anuario de la pyme catalana, presentado por la patronal Pimec con el apoyo del Banco Sabadell, que indica que las empresas han mejorado en inversión, solvencia y activos, y que en general han hecho los deberes en la reducción de la deuda, aunque también apunta que un cuarto de las pymes en Cataluña está en una situación todavía de fragilidad, al tener un endeudamiento superior al 70%. Este informe, que se elabora mediante las cuentas aportadas por las empresas al Registro Mercantil —por este motivo tiene un decalaje de dos años— también señala que las pymes catalanas obtuvieron en ese ejercicio un beneficio medio de 81.100 euros, un 20,8% más que el año anterior, y un 13,6% más con respecto a 2019, el año anterior a la pandemia. En contraste, los salarios crecieron menos: la encuesta de estructura salarial del INE muestra que el salario medio en Cataluña creció en 2022 un 2,2% con respecto al año anterior, y un 10,69% si se compara con 2019.
Uno de los responsables del estudio, el economista Oriol Amat, ha explicado que “buena parte del incremento del beneficio viene de la mejora del endeudamiento, de la mejora de la gestión de activos, de la mejora de los márgenes y de la mejora de la productividad”, pero ha remarcado que todos estos parámetros continúan por debajo de los anteriores a la pandemia, especialmente el de la productividad. El presidente de Pimec, Antoni Cañete, también se ha referido a ello cuando ha recordado que en 2022 las empresas catalanas, como las de todo el mundo, estaban todavía saliendo de la crisis de la covid en un contexto de gran inflación, especialmente en energía, y dificultades generalizadas en las cadenas de suministro. “Para mejorar los salarios hay que mejorar la productividad”, ha apuntado.
El anuario de Pimec es una referencia en cuanto a las cifras que aporta porque no se trata de una encuesta sino que, al venir de la documentación del registro mercantil, son datos reales de las empresas. Da una radiografía de cómo estaba el sector empresarial catalán —las pymes representan más del 99% de todas las empresas que existen en Cataluña— en el ejercicio correspondiente. En 2022, las pymes catalanas aportaron el 68,2% del empleo en Cataluña y el 61,4% del valor añadido bruto (VAB), exceptuando a la administración pública, defensa y Seguridad Social. Las compañías aumentaron sus ventas un 17,6% de media, y la productividad creció un 2,5%. Los responsables del estudio han explicado que se trata de un crecimiento en productividad menor que el que experimentan las grandes empresas, porque estas, por su tamaño, tienden a ser más eficientes. La productividad por ocupado fue de 66.000 euros en las pymes, frente a los 89.000 euros en las grandes empresas.
La rentabilidad de las empresas sobre su patrimonio neto fue del 8,6%. “Es elevada, pero todavía no llegamos al ideal, que sería entre un 12% y un 14%. Esta rentabilidad no da los recursos suficientes para que las empresas inviertan lo que necesitan”, ha señalado Amat. El economista también ha destacado que la posición financiera de las pymes es mucho mejor ahora que antes de la crisis financiera: “Ahora la mayoría de empresas podrían afrontar una crisis, pero hay un 25% de ellas que siguen frágiles”. De media, las pymes han reducido el pasivo corriente del 31,2% de 2018 al 29,9%. “Las empresas han hecho los deberes, también han aumentado la inversión, y en consecuencia aumenta el patrimonio neto”, ha apostillado.
El presidente de la patronal ha celebrado estas cifras, pero ha alertado sobre algunos riesgos: “Nos preocupa mucho el absentismo, que se ha doblado en los últimos 10 años, y nos preocupa que estemos recuperando PIB por la vía de la ocupación: lo estamos haciendo sudando, y tendríamos que recuperarlo mediante una mejora de la productividad. Esto tiene que tenerse en cuenta en los debates actuales sobre la reducción de jornada o los aumentos salariales, no se puede ver desde el populismo”.
Otra de las preocupaciones de Cañete tiene que ver con la opa hostil que ha presentado el BBVA al Banco Sabadell, que tiene una gran capilaridad en las pymes como clientes: dos de cada tres pymes tienen al Sabadell como banco de referencia. “Nosotros venimos del futuro, ya sabemos lo que pasa cuando se reduce la competencia, ya que con la concentración bancaria de la crisis se redujo la financiación y subieron los precios. Si estamos en un mercado sin competencia no tendremos acceso a la financiación”, ha dicho Cañete. También el consejero de Empresa y Trabajo, Miquel Sàmper, quien ha presidido el acto, ha expresado su deseo de que la opa no salga adelante. Sàmper también se ha comprometido a simplificar la administración y la burocracia para que las empresas no encuentren impedimentos a su actividad: “Lo haremos con la ventanilla única, con el impulso de la declaración responsable y con el silencio administrativo positivo”, ha dicho.